Un estudio realizado en Canadá ha examinado si existe alguna relación entre la profesión desarrollada y el riesgo de cáncer de ovario. Tras analizar los datos de casi 500 mujeres diagnosticadas con la enfermedad y cerca de 900 controles, han encontrado que trabajar durante más de diez años en profesiones como peluquería o estética triplica el riesgo de cáncer de ovario. El riesgo también aumenta en ocupaciones como contables o en aquellas relacionadas con la industria textil. Los resultados se publican en la revista Occupational & Environmental Medicine.
Fidalgo - Ovario
Alejandro Pérez Fidalgo
Médico adjunto del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia e investigador de INCLIVA
Este trabajo es un estudio realizado por un grupo canadiense cuyo objetivo era ver si el riesgo de ser diagnosticada de un cáncer de ovario era mayor en algunas profesiones. Además, en el caso de encontrar una relación con una profesión, los autores intentaban establecer si algún agente químico del entorno laboral podría ser el responsable.
Este estudio es novedoso por varios motivos. En primer lugar, porque clásicamente la representación de las mujeres ha sido baja en los estudios de riesgo de cáncer y exposición laboral. Gran parte de la evidencia generada ha sido en estudios realizados fundamentalmente en hombres, que no reflejan la masiva incorporación al mercado laboral de la mujer a partir de los años 80. Por tanto, este tipo de estudios realizados únicamente en una población femenina, aunque cada vez más frecuentes, siguen teniendo un valor especial.
En segundo lugar, los únicos agentes relacionados claramente con un mayor riesgo de cáncer de ovario son el asbesto y las radiaciones. No se ha podido establecer una clara relación de este tumor con otros carcinógenos químicos.
El presente trabajo incluye una muestra de más de 400 mujeres diagnosticadas con un cáncer de ovario comparándolas con más de 800 mujeres sanas, y los resultados muestran un mayor riesgo de cáncer de ovario en peluqueras o personal de estética (que triplican el riesgo frente a la población normal) y en mujeres contables. También se evidencia una relación en mujeres de la industria minorista, aunque ya con un menor riesgo. Finalmente, los autores también identifican un posible riesgo (este ya no claramente significativo) en modistas, comerciales y en trabajadoras de la construcción.
Este es un estudio que debe ser considerado generador de hipótesis. Esto significa que los resultados no pueden ser considerados concluyentes, y por lo tanto requieren una confirmación en un estudio de mayor tamaño. Sin embargo, estos resultados sugieren que podría existir algún tipo de agente químico al cual las mujeres pudieran estar expuestas durante el desempeño de su trabajo en los mencionados sectores y que podría ser responsable de este riesgo aumentado. En la propia publicación identifican 18 agentes potenciales, que van desde el talco al isopropanolol o productos capilares, aunque en este tipo de estudio la relación con el agente químico también debe ser confirmada.
En resumen, se trata de un estudio relevante que sugiere que la exposición profesional a diferentes agentes en sectores profesionales como las peluqueras, trabajadoras de belleza o de barberías o en contables podría justificar un incremento del diagnóstico de cáncer de ovario. No obstante, la confirmación de estos datos es necesaria antes de poder sacar conclusiones más sólidas.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Leung et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos