La supervivencia de especies de mamíferos como el ser humano depende de que las reservas de óvulos inmaduros (ovocitos) sobrevivan durante años; décadas en el caso de las mujeres. Cómo estas células logran una longevidad tan prodigiosa no estaba claro, pero un estudio publicado esta semana en la revista Cell y liderado por el Centro de Regulación Genómica de Barcelona arroja luz sobre este fenómeno.
“El problema que tienen las células longevas es la agregación de proteínas”, explicó el investigador del CRG y coautor del estudio Gabriele Zaffagnini durante una sesión informativa organizada por el Science Media Centre España. Estos agregados resultan tóxicos, pero los ovocitos no lo tienen fácil para destruirlos: no pueden hacerlo mediante la división celular, un bien preciado en su caso. Tampoco eliminarlos activamente, lo que supondría un enorme gasto de energía a lo largo de los años.
La solución para los ovocitos está, según contó Zaffagnini, en acumular esos agregados dañinos en unas estructuras grandes bautizadas como ELVA (Conjuntos Vesiculares Endolisosomales). “Son conjuntos de orgánulos con unas propiedades que las vesículas lisosomales individuales no tienen”, comentó. Así, pueden ir fusionándose entre ellos para ‘aparcar la basura’ del ovocito y olvidarse de ella temporalmente.
Esta investigación abre una interesante vía futura de estudio para explorar si la degradación de proteínas y su mala regulación podría explicar el deterioro de la calidad ovocitaria relacionado con la edad
Rocío Núñez Calonge
“En los óvulos inmaduros [los ELVA] son inactivos y creemos que eso es una forma de ahorro energético porque, como el óvulo tiene que sobrevivir durante mucho tiempo, degradar constantemente [los agregados tóxicos de proteínas] tendría un gran coste”, aclaró Zaffagnini. Una vez el óvulo madura y se prepara para la ovulación, los “superorgánulos” se activan y sí que degradan los agregados que contenían, porque un embrión “no puede sobrevivir si los hereda”.
El estudio de Zaffagnini se ha llevado a cabo con ratones, pero el investigador aseguró que el siguiente paso es analizar la presencia de estos ELVA en óvulos humanos y ver si su regulación defectuosa puede ser un factor para la pérdida de fertilidad. "Esta investigación abre una interesante vía futura de estudio para explorar si la degradación de proteínas y su mala regulación podría explicar el deterioro de la calidad ovocitaria relacionado con la edad", comenta la directora científica del Grupo Internacional UR, Rocío Núñez Calonge, en una reacción recogida por el SMC España.
Por su parte, Antonio Urries, director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud de Zaragoza, destaca: "Desde el punto de vista reproductivo, este artículo es muy interesante ya que demuestra cómo la presencia de ciertos agregados proteicos en el citoplasma de los óvulos puede originar mala calidad ovocitaria y embriones con baja probabilidad de generar embarazo, incluso aun teniendo una carga genética correcta".