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Mariam Tórtola

Profesora Titular en el departamento de Física Teórica de la Universitat de València y en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC)

El observatorio de neutrinos IceCube, en funcionamiento desde 2010 en el Polo Sur, ha conseguido identificar la galaxia activa NGC1068 como una fuente de neutrinos astrofísicos de altas energías.   

Se trata de un resultado extremadamente importante que abre definitivamente la puerta a la astronomía de neutrinos (y con ella a la conocida como astronomía de multimensajeros), inaugurada ya por el propio experimento IceCube en 2018 tras asociar por primera vez la emisión de este tipo de neutrinos con un objeto astrofísico conocido por sus emisiones de radiación electromagnética, como ondas de radio o rayos gamma. En aquella ocasión, la fuente apuntada era el blazar TXS 0506+056 y fue posible asociar la emisión de un único neutrino de altas energías, mientras que ahora se trata de la galaxia NGC1068, a la cual ha sido posible vincular el origen de alrededor de 80 neutrinos. En ambos casos se trata de galaxias activas en las que la producción de radiación se debería a la caída de material sobre un agujero negro supermasivo y donde la gran densidad de polvo y gas de su parte central dificultaría la emisión de radiación electromagnética. Los neutrinos, en cambio, debido a su débil interacción con la materia podrían escapar incluso de los entornos más densos sin ningún problema, proporcionando información muy valiosa sobre los procesos que tienen lugar en las proximidades de agujeros negros supermasivos. Por otro lado, su propagación en línea recta, a diferencia del caso de los rayos cósmicos, desviados por los campos magnéticos galácticos y extragalácticos, resulta crucial para rastrear la fuente de estos procesos.  

El descubrimiento ha sido posible gracias al perfeccionamiento de las técnicas de reconstrucción direccional de las trayectorias de los neutrinos, que han permitido identificar con precisión NGC1608 como la fuente de estos neutrinos. 

En el futuro se espera que la extensión del observatorio IceCube, conocida como IceCube-Gen2, junto con otros telescopios de neutrinos como KM3NeT en el mar Mediterráneo, sea capaz de mejorar su sensibilidad y pueda identificar muchas más fuentes de neutrinos astrofísicos, incluso de mayores energías. Estas observaciones nos ayudarán a desentrañar los procesos fundamentales que tienen lugar en el universo para poder conocer al fin cuáles son los mecanismos físicos que dan lugar a los rayos cósmicos de muy altas energías, una de las principales incógnitas actuales de la física de astropartículas. 

ES