Se trata de un accidente que ha provocado una contaminación masiva por material plástico muy difícil de retirar. Una vez en el medio marino, estas partículas se van a ir fragmentando en trozos más pequeños por el oleaje y por la radiación solar, y el material plástico es más tóxico cuanto más pequeño, ya que es más fácil que se introduzca en los seres vivos.   

Los daños se producen por una exposición crónica y continuada y no nos va a suceder nada por tocar estos materiales como se está diciendo, ya que no se trata de toxicidad aguda. En el caso de los animales marinos pueden provocar dos tipos de problemas. Por una parte, un impacto físico, porque puede obstruirles el tubo digestivo y morir por inanición. Por otra parte, un daño químico, provocado por los aditivos que pueden ir asociados a estos pellets. Se ha hablado de que algunos pueden llevar filtros solares, y se sabe que algunos de ellos pueden ser muy tóxicos. Incluso aunque no los llevaran y se tratara de compuestos más inertes, como el PET, estos plásticos actúan como esponjas que acumulan otros contaminantes presentes en el medio marino, por lo que también pueden producir daños químicos.   

Si nosotros consumimos esos pescados, lo que hayan acumulado lo vamos a acumular nosotros cuando los comamos. Sabemos que contaminación cero en el pescado no hay y, aunque es pronto para valorar la magnitud de este episodio, este vertido va a provocar que los niveles de contaminación sean superiores.

ES