
Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC)
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Directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC)
Profesor de investigación del CSIC, departamento de Química Medioambiental en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC)
Científico titular en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua en el CSIC (IDAEA-CSIC)
Profesor de Investigación del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), CSIC

La mayor parte de la investigación sobre la presencia de plásticos en los mares se ha centrado en macro y microplásticos. Ahora, un equipo internacional ha analizado la presencia de nanoplásticos —de tamaño inferior— en distintas localizaciones y profundidades del océano Atlántico Norte, incluidas zonas cercanas a las costas europeas. Los resultados sugieren que estos podrían suponer la fracción mayoritaria de toda la masa de plástico en los océanos y que la masa total de plástico marino sería mayor de la que se pensaba. El trabajo se publica en la revista Nature.

Un modelo ha analizado la concentración de mercurio en los ríos del mundo desde 1850 hasta la actualidad. Sus resultados, publicados en Science Advances, concluyen que los niveles se han duplicado e incluso triplicado desde la Revolución Industrial: antes de 1850, los ríos transportaban aproximadamente 390 toneladas métricas de mercurio a los océanos cada año y en la actualidad, esa cifra ha aumentado a unas 1.000 toneladas métricas. Según los autores, estos resultados tienen implicaciones para la salud humana y la fauna, ya que los compuestos de mercurio son neurotóxicos, pueden acumularse en los peces y suponer un riesgo para la salud a través del consumo.

Solo el 9,5% de los plásticos producidos en el mundo en 2022 se generaron a partir de materiales reciclados. Los resultados, publicados en Communications Earth & Environment, forman parte de un análisis exhaustivo del sector mundial del plástico, que también revela un gran aumento de la cantidad de plástico que se elimina por incineración y diferencias regionales sustanciales en su consumo.

Un artículo analiza las evidencias sobre la acumulación de microplásticos en el tejido cerebral humano publicadas recientemente en Nature Medicine. Los autores destacan medidas prácticas para reducir la exposición, señalando que cambiar el agua embotellada por agua filtrada del grifo podría reducir la ingesta de microplásticos de 90.000 a 4.000 partículas al año. El trabajo es un comentario en Brain Medicine.

Un equipo multidisciplinar de investigadores de EEUU ha analizado la presencia de micro y nanoplásticos en 52 cadáveres humanos entre 2016 y 2024. Las concentraciones de estas partículas eran mayores en el cerebro que en el hígado o en los riñones. Además, eran más altas en los cerebros de personas con demencia, aunque los investigadores reconocen que no se puede establecer una causalidad. Los resultados se publican en la revista Nature Medicine.

Un estudio en ratones revela que las células inmunitarias del cerebro ‘engullen’ microplásticos, formando grupos que pueden causar coágulos cerebrales. Los hallazgos, publicados en la revista Science Advances, ponen de relieve cómo los microplásticos pueden dañar indirectamente el cerebro al interrumpir el flujo sanguíneo, en lugar de infiltrarse directamente en las células del tejido cerebral.

De madrugada en Busán (Corea del Sur), ha concluido sin tratado el quinto período de sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación de las Naciones Unidas para elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos (INC-5). Los más de 100 países que han participado en la que debía ser la última ronda de negociaciones se han emplazado a seguir negociando, informa Reuters.

Un estudio publicado hoy en Science muestra un nuevo plástico tan resistente como los plásticos convencionales y que se descompone en el agua de mar. Según los autores, este nuevo material podría reducir la contaminación por microplásticos que se acumula en los océanos y acaba entrando en la cadena alimentaria.

Si no cambian las prácticas y políticas públicas, la masa de basura plástica mal gestionada en el mundo se duplicará hasta llegar a 121 millones de toneladas por año en 2050, según estima un estudio publicado en Science. El artículo también evalúa el impacto potencial de medidas a nivel global, como las contempladas por el futuro tratado global de las Naciones Unidas sobre la contaminación plástica, que inicia su última sesión de negociaciones a finales de este mes.

Cada año se vierten más de 52 millones de toneladas de basura plástica en el mundo, según estima un estudio publicado en Nature que hace un inventario de la contaminación plástica en 50.702 ciudades del planeta. Concluye que la basura tirada directamente en el ambiente [littering] es la mayor fuente de emisiones plásticas en el norte del planeta, y la basura no recogida es la mayor fuente en el sur.