Un estudio ha estimado las muertes por cáncer que se producirán en la Unión Europea y el Reino Unido en 2023. Comparándolas con las observadas en 2018, estiman que se reducirán en un 6,5 % en hombres y un 3,7 % en mujeres de forma global. Sin embargo, en España aumentará la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres. Los resultados se publican en la revista Annals of Oncology.
Las muertes por cáncer de pulmón seguirán aumentando en España en mujeres / Pexels (Lil Artsy)
Cáncer UE - Pollán
Marina Pollán
Directora del Centro Nacional de Epidemiología, centro propio del Instituto de Salud Carlos III
El estudio utiliza los datos de mortalidad aportados por los países a la base de datos de la OMS hasta 2018. Los modelos utilizados son adecuados, aunque no es un trabajo de gran originalidad. Lo que muestran respecto al cáncer de pulmón es un fenómeno conocido y fácilmente visible aquí en España en el servidor de mortalidad interactivo del Centro Nacional de Epidemiología, ARIADNA.
Me imagino que, como ocurre en nuestro país, en el resto de países incluidos en el estudio existen datos más actuales (aquí tenemos información real de mortalidad hasta el año 2021) con los que las predicciones tendrían menor margen de error. Los modelos de predicción son más imprecisos cuanto más los prolongas hacia delante en el tiempo, aquí los han prolongado cinco años y en algunos de los países más, como es el caso de Italia y Francia.
El valor del estudio es poner de manifiesto la reducción de mortalidad para la mayor parte de las localizaciones tumorales, traduciéndolo además en número de muertes en los principales países de la Unión Europea y Reino Unido. La mortalidad es un indicador complejo, porque depende de la frecuencia de la enfermedad —principal causa del incremento de mortalidad por cáncer de pulmón, asociado a la epidemia de tabaquismo en mujeres, que se ha producido mucho más tarde que en los hombres—, pero también del efecto de las mejoras en el diagnóstico precoz y en el tratamiento. Por ello, de forma global, el artículo muestra el éxito en la lucha contra estos tumores en distintos frentes y es una llamada de atención hacia los dos tumores cuya mortalidad aumenta en mujeres [pulmón y páncreas].
Aunque los avances en diagnóstico precoz y mejores tratamientos puedan ayudar en el cáncer de pulmón, la lucha contra este tumor, primera causa de muerte por cáncer en todo el mundo requiere, sobre todo, reforzar los esfuerzos para eliminar el consumo de tabaco, medida que ayudaría también a disminuir la incidencia de cáncer de páncreas y de otros tumores y otras enfermedades crónicas muy prevalentes. El incremento de mortalidad por cáncer de páncreas podría en parte reflejar mejoras en la capacidad diagnóstica. Se trata del tumor con mayor letalidad para el que, como los autores reconocen, todavía queda camino por recorrer para mejorar el diagnóstico precoz y el tratamiento.
Cáncer UE - Bustelo
Xosé R. Bustelo
Profesor de investigación del CSIC, director científico del Centro de Investigación del Cáncer, Salamanca, y expresidente de ASEICA
Se trata de un estudio de buena calidad. Está basado en datos poblacionales obtenidos —segregados por rango de edad— de la información sobre muertes que está almacenada en la Organización Mundial de la Salud por epidemiólogos y oncólogos de instituciones italianas, norteamericanas y suizas.
Refleja tendencias previas recogidas ya en años previos. Creo que lo importante es lo que recalca: la importancia que tienen determinados hábitos sociales en la incidencia de algunos tipos de cáncer, como son el tabaquismo o los malos hábitos alimentarios y el poco ejercicio físico que conducen a la obesidad. Y, en el caso de España, ese mensaje es claro: es uno de los pocos países en donde se predice que aumentarán las muertes por cáncer de pulmón en mujeres en franjas de edades que son consistentes con la frecuencia de mujeres fumadoras. Esto, quizá, sea el mensaje principal: hay muchas causas del cáncer que no podemos evitar, dado que surgen de errores genéticos en nuestras células que están asociados generalmente con la edad, pero hay muchas otras que son evitables, como el tabaquismo. Aquí tienen relevancia campañas que se están haciendo por asociaciones científicas oncológicas y de pacientes sobre la importancia de aumentar las restricciones al uso del tabaco; solo así podremos bajar significativamente las tasas de aparición de algunos cánceres.
Pero hay también un mensaje positivo, que se ha visto en años recientes ya: pese a mayores tasas de envejecimiento, las muertes a nivel global de cáncer siguen una progresión descendente. Ahí influyen probablemente factores como una mejora en los tiempos de diagnóstico y el aumento en el arsenal de fármacos antitumorales que se han desarrollado durante estas últimas décadas. Este aspecto no es trivial, supone un gran número de muertes que se han evitado gracias a estas mejoras. Y también sugiere que, si esta tendencia global se mantiene, es previsible que sí lleguemos a conseguir la meta a medio plazo de reducir en más de un 35 % las muertes por cáncer en la Unión Europea.
Al final, el mensaje del artículo es claro: si quiere usted evitar ciertos tipos de cáncer, no fume, beba menos alcohol y evite la obesidad.
Hay un factor aquí que falta por valorar, como bien indican los autores del estudio: la influencia de la pandemia de coronavirus que conllevó importantes retrasos en el cribado, diagnóstico y asistencia de nuevos pacientes con cáncer. Este puede ser un factor que puede inclinar el balance hacia unos porcentajes más negativos en el corto plazo.
Cáncer UE - Borràs
Josep Maria Borràs
Coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud y director del Plan Catalán de Oncología
El grupo de autores del estudio es muy conocido y respetado, publica anualmente este tipo de ejercicios de proyección y análisis de mortalidad. El trabajo usa una metodología muy consolidada.
La principal novedad respecto a España es el incremento de mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres en un contexto de descenso de la mortalidad por cáncer en general. La razón es el incremento de consumo de tabaco en las mujeres observado entre los años 70 y 90 del siglo pasado, periodo en el cual el incremento del inicio de tabaquismo en mujeres jóvenes fue muy marcado y que, de hecho, se equiparó a los inicios de tabaquismo en hombres. Las consecuencias las estamos observando 30 años después.
Ahora este incremento se ha estabilizado y muestra una tendencia a la baja, por lo que podemos esperar que en los próximos años la tendencia observada se modifique en el sentido de reducir la mortalidad de pulmón.
En resumen, la tendencia observada se debe a las tendencias del tabaquismo.
El trabajo estima sus proyecciones a partir de las tendencias observadas y están sujetas a error. Sin embargo, el periodo de proyección es corto y, por lo tanto, este error es menor.
Eduard Teixidor y Rafael Marcos muertes cáncer Europa España
Eduard Teixidor
Médico adjunto de oncología médica en el Instituto Catalán de Oncología y en el Hospital Universitario de Girona Doctor Josep Trueta
Rafael Marcos-Gragera
Médico epidemiólogo en la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona del Instituto Catalán de Oncología-Plan Director de Oncología
El estudio presentado parece una buena revisión y análisis de los datos disponibles sobre la mortalidad en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos estudios son útiles y necesarios para evaluar a largo plazo el control de las enfermedades crónicas.
Pese a la sensación subjetiva que tenemos a pie de calle, la tendencia de la mortalidad por cáncer está disminuyendo. Aunque en valores absolutos uno diría que cada vez hay más mortalidad, cuando se ajusta por las características de la población actual (por la edad, principalmente), los gráficos muestran una disminución de la mortalidad como se describe en este estudio.
En España, el cáncer de pulmón es el segundo cáncer con mayor incidencia en hombres y el tercero en mujeres, y es el primero en número de defunciones por cáncer en ambos sexos combinados.
En cuanto a las diferencias por sexo de la mortalidad por cáncer de pulmón, pese a no ser una sorpresa, es interesante de este estudio la constatación una vez más de que en los países del sur de Europa la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres está incrementando mientras que en hombres continúa la tendencia a disminuir. Esto se traduce en un mayor número de muertes de las que se esperaba inicialmente en mujeres y una reducción en hombres.
El habito tabáquico es muy probablemente el factor principal de este hecho. El consumo de tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón en todo el mundo, y el riesgo está relacionado tanto con la intensidad como con la duración del mismo. El consumo de tabaco se ha asociado, además, con el desarrollo de otros 14 tipos de tumores hasta el momento. Esta enfermedad tiene otros factores de riesgo, entre los que destacan la exposición a radón interior o la ocupación.
En España en concreto, las diferencias en la evolución de la prevalencia de consumo de tabaco entre sexos se ven reflejadas en la mortalidad atribuida al consumo de tabaco, que tiene una tendencia descendente en hombres y por el momento todavía está aumentando en mujeres. Además, destaca el aumento en la carga de mortalidad por cáncer de pulmón atribuida al consumo de tabaco en mujeres, que pasó de representar el 12, 3% de la mortalidad atribuida total al consumo de tabaco en el periodo 1990-2003 al 21 % entre 2004-2018. En los hombres, el tabaquismo está disminuyendo desde los años 80, cuando se registraron cifras de prevalencia en 1987 del 55,1 %; en las mujeres, las cifras de prevalencia comenzaron a disminuir mucho más recientemente, en 2001, año en el que fumaban el 27,3 % mujeres españolas.
Por otro lado, en los últimos años se viene discutiendo acerca de la factibilidad de realizar programas de cribado (detección precoz) de cáncer de pulmón. Las recomendaciones recogidas en la Estrategia Europea Contra el Cáncer (2022) y la actualización de las recomendaciones europeas del 2003 aprobadas en 2022 mantienen la conveniencia de la realización de cribados poblacionales para el cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer de cérvix, a la vez que mencionan la conveniencia de estudiar y realizar estudios pilotos que contribuyan a clarificar cuestiones que están todavía sin resolver de cara a la implantación de nuevos cribados de cáncer para diagnosticar precozmente el cáncer de pulmón, el cáncer de próstata y el de estómago.
La detección precoz de un cáncer de pulmón requiere la realización de una tomografía computarizada, existiendo todavía incertidumbres acerca de la periodicidad con la que debería realizarse dicha prueba, y sobre los protocolos que deberían seguirse ante el diagnóstico de algunas lesiones. Por ello, en España se están realizando diferentes proyectos piloto orientados a evaluar determinados aspectos técnicos de los protocolos que deberían establecerse. Además, debe conocerse de forma detallada la viabilidad de la inclusión de este cribado en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, estableciéndose los recursos técnicos y humanos que serían necesarios para su desarrollo.
Comparado con los cribados de cáncer actualmente incluidos en cartera de servicios de las comunidades autónomas (mama, cérvix y colorrectal), el del cáncer de pulmón es el único que se dirige a una enfermedad prevenible en un 85 % si se actúa frente al consumo de tabaco (su mayor factor de riesgo), lo que pone de manifiesto la necesidad de actuar e implementar la estrategia MPOWER (plan de medidas para hacer retroceder la epidemia del tabaquismo) de la OMS o incluso ir más allá, tal y como propone la estrategia ENDGAME, cuyo objetivo es conseguir una sociedad libre de tabaco.
Trabajar en intervenciones basadas en la prevención primaria del consumo de tabaco es lo más razonable, ya que no solo se reduce el riesgo de cáncer de pulmón sino el de otros tumores, enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias tanto de las personas fumadoras como de aquellas expuestas al humo ambiental del tabaco. Por ello, las estrategias frente a esta enfermedad, que causa más de 25.000 fallecimientos al año en España, deben pasar de forma prioritaria por actuaciones desde la SALUD PÚBLICA orientadas a evitar el inicio del consumo de tabaco y a fomentar el abandono en los fumadores. Para los exfumadores, estudios realizados en Reino Unido han demostrado que es posible reducir los estadios tardíos al diagnóstico con campañas informativas a la población (Be aware on cancer).
Teniendo en cuenta los datos publicados en este artículo, en concreto para España, tenemos que destacar también la disminución, en los hombres, de la mortalidad en todos los tumores estudiados. En concreto, los descensos en la mortalidad por cáncer de páncreas, pulmón y vejiga podrían ser atribuidos a la disminución de la prevalencia del tabaquismo en los hombres y, en general, a las mejoras en los tratamientos (cirugía, quimioterapia, terapias diana y radioterapia).
En las mujeres, sin embargo, las noticias no son tan buenas: sigue observándose un aumento de la mortalidad en aquellos tumores relacionados con el tabaco como pulmón y páncreas. En contraposición también observamos una disminución de la mortalidad en tumores con una alta prevalencia en las mujeres, como el cáncer de mama y de colon, debido, en parte, a los programas de detección precoz y a las mejoras en los tratamientos.
Revisar tal cantidad de datos epidemiológicos nos da la oportunidad de generar hipótesis para intentar posteriormente analizar los posibles factores que hayan influido. Los programas de deshabituación y protección de la salud, sobre todo los relacionados con el tabaco y la exposición laboral, están ayudando a que la mortalidad disminuya. Las mejoras en los tratamientos también se espera que tendrán un impacto relevante en el futuro inmediato.
Respecto a las limitaciones del estudio, las distintas herramientas para la recogida de datos siempre se deberían tener en cuenta como una limitación cuando se realizan comparaciones entre países. Otra limitación, en cuanto a las proyecciones de mortalidad, tal y como se describe en la discusión, es que podrían verse afectadas por la influencia de la pandemia COVID.
Sería conveniente en un futuro poder realizar este tipo estudio a nivel de la Unión Europea con datos de incidencia. Analizar los datos de mortalidad es útil, pero no refleja el verdadero impacto del cáncer en la población; sería necesario tener datos de incidencia donde se incluya también información de aquellos pacientes que sobreviven al cáncer. Para poder llevar a cabo estudios de incidencia sería necesario tener un sistema de información sobre la incidencia del cáncer que cubra toda la población española. En la actualidad, tan solo el 26 % de población en España está cubierta por registros poblacionales de cáncer.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Malvezzi et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos