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Víctor Borrell

Profesor de Investigación del CSIC en el Instituto de Neurociencias (Alicante), donde dirige un grupo de investigación que estudia el desarrollo embrionario del cerebro y su evolución, especialista en el plegamiento de la corteza cerebral

Me parece una noticia fantástica. Svante desde hace muchos años está en lo más alto de la investigación y, de hecho, ha abierto el campo de la paleogenómica, que comprende los genomas de especies ya extintas. Fue el pionero desde el principio de su carrera en desarrollar tecnologías que permitan esas secuenciaciones. Él ha hecho posible que otros sigan en ese camino y que no solo su laboratorio, sino muchos otros, hayan podido desvelar la secuencia del genoma de especies que ya no existen. Hoy ya hablamos de numerosas especies distintas, tanto de seres humanos antiguos ya extintos como de perros, caballos, etc.  

Obviamente, lo más importante es que con la secuenciación de los genomas de especies humanas ya extintas hemos aprendido a confirmar el origen del ser humano en África y determinar las principales rutas de migración desde la salida de África hacia el resto del planeta; pero también comprender aspectos más concretos sobre cómo se desarrolla el cerebro, qué diferencias podía haber entre los cerebros de distintas especies, qué ventajas podía haber tenido el ser humano moderno respecto al neandertal... Y además, aspectos como el entrecruzamiento que hubo entre las distintas especies de seres humanos cuando existían los neandertales, los denisovanos y los humanos modernos, que coexistieron en el tiempo y en un mismo sitio y se aparearon entre ellos. Sin el trabajo de Svante y sus contribuciones no podemos imaginar nuestra comprensión de la evolución humana.  

ES