Parte de los resultados mostrados en este estudio ya fueron presentados de forma no formal a finales de 2021. 

El estudio es de buena calidad. Entre los puntos fuertes puede mencionarse:  

1. Cuenta con un número importante de casos (306) que se han comparado con cuatro controles (bien seleccionados) por caso. 
2. Usan registros contrastados de carácter poblacional y de titularidad pública. Las conclusiones, por tanto, están bien respaldadas por los resultados hallados. 

Los resultados son importantes, pues aportan información esencial para la toma de decisiones en el contexto de una enfermedad (la enfermedad meningocócica invasiva (EMI)) de baja frecuencia, pero de elevado impacto en la población, pediátrica, afectada y sus familias por la elevada letalidad (alrededor del 10 %), elevado riesgo de secuelas graves (alrededor del 30 %) y por su forma de presentación (brusca, imprevisible, evolución rápida en pocas horas). 

El serogrupo B es el principal causante de EMI en la población pediátrica (el serogrupo C está bien controlado con la vacunación desde el año 2000). La disponibilidad de una vacuna desde 2013 que ha mostrado ser eficaz ha llevado a la necesidad de evaluar su inclusión en los calendarios de vacunación sistemática con financiación pública. El colectivo de profesionales de la pediatría viene reclamando esta vacunación desde que está disponible, ya que la EMI por serogrupo B no dispone de ninguna otra medida de prevención hasta el momento. La decisión tomada por el Consejo Interterritorial del SNS (CISNS) para 2023, tan deseada y solicitada repetidamente, es una gran noticia y este estudio viene a respaldar la bondad de la misma. 

Como los propios autores señalan, los resultados de este estudio están en línea con los encontrados en estudios similares realizados en Reino Unido, Italia y Portugal. 

Las limitaciones, también señaladas por los autores, no desvirtúan sus conclusiones. El principal factor de confusión es que el coste de la vacunación soportado por las familias ha provocado que el estatus económico de la familia condicionara los resultados, ya que se sabe que también podría promover un menor riesgo de EMI. Sin embargo, otros condicionantes de la disponibilidad de la vacuna a lo largo del tiempo podrían neutralizar, al menos en parte, los efectos (sesgos) señalados antes. 

En enero de este 2023, el calendario de vacunación del CISNS incluye, por fin, la vacunación frente al meningococo B en el primer año de vida, aunque esta puede implementarse hasta finales de 2024. Sin embargo, varias comunidades autónomas ya incluían antes esta vacunación en sus calendarios: Castilla y León (desde junio de 2019), Canarias (desde julio de 2019), Andalucía (desde diciembre de 2021), Cataluña (desde marzo de 2022) y Galicia (desde septiembre de 2022). 
 
En enero de 2023, otras comunidades ya han decidido el comienzo de la vacunación, como son Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Navarra y País Vasco. Sería deseable que las demás comunidades decidieran la incorporación de esta vacunación a su calendario lo antes posible. No hay que olvidar que el elevado coste de la vacuna es un elemento de inequidad para las regiones que no contemplan esta vacunación y para las familias que tienen dificultades para asumirlo. 
 
En resumen, la prevención de la EMI por serogrupo B con una vacuna eficaz (Bexsero) en niños desde los 2 meses de edad (ahora se dispone de otra vacuna autorizada solo para niños a partir de 10 años, Trumenba) es un hito muy importante. Por fin, disponemos de una medida de protección frente a la enfermedad de la que se beneficiarán todos los niños y no solo los de aquellas familias que podían costearla.