En una muestra de artículos académicos retractados por revistas médicas, la proporción de mujeres autoras es más baja que la proporción de investigadoras en estos campos. “La infrarrepresentación de las mujeres entre la autoría de artículos retractados, especialmente en el caso de las retractaciones relacionadas con malas conductas científicas, puede reflejar desequilibrios sistémicos de género en el mundo académico, más que diferencias en la integridad científica”, escribe el autor del estudio en PLoS One. Su análisis, basado en 878 publicaciones retractadas en nueve áreas clínicas, estima que un 16,5 % de los nombres de primeros firmantes de artículos retractados eran femeninos, cuando la proporción de primeras autoras de publicaciones biomédicas supera el 40 %.  

Según una encuesta llevada a cabo en España, respondida por 403 investigadores en biomedicina, cuatro de cada diez admiten haber cometido algún tipo de mala práctica en su trabajo. La prensa se hace eco regularmente de escándalos en ciencia. Entre los casos más recientes, El País informó de que el CSIC ha abierto un expediente disciplinario a cinco personas por sospechas de recibir dinero a cambio de afiliaciones falsas. Estas malas conductas pueden parecer aisladas, pero reflejan disfunciones más amplias del sistema de investigación. Ofrecemos claves para entender cómo nacen y evolucionan estos casos, y para cubrir sus matices.