Un estudio publicado en PLOS ONE revela que en cada microfibra flotante del mar Mediterráneo viven más de 2.600 bacterias de media, que pertenecen a 195 especies bacterianas. Estos residuos procedentes de la contaminación por plásticos, textiles y actividades pesqueras, una vez colonizados, huelen a comida y son consumidos por los animales marinos. Entre ellas se han encontrado especies patógenas de Vibrio, una bacteria que puede ser una amenaza para el baño y el consumo de marisco.
Fotomicrografía de fibras flotantes recogidas en la zona costera del noroeste del Mediterráneo (A), e imágenes de microscopía electrónica de barrido (SEM) de sus comunidades bacterianas (B), con células alargadas y redondeadas, así como sustancias poliméricas extracelulares (EPS) (C-F). Pedrotti et al., 2022, PLOS ONE, CC-BY 4.0
Joaquim Rovira Solano- microfibras mediterráneo
Joaquim Rovira Solano
Investigador del Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica (TecnATox) en la Universitat Rovira i Virgili
El estudio es de buena calidad y las conclusiones están respaldadas por datos sólidos que respaldan la evidencia existente. La presencia de fibras naturales y sintéticas en el medio ambiente en general y en el medio marino en particular está generando preocupación. Se han encontrado alto número de fibras sintéticas y microplásticos en el agua, en sedimentos de las profundidades y en arenas, así como en los animales que habitan los mares, desde peces a moluscos como el mejillón. Estas fibras pueden generar problemas de salud a estos animales y a las personas que los consumen. En el estudio han detectado microorganismos, algunos de ellos patógenos, asociados a estas microfibras. El origen de estos microorganismos puede ser diverso, pero son especialmente preocupantes los que crecen en las plantas depuradoras de aguas residuales, de donde se emiten gran cantidad de fibras que provienen de las lavadoras domésticas. No obstante, serían necesarias más investigaciones, como la viabilidad de estos microorganismos (si están vivos, si son capaces de reproducirse y en consecuencia, ser potencialmente nocivos). Estos resultados son realmente preocupantes para la salud pública y lo son aún más si estos microorganismos incorporan genes de resistencia a antibióticos, como ya han apuntado otros estudios.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
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- Estudio observacional