Copernicus, el programa de observación terrestre de la Unión Europea, en colaboración con la Organización Meteorológica Mundial (WMO), ha publicado el informe "El estado del Clima en Europa 2023". Europa es el continente que se está calentando más rápidamente, con un ritmo dos veces más acelerado que la media global, lo que implica más aumento en temperatura, eventos meteorológicos extremos (lluvias y sequías) o incendios.  

Como ya se había anticipado, el año pasado fue especialmente cálido en toda la región, tanto en tierra como en el mar, especialmente en las áreas marítimas que rodean España. Los efectos directos e indirectos del calor en la salud humana son devastadores en casi toda la región, especialmente en España y en ciudades, aunque la percepción del riesgo sigue siendo baja. La mortalidad relacionada con el calor ha aumentado en aproximadamente un 30 % en los últimos 20 años en Europa. También se registró un incremento en la precipitación y el caudal de los ríos en Europa, aunque estas cifras estuvieron por debajo en la región mediterránea de la península ibérica y en el sur. Se registró menos nieve, pérdida de glaciares en los Alpes y de hielo marino en el Ártico (sobre todo en verano), y un aumento en los incendios en la zona del Ártico.  

En cuanto a la generación de electricidad, un récord 43 % provino de fuentes renovables, comparado con el 36 % en 2022. Europa necesita acelerar la transición hacia fuentes de energía renovable. Como destaca el informe en su sección de políticas públicas, también es crucial invertir considerablemente más en medidas de adaptación y resiliencia, especialmente en el ámbito de la salud. Esto implica colaborar estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS), gobiernos locales y fortalecer la integración de la salud en los planes nacionales de adaptación del Acuerdo de París.