Hoy se han anunciado resultados de la primera fase de un proyecto de desarrollo de una placenta artificial en un modelo animal, para ayudar a bebés prematuros extremos (nacidos con una gestación de 6 meses o menos). El proyecto está liderado por BCNatal, un centro de investigación en medicina fetal en Barcelona, con financiación de la Fundación “la Caixa”, que ha renovado su apoyo para la segunda fase del proyecto.
Kelly Werner - placenta artificial ES
Kelly Werner
Profesora adjunta de Pediatría de la División de Neonatología en la Universidad de Columbia, Nueva York (EE UU)
Recientemente [en febrero de 2023], Eixarch y sus colegas del Centro de Investigación en Medicina Fetal BCNatal de Barcelona han comunicado resultados prometedores en modelos de cordero con placenta artificial, con mejora de la supervivencia y disminución de las complicaciones. Los investigadores mantuvieron con éxito durante un breve periodo de tiempo a corderos prematuros, que se corresponden con seres humanos nacidos prematuramente a los seis meses. En la Universidad de Michigan se está desarrollando un modelo similar de placenta artificial, mientras que, en la Universidad de Pensilvania, la Universidad de Tohuku [en Japón] y la Universidad de Western Australia se están desarrollando modelos de útero artificial.
Los bebés extremadamente prematuros se enfrentan a complicaciones relacionadas con el desarrollo inmaduro de los pulmones y el cerebro. Necesitan ventiladores, que pueden dañar sus pulmones a largo plazo, y muchos de ellos no sobreviven. La placenta artificial es un alentador avance médico que podría ayudar a salvar a estos bebés y evitar las complicaciones a las que se enfrentan.
Después de tener resultados positivos en estudios con animales, la placenta artificial deberá someterse a rigurosas pruebas clínicas. Esto ayudará a determinar si es segura y eficaz en humanos. Podrían aparecer efectos secundarios no deseados. Los padres deben estar plenamente informados de los posibles beneficios y riesgos, muchos de los cuales aún se desconocen. Si se demuestra que la placenta artificial es mejor que los cuidados que ya se prestan en las unidades neonatales, se podría aprobar su uso más generalizado. Los padres seguirán teniendo que informarse sobre sus opciones y elegir la que más convenga al bebé.
Si llega a estar disponible [la placenta artificial], los hospitales deberán adoptar directrices sólidas y exhaustivas para su uso. Esto garantizará que los bebés con perspectivas similares tengan el mismo acceso a la placenta artificial. Los hospitales deben implicar a los padres y a otros grupos relevantes de la comunidad a la hora de redactar estas directrices.
Aunque se trata de un avance alentador, la placenta artificial no pretende sustituir a la placenta natural. Es decir, a pesar de estos avances, debemos hacer todo lo posible por apoyar la salud materna y disminuir los factores de riesgo que conducen al parto prematuro.
