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Reacción al análisis del genoma del virus de la viruela del mono de pacientes del brote en curso

Un análisis genómico de virus de la viruela del mono procedentes de pacientes del brote en curso revela que este tiene, muy probablemente, un único origen. Este virus de viruela del mono de 2022 diverge de los de 2018-2019 en muchas más variaciones genéticas de las esperadas para los Orthopoxvirus, lo que puede representar una evolución acelerada en curso, según los autores. El estudio se publica en Nature Medicine.

 

24/06/2022 - 11:00 CEST
 
Reacciones

Fernando González Candelas sobre genoma viruela mono

Fernando González Candelas

Catedrático de Genética de la Universidad de Valencia e investigador de FISABIO, especialista en epidemiología y evolución de virus y bacterias

Science Media Centre España

Es el primer trabajo revisado por pares que analiza el genoma del virus del mono (MPXV) a partir de pacientes involucrados en el brote recientemente detectado. 

En el estudio se emplean la mayoría de las técnicas y metodologías que se han usado en el estudio genómico del coronavirus SARS-CoV-2, adaptándolas a las características concretas del MPXV, como es su mayor tamaño (casi 10 veces más que el del SARS-CoV-2) y la naturaleza del material hereditario (ADN en vez de ARN). Esto implica una menor tasa de mutación pero que, al tratarse de un genoma mayor, permite analizar cadenas de transmisión con gran fiabilidad. 

El resultado más destacable es​ demostrar que el brote, detectado en varios países casi simultáneamente, tiene un origen único y, además, que en ese origen está implicado un virus que ha experimentado un número importante de cambios respecto a los virus más próximos de la misma especie identificados hasta el momento (relacionados con los virus endémicos en países de África central y oriental). Estos cambios genéticos parecen estar vinculados a adaptaciones al nuevo huésped (el ser humano, pues el hospedador natural del virus son distintos roedores y otros pequeños mamíferos). 

Aunque la extensión del brote de MPXV no es ni de lejos tan rápida ni tan amplia como la del SARS-CoV-2, estamos frente a un nuevo ejemplo de infección emergente que se puede expandir rápidamente por todo el mundo y que debe ser atajada cuanto antes para impedir consecuencias más graves. La vigilancia genómica de estos y otros patógenos es una de las herramientas más potentes que tenemos a nuestra disposición para alcanzar ese objetivo

No declara conflicto de interés
ES

Ignacio González Bravo - genoma viruela del mono

Science Media Centre España

Los autores del estudio pertenecen a varios equipos portugueses del instituto nacional de la salud portugués. Han secuenciado los genomas disponibles del virus de viruela del mono aislados durante el brote de 2022 y los han analizado junto con todas las secuencias disponibles. El virus del brote de 2022 es muy próximo a un virus que apareció en 2018 y 2019 en Nigeria, y que después fue exportado a Reino Unido, Israel y Singapur.

Los investigadores proponen que la hipótesis más probable es que el virus habría continuado circulando y evolucionando de manera endémica en Nigeria, y que desde allí habría sido exportado de nuevo.

Los resultados muestran que el primer caso confirmado en Reino Unido probablemente no es el primer caso de la exportación del virus fuera de Nigeria en este brote. El escenario más probable es que el virus haya circulado desde 2017 en Nigeria (antes de este brote, la OMS había identificado más de 500 casos sospechosos en Nigeria en los últimos cinco años), y que este brote que vemos ahora es el resultado de uno o varios eventos de exportación del virus desde Nigeria, muy próximos en el tiempo, con un evento superdiseminador (por ejemplo, en saunas o mediante contacto sexual), asociado a una dispersión geográfica rápida.

Este brote es particular por la cantidad de mutaciones que los genomas secuenciados han acumulado. El virus de la viruela símica es un orthopoxvirus. Los  orthopoxvirus son virus con un genoma con dos hebras de ADN, como nuestras células. Son virus con genomas grandes (más de seis veces más largo que el genoma de SARS-CoV-2), muy estables, y codifican para unas 200 proteínas. Evolucionan lentamente porque cuando el genoma se copia, la maquinaria molecular no comete muchos errores y no introduce muchas mutaciones. Sin embargo, los genomas secuenciados del brote en curso presentan muchos cambios, unas diez veces más que los esperados teniendo en cuenta el tipo de virus del que hablamos.

Además, estos cambios van preferencialmente en una dirección, en la de convertir C en T (utilizando las letras que se usan habitualmente en genética). Este tipo de cambio direccional es habitual en la evolución de muchos virus, pero lo más importante es que no son los virus quienes los provocan, sino que son proteínas humanas las que hacen que el virus acumule mutaciones.

Son unas enzimas llamadas APOBEC3, producidas por las células hospedadoras, que tienen en principio una función antiviral (introducir mutaciones en los virus para desactivarlos), pero que pueden tener como efecto el acelerar la velocidad de mutación del virus. De hecho, la acción de las enzimas APOBEC3 es responsable de que otros virus acumulen muchas mutaciones de C a T, como el VIH, el SARS-CoV-2 o los virus del papiloma humano.

Es muy importante decir que el repertorio de enzimas APOBEC3 en el genoma humano es muy variado, que depende de la ascendencia y del fondo genético de cada persona, y que cada tipo de célula en nuestro cuerpo puede expresar distintos tipos de APOBEC3. Esto complica mucho el estudio y fragmenta la evolución de los virus, porque infectando a diferentes personas de diferente ascendencia, un linaje viral puede evolucionar de manera diferente; y porque infectando diferentes tejidos (la piel, el músculo, el hígado) también evolucionará de manera distinta.

Esto es probablemente lo que puede haber ocurrido en el caso de este brote, y es lo que los investigadores portugueses proponen: este virus saltó a los humanos en 2019 en Nigeria y se ha estado transmitiendo de manera ininterrumpida entre humanos desde entonces, ha sufrido presiones de mutación direccionales de C a T muy importantes, y ha sufrido también presiones de selecciones muy fuertes para adaptarse a la transmisión entre humanos.

Esto habría dado lugar a que se acumulen mutaciones que pueden haber facilitado el que el virus se transmita de manera eficaz entre humanos y que ha llevado a este brote, que ha generado ya más de 1.700 casos confirmados por la OMS en toda Europa, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de enfermedades

No declara conflicto de interés
ES
Publicaciones
Phylogenomic characterization and signs of microevolution in the 2022 multi-country outbreak of monkeypox virus
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Humanos
Revista
Nature Medicine
Fecha de publicación
Autores

João Paulo Gomes et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Humanos
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