Un estudio recién publicado en La Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española indica que la desafección hacia la carrera investigadora afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres.
Las conclusiones de este análisis se basan en las respuestas a una encuesta, realizada durante el curso 2021/2022, a estudiantes del grado de Matemáticas de doce universidades españolas. Los datos indican que un 26,2 % de las alumnas encuestadas consideran que es ”nada probable“ que se dediquen a la investigación al finalizar sus estudios de grado, frente a un 18,6 % de alumnos que se manifiestan en este mismo sentido. En el otro extremo, el 9,2 % de las alumnas y el 11 % de los alumnos expresan que es ”extremadamente probable“ proseguir con la carrera investigadora tras finalizar sus estudios.
En ese mismo número de La Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española se publica precisamente el listado de las 152 tesis doctorales defendidas durante el año 2022 en 34 universidades españolas: aproximadamente un 33 % son tesis de autoría femenina, frente al 67 % de memorias presentadas por hombres. Estos datos parecen corroborar la mayor desafección de las mujeres por la investigación en matemáticas.
Empecemos por el principio: la situación en los grados en matemáticas
Antes de comentar con más detalle las conclusiones de este minucioso estudio, es conveniente conocer la evolución de las matrículas en los grados de matemáticas del estado. La siguiente gráfica, extraída del informe del Ministerio de Educación y Formación Profesional Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM. Un estudio en detalle de la trayectoria educativa de niñas y mujeres en España, muestra la evolución de las matrículas en los estudios de matemáticas en universidades públicas españolas desde el curso académico 1985/86 al 2019/20.
En el curso 2019/20, en los grados de Matemáticas hubo un 63,74 % de estudiantes varones frente a un 36,26 % de mujeres, en un momento en el que la carrera de matemáticas es altamente demandada
Si se observa la distribución porcentual del alumnado matriculado por sexo, se comprueba que, en los primeros cursos analizados, los porcentajes de alumnas y alumnos son semejantes. Esta tendencia cambia a partir del curso 2004/05 en el que el porcentaje de alumnos aumenta respecto del de alumnas, y esta tendencia se afianza hasta llegar en el curso 2019/20 a un 63,74 % de estudiantes varones frente a un 36,26 % de estudiantes mujeres.
Estos datos son desconcertantes, más aún en un momento en el que la carrera de matemáticas es altamente demandada desde organismos y empresas vinculadas al ámbito tecnológico, financiero o de la salud, entre otros.
Las autoras y autores del estudio que nos ocupa, aunque aluden a esta tendencia en su artículo, se centran en lo que sucede después, una vez iniciado el grado de Matemáticas. Intentan indagar sobre los motivos relacionados con la pérdida de interés (por parte de mujeres y hombres) por la carrera investigadora durante los estudios universitarios, y comprender las causas que llevan a la menor probabilidad de que las mujeres elijan la investigación tras finalizar el grado.
Las conclusiones más relevantes del estudio
El número de años de matrícula en el grado de Matemáticas es el factor más determinante (tanto para mujeres como para hombres) de la desafección por la investigación. Probablemente el desconocimiento de los contenidos y del modo de trabajar durante una carrera y la falta de información sobre lo que significa dedicarse a la investigación van desapareciendo a medida que pasan los años. El estudio confirma, además, que esta desafección es más profunda en el caso de las alumnas.
Aquellos estudiantes (mujeres y hombres) con mejores notas de acceso al grado poseen más expectativas de seguir una carrera investigadora. Por otro lado, el alumnado que compagina la carrera con un trabajo remunerado reduce su interés por proseguir con la investigación tras finalizar el grado.
Una autopercepción positiva de las propias capacidades aumenta las perspectivas por una futura carrera investigadora
El estudio incorpora otras variables significativas para intentar comprender las diferencias entre mujeres y hombres en sus expectativas por proseguir con la investigación: la percepción de las propias capacidades y el posicionamiento con respecto a su grupo de pares, la satisfacción por la elección del grado de Matemáticas, y el interés por elegir los estudios que están cursando si tuvieran la posibilidad de volver a escoger.
Una mayor satisfacción por la marcha del grado y una autopercepción positiva de las propias capacidades aumentan las perspectivas por una futura carrera investigadora. En el caso de la autoevaluación con respecto a sus pares, se observa que los hombres tienden a colocarse por encima de sus compañeros en mayor proporción que las mujeres, lo que explicaría en parte la mayor desafección por la investigación entre las alumnas. Estos resultados confirman estudios anteriores que afirman que las mujeres tienden a evaluar sus capacidades matemáticas en menor medida que los hombres.
Las contribuciones matemáticas proceden (y continuarán haciéndolo) de autoría mayoritariamente masculina
Como se comenta en las conclusiones del informe, sería interesante realizar un estudio más profundo sobre otros factores que afectan a la desafección por la investigación en matemáticas. Aun así, lo que queda claro es que el futuro de la investigación en matemáticas en España presenta un perfil claramente masculino: las mujeres eligen en menor medida que los hombres el grado de Matemáticas y, aquellas que deciden cursar esta carrera, declaran un menor interés que ellos por proseguir con la investigación.
En la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, las matemáticas también importan
El tema de este año en el Día Internacional de las Mujeres es Por un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género.
La investigación en el ámbito de las matemáticas es primordial en cualquier entorno vinculado con la innovación y la tecnología. Las conclusiones del anterior estudio indicarían que esas contribuciones matemáticas proceden (y continuarán haciéndolo) de autoría mayoritariamente masculina. Y esto es muy preocupante.
La periodista y activista feminista Caroline Criado Pérez alude en su libro La mujer invisible (obra premiada por el Financial Times como el ”mejor libro de negocios de 2019“) a lo que define como el ”enfoque de talla única para los hombres“. Esta perspectiva, que carece de información e interés por lo que nos sucede y nos preocupa a las mujeres, provoca, entre otros, que los avances tecnológicos y las grandes decisiones políticas se tomen excluyendo a la mitad de la población. Si queremos innovar para todas y todos, debe haber más mujeres investigando en todas las áreas del conocimiento, en particular, en el ámbito de las matemáticas. Nos va mucho en ello.
Sobre la autora: Marta Macho Stadler, es profesora del Departamento de Matemáticas la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).