La compañía Colossal Biosciences ha anunciado el nacimiento de lo que denominan tres ‘lobos gigantes’, Rómulo, Remo y Khaleesi, según ha adelantado la revista Time. Los cachorros, gestados en perras domésticas, nacieron gracias a técnicas de ingeniería genética y de ADN antiguo para asemejarse a una especie extinta hace más de 10.000 años.

Nic Rawlence - lobo colossal
Nic Rawlence
Director del Laboratorio de Paleogenética de Otago y profesor asociado del departamento de Zoología de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda)
Para realmente ‘desextinguir’ algo, habría que clonarlo. El problema es que no podemos clonar animales extintos porque el ADN no está lo suficientemente bien conservado. Incluso si secuenciamos el genoma, no podemos extraer ADN de animales extintos en fragmentos lo suficientemente largos como podríamos hacerlo con un animal vivo. Así que la única forma de ‘desextinguir’ un animal es utilizar la nueva tecnología de biología sintética como CRISPR-cas9, que actúa como unas tijeras moleculares, y puedes ir y cortar un poco de ADN e insertar un nuevo trozo de ADN que da como resultado un cambio genético.
Así que lo que Colossal Biosciences ha producido es un lobo gris con características similares a las de un lobo gigante; no se trata de un lobo gigante reintroducido, sino de un ‘híbrido’. Y lo que es más importante, es lo que ellos creen que son las características importantes del lobo gigantes. Los lobos gigantes se separaron de los lobos grises hace entre 2,5 y 6 millones de años. Pertenecen a un género completamente diferente al de los lobos grises. Colossal comparó los genomas del lobo gigante y del lobo gris, y a partir de unos 19.000 genes, determinaron que 20 cambios en 14 genes les daban un lobo gigante.
Otra pregunta: ¿cómo va a aprender a ser un lobo gigante? Actualmente, es un lobo corriendo por un prado. ¿Y sigue existiendo el ecosistema en el que vivía? Es lo típico de la primera película de Parque Jurásico, donde el triceratops se pone muy enfermo porque estaba comiendo plantas que no habían evolucionado cuando existía hace decenas de millones de años. ¿Se pueden traer también suficientes animales para que la población no sea genéticamente endogámica...? Se trataría de unos 500 individuos, para que la población no sufra las consecuencias de la endogamia (piense en los Habsburgo).
En cuanto a las perspectivas indígenas sobre el lobo gigante, Colossal ha nombrado a sus socios indígenas y les ha dado las gracias. Pero dado que es algo tan importante, habría estado muy bien escuchar realmente a sus socios indígenas. ¿Cuál es su punto de vista y qué piensan al respecto? ¿Están realmente de acuerdo con esto? Especialmente teniendo en cuenta mis experiencias de colaboración con tangata whenua en Aotearoa Nueva Zelanda, donde nuestros iwi, hapu, rūnaga y socios de confianza están totalmente en contra de la ‘desextinción’, ya que va en contra de tikanga [un concepto maorí basado en principios consuetudinarios].
Tenemos que mantener estas conversaciones y es necesario que haya participación de la comunidad. Necesitamos debatir sobre la propiedad intelectual indígena, la bioprospección, la biopiratería y lo que sucede si se resucita a animales y estas empresas de ‘desextinción’ los registran como marcas.
Personalmente, [apuesto por] desarrollar tecnologías de ‘desextinción’, pero usarlas para conservar lo que nos queda. No resucitar especies extintas.
Philip Seddon - lobo colossal
Philip Seddon
Profesor del departamento de Zoología de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda)
La ‘desextinción’ del lobo gigante no es lo que parece. Colossal Biosciences, la empresa de 10.000 millones de dólares que está detrás de los esfuerzos por resucitar al mamut lanudo, al lobo marsupial y al dodo, acaba de anunciar lo que describen como la ‘desextinción’ del lobo gigante, una especie que se extinguió hace unos 10.000 años. Afirman que se trata de la primera ‘desextinción’ del mundo pero, aunque sin duda ha requerido algunos avances tecnológicos asombrosos, los simpáticos cachorros Rómulo, Remo y Khaleesi no son lobos gigantes, sino lobos grises modificados genéticamente.
Los lobos y los lobos gigantes, a pesar de la parte de lobo de sus nombres, no están estrechamente relacionados, ya que se separaron de un antepasado común hace unos 6 millones de años, y el chacal africano podría estar más estrechamente relacionado con los lobos gigantes. Los lobos gigantes pertenecen a su propio género, por lo que son una especie muy diferente. Lo que ha hecho Colossal es introducir un pequeño número de cambios en el material genético de un lobo gris para producir cachorros de lobo gris con rasgos de lobo gigante, como pelaje pálido y un tamaño potencialmente ligeramente mayor. Así pues, son lobos grises híbridos o un lobo transgénico. Los cachorros pasarán sus días en un gran recinto, alimentados a mano y vigilados de cerca.
Ciertamente, esto implica avances en tecnología genética, y estos podrían tener aplicaciones para la conservación de especies existentes, pero, ¿el regreso de los lobos gigantes? No, de la misma manera que los planes de Colossal para los mamuts lanudos y los dodos implicarán la modificación genética de especies relacionadas. Tenemos lobos transgénicos y es posible que algún día tengamos elefantes asiáticos transgénicos, pero por ahora la extinción es realmente para siempre.
Conflicto de intereses: Phil es profesor de Zoología en la Universidad de Otago. Ha publicado sobre bioética y ecología de la ‘desextinción’ y fue presidente de un grupo de trabajo de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) que elaboró principios rectores sobre la ‘desextinción’ para la conservación.