El glioblastoma es un tipo de cáncer agresivo que se genera en el cerebro o en la médula espinal. Un equipo de investigadores ha identificado un nuevo fármaco que aprovecha los defectos de reparación del ADN para atacar selectivamente los tumores resistentes al tratamiento de quimioterapia con temozolomida. La investigación se publica en la revista Science.
Manuel Valiente - glioblastoma
Manuel Valiente
Jefe de grupo. EMBO YIP. Investigador ERC. Cofundador y director científico de RENACER. Grupo de Metástasis Cerebral. Programa de Oncología Molecular, CNIO
El trabajo aborda un problema “enquistado" de la oncología y es que desde el descubrimiento de la temozolomida y su aplicación clínica no ha habido más mejoras en el tratamiento del tumor primario de cerebro más frecuente y letal, el glioblastoma. De esto hace demasiados años ya y son muchos los esfuerzos fallidos para mejorar la situación. A pesar de que la temozolomida aumenta la supervivencia -aplicada después de la cirugía para extraer el tumor y la posterior radioterapia-, este tratamiento solo mejora en unos meses la esperanza de vida de los pacientes. Por eso este resultado es prometedor, ya que identifica un fármaco que permitiría matar a las células tumorales resistentes al tratamiento mencionado siguiendo una estrategia química que multiplica el daño en su ADN.
El artículo es muy sólido en la estrategia química y los resultados son claros incluso en un modelo de este tumor in vivo derivado de paciente (PDX). Llama a la cautela el hecho de que no se testan modelos adicionales de glioblastoma (los glioblastomas se caracterizan por la gran plasticidad), y la necesidad todavía de tener una estrategia farmacológica para entrar en ensayos clínicos. El glioblastoma es un tipo de tumor que ya se ha llevado nuestras esperanzas al traste en otras ocasiones. Sin embargo, si los resultados fueran validados en más modelos de glioblastoma y si la estrategia farmacológica pudiera evolucionar hasta un posible ensayo clínico, se abriría la puerta a tratar muchos otros tumores, no sólo los cerebrales, donde la inestabilidad genómica es tanto un punto necesario para su evolución como un talón de Aquiles.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Kingson Lin et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares