En realidad Wegovy es lo mismo que Ozempic, el principio activo es el mismo (semaglutida), y además lo comercializa la misma empresa. No es nada nuevo, solo se amplían las indicaciones terapéuticas en España. 

Ante la falta de estrategias farmacológicas realmente útiles para el tratamiento de la obesidad, la semaglutida (es decir, Wegovy) ha supuesto una mejora importante como ayuda para estos pacientes, pero siempre bajo prescripción médica. Es inútil un tratamiento farmacológico sin el complemento de una dieta equilibrada, ejercicio físico y supervisión sanitaria. El fármaco milagroso que hace perder peso sin ningún esfuerzo por parte del usuario no existe. 

Además, estos fármacos presentan ciertos efectos adversos que los usuarios deben conocer, por ello siempre deben ser dispensados con receta médica. 

Los diabéticos de tipo 2 con obesidad podrían ser los más afectados en el caso de desabastecimiento, pero se cuenta con un arsenal amplio de antidiabéticos de la misma familia y de otras familias que pueden reemplazarlos. 

Respecto al problema del desabastecimiento, es un éxito comercial para Novo Nordisk, que sigue con la patente de exclusividad y, por tanto, ninguna otra empresa lo puede producir. 

Tirzapatida (Mounjaro), la molécula de Lilly, intentará competir para la indicación de la obesidad. Hasta ahora está autorizada solo para diabetes tipo 2 pero cinco ensayos globales fase 3, aleatorizados y controlados (SURPASS 1-5) demostraron también una eficacia importante en la pérdida de peso. 

Desde luego el uso indiscriminado de Wegovy puede producir, en primer lugar, problemas de desabastecimiento y un grave perjuicio para aquellos que realmente lo necesitan y en segundo lugar, un problema de salud para aquellos que no sigan una supervisión médica. Las contraindicaciones y efectos adversos de estos fármacos en algunos casos son graves, como la pancreatitis aguda, aunque no es frecuente.