Por primera vez, el equipo de la colaboración IceCube ha encontrado pruebas de la emisión de neutrinos de alta energía de NGC 1068, una galaxia activa situada a 47 millones de años luz con un agujero negro supermasivo. El hallazgo, realizado con el detector situado bajo la capa de hielo antártico, se publica en la revista Science.
Juan José Gómez Cadenas - neutrinos galaxia
Juan José Gómez Cadenas
Profesor Ikerbasque de Física en el Donostia International Physics Center (DIPC)
Se trata, en mi opinión, de un gran avance en astronomía de neutrinos, que establece de forma robusta la conexión entre AGNs [núcleos galácticos activos] y producción de neutrinos. La significancia estadística es buena (aunque puede mejorarse y seguro que se mejorará).
El resultado de IceCube permite utilizar un telescopio de neutrinos para 'ver', gracias a estas partículas, la vecindad de un agujero negro supermasivo, escondido a los telescopios convencionales por inmensas nubes de polvo y gas. La detección de 79 neutrinos de gran energía en el gigantesco aparato enterrado bajo el hielo de la Antártida es comparable a realizar una radiografía, que nos permite ver el interior del 'paciente', en este caso, una galaxia superactiva en proceso de ser devorada por un inmenso agujero negro.
El estudio es de gran calidad (marca de la casa en IceCube) y refuerza y expande estudios anteriores, abriendo una puerta a la observación detallada de galaxias activas.
Declara no tener conflicto de interés con IceCube.
Mariam Tórtola - neutrinos galaxia
Mariam Tórtola
Profesora Titular en el departamento de Física Teórica de la Universitat de València y en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC)
El observatorio de neutrinos IceCube, en funcionamiento desde 2010 en el Polo Sur, ha conseguido identificar la galaxia activa NGC1068 como una fuente de neutrinos astrofísicos de altas energías.
Se trata de un resultado extremadamente importante que abre definitivamente la puerta a la astronomía de neutrinos (y con ella a la conocida como astronomía de multimensajeros), inaugurada ya por el propio experimento IceCube en 2018 tras asociar por primera vez la emisión de este tipo de neutrinos con un objeto astrofísico conocido por sus emisiones de radiación electromagnética, como ondas de radio o rayos gamma. En aquella ocasión, la fuente apuntada era el blazar TXS 0506+056 y fue posible asociar la emisión de un único neutrino de altas energías, mientras que ahora se trata de la galaxia NGC1068, a la cual ha sido posible vincular el origen de alrededor de 80 neutrinos. En ambos casos se trata de galaxias activas en las que la producción de radiación se debería a la caída de material sobre un agujero negro supermasivo y donde la gran densidad de polvo y gas de su parte central dificultaría la emisión de radiación electromagnética. Los neutrinos, en cambio, debido a su débil interacción con la materia podrían escapar incluso de los entornos más densos sin ningún problema, proporcionando información muy valiosa sobre los procesos que tienen lugar en las proximidades de agujeros negros supermasivos. Por otro lado, su propagación en línea recta, a diferencia del caso de los rayos cósmicos, desviados por los campos magnéticos galácticos y extragalácticos, resulta crucial para rastrear la fuente de estos procesos.
El descubrimiento ha sido posible gracias al perfeccionamiento de las técnicas de reconstrucción direccional de las trayectorias de los neutrinos, que han permitido identificar con precisión NGC1608 como la fuente de estos neutrinos.
En el futuro se espera que la extensión del observatorio IceCube, conocida como IceCube-Gen2, junto con otros telescopios de neutrinos como KM3NeT en el mar Mediterráneo, sea capaz de mejorar su sensibilidad y pueda identificar muchas más fuentes de neutrinos astrofísicos, incluso de mayores energías. Estas observaciones nos ayudarán a desentrañar los procesos fundamentales que tienen lugar en el universo para poder conocer al fin cuáles son los mecanismos físicos que dan lugar a los rayos cósmicos de muy altas energías, una de las principales incógnitas actuales de la física de astropartículas.
Carlos Pobes - neutrinos galaxia
Carlos Pobes
Investigador posdoctoral del grupo Q-MAD en el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA)
IceCube ha conseguido observar la segunda fuente conocida de neutrinos de muy alta energía, el núcleo activo de la galaxia M77 a 47M de años luz de distancia. Para ello, ha acumulado los datos obtenidos en los 10 años de operación del telescopio observando unos 80 neutrinos ultraenergéticos procedentes de este objeto. La tarea no ha sido fácil ya que los neutrinos son altamente esquivos. Para ponerlo en perspectiva, aproximadamente un neutrino procedente de M77 atraviesa el detector por segundo, pero solo 80 se han conseguido capturar en 10 años.
IceCube lleva todo este tiempo tratando de realizar una ‘fotografía’ del universo con neutrinos, pero, hasta ahora, solo se había conseguido localizar otro objeto, el blazar TXS 0506+056 (otro agujero negro supermasivo, mucho más alejado que M77). La diferencia es que en aquella ocasión la detección fue posible gracias a la colaboración de otros telescopios repartidos por todo el mundo, lo que permitió capturar una fulguración emitida por el objeto (uno de los primeros ejemplos de detección multimensajera). En este caso, IceCube ha conseguido observar la emisión continuada de neutrinos de M77 gracias a los largos tiempos de exposición y a haber mejorado los análisis de las imágenes (mejorando así la capacidad de ‘apuntar’(*) del telescopio), confirmando unos indicios publicados ya en 2020 que apuntaban a M77 como posible fuente de neutrinos. Es interesante destacar también que el agujero negro en el centro de M77 queda oscurecido por el disco de acreción circundante ya que vemos esta galaxia de perfil y, por tanto, su observación con otros telescopios (de luz visible, rayos X o rayos gamma) es más dificultosa. Los neutrinos son, en cambio, una herramienta ideal para poder ‘ver’ a través de ese disco.
Gracias a este descubrimiento, se empieza a identificar el posible origen de los rayos cósmicos de más alta energía, uno de los problemas abiertos más importantes en astrofísica. Los rayos cósmicos son partículas cargadas que llegan a alcanzar energías descomunales. No está claro qué fenómenos pueden acelerar estos rayos a esas energías y es difícil identificar el origen de estas partículas, ya que son desviadas por campos magnéticos intergalácticos en su viaje a la Tierra. Unos posibles candidatos son los núcleos activos de galaxias (AGNs) que, además de rayos cósmicos, se espera que produzcan también neutrinos, que viajarían inalterados hasta nosotros. La detección positiva de IceCube de M77 y de otras tres fuentes algo menos intensas apuntan, por tanto, de forma clara a estos objetos como una de las fuentes importantes de rayos cósmicos ultraenergéticos, confirmando los modelos.
Estas cuatro fuentes suponen un pequeño porcentaje de todos los neutrinos que detecta IceCube y que, por ahora, son de origen desconocido. Será necesario seguir acumulando datos para aclarar si los AGNs son las únicas fuentes de rayos cósmicos de alta energía o, por el contrario, se descubren nuevos ‘aceleradores cósmicos’. De hecho, dada la diferente naturaleza del blazar TXS0506+056 y del AGN en M77, la colaboración sugiere la existencia de, al menos, dos tipos distintos de fuentes. ¡Se avecinan tiempos muy excitantes para la astronomía multimensajera!
(*) El instrumento no tiene partes móviles: reconstruye la dirección de las partículas incidentes a partir de las señales luminosas generadas en el hielo antártico produciendo una imagen mucho menos nítida, por ejemplo, que la de los telescopios ópticos.
Fue Winter Over (operador) de IceCube en 2012.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
IceCube collaboration.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares