Las especies invasoras representan una amenaza subestimada para la naturaleza, la economía, la seguridad alimentaria y la salud humana. Es la principal conclusión del nuevo informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), presentado por algunos de sus autores en un encuentro con medios organizado por el Science Media Centre España. El documento estima en más de 400.000 millones de dólares el coste económico global en 2019.
“No es una anécdota, esto está afectando a las personas, incluso a su esperanza de vida”, aseguraba el copresidente del informe y profesor de la facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción e Instituto de Ecología y Biodiversidad (Chile), Aníbal Pauchard, durante la sesión. En ella explicó que la mayoría de los impactos que tienen estas especies son negativos, y que pueden incluso implicar nuevas enfermedades como aquellas que transmiten los mosquitos invasores.
El investigador de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) Alejandro Ordoñez, coautor del informe, destacó que la integración regional en la lucha contra las especies invasoras “es sumamente importante”. Esto es debido a que “las especies invasivas no respetan las fronteras y no van a dejar de ser un problema por salir de España”. En otras palabras: “Hay que tomar acciones a nivel regional”.
La coordinadora de uno de los capítulos e investigadora principal del Instituto de Biología de Organismos Marinos en el CONICET (IBIOMAR-CONICET, Argentina), Evangelina Schwindt, puso varios ejemplos de especies invasoras, como el cangrejo azul y la hierba de las Pampas, pero también aclaró que existen soluciones para luchar contra ellas. “El 88% de los intentos de erradicación de vertebrados fue exitoso en un estudio con más de mil islas, lo cual es alentador porque las islas son especialmente vulnerables a la introducción de especies”.