El ensayo clínico es de excelente calidad; la eficacia se demuestra, pero hay que tratar a cinco pacientes durante seis meses para conseguir una respuesta de repigmentación igual o superior al 75 % en un paciente. Si se continúa el tratamiento durante un año, uno de cada dos pacientes responde. No se puede descartar (no se ha analizado en este ensayo) la recaída al cabo de un tiempo, pero sí se ha observado en modelos experimentales.  

Los efectos adversos descritos son los esperables –destaca la reacción acneiforme en el 6 % de pacientes–. Las concentraciones plasmáticas detectadas –por absorción a través de la piel en las zonas tratadas– son relativamente bajas, pero no despreciables.    

El principal problema sería el precio del tratamiento; el precio de venta de la crema en Estados Unidos es de 50 dólares el gramo (como el oro, aproximadamente). Con medio gramo (ver figura) se puede tratar un área equivalente a la superficie de dos manos.  

Un paciente con vitíligo en la cara debería aplicarse 0,5 g dos veces al día durante 6 meses, lo que equivale a 180 g; para mejorar un 75 % o más en un paciente habría que tratar a cinco. Eso supondría 5 x 9.000 €.

El estudio TRuE-V1 y V2 es un estudio bien diseñado con un buen número de pacientes que estudia la eficacia de un grupo de fármacos llamados inhibidores de la vía JAK en vitíligo. Estos fármacos bloquean de forma selectiva la acción de las defensas que destruyen los melanocitos de la piel con la consecuente pérdida de color en la piel. Lo más novedoso de este tratamiento respecto a los previos radica en la selectividad de los inhibidores de la vía JAK, ya que los primeros también tienen por objetivo bloquear la acción de las defensas frente a los melanocitos, pero de una manera menos selectiva. Opino que es un estudio interesante y positivo en cuanto a que es un primer paso que abre la puerta a la investigación de nuevos fármacos en el futuro que actúen de una manera similar. Sin embargo, salvo que se comercialice a un precio razonable, creo que es difícil que el producto en estudio sea de aplicación generalizada en los pacientes con vitíligo, ya que no existe gran diferencia en cuanto a eficacia con algunos de los tratamientos que ya tenemos disponibles y el coste es probable que sea notablemente superior. No obstante, su buen perfil de seguridad y facilidad del tratamiento son aspectos positivos a tener en cuenta.