Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en relación con la tan debatida creación de la especialidad de Urgencias, nos gustaría reflexionar sobre algunos aspectos: 

• Como ya hemos manifestado repetidamente, estamos muy preocupados por la sostenibilidad del sistema sanitario en las condiciones actuales, en las que nos encontramos una fuerte repercusión de las consecuencias de la pandemia sobre el sistema sanitario y muy especialmente sobre el primer nivel, ya muy colapsado y esquilmado previamente por la escasez que veníamos manifestando tanto en inversión económica como de recursos humanos y organización. 
• Nos parece básico restablecer la Atención Primaria (AP) con las inversiones y estructuras que sean precisas, puesto que con ello se fortalecerá todo el sistema sanitario. Una cadena es tan fuerte como resulta ser el más débil de los eslabones, y la falta de inversión y apoyo han convertido a la AP en el más débil eslabón de la cadena del sistema sanitario. 
• Siendo un problema complejo, creemos que la apuesta del sistema MIR por la creación y oferta de plazas acreditadas para formarse en Medicina de Familia (MF) no puede reducirse, y debe acompañarse de la implementación de la asignatura en la universidad impartida por médicos de familia junto con los departamentos específicos de MF, mejora de las condiciones de los residentes de MF y de los profesionales de la AP, reconocimiento del tutor a todos los efectos, compensación de aquellos que trabajan en condiciones de especial dificultad en el desempeño… medidas a corto, medio y largo plazo que ya constan en multitud de documentos de los últimos lustros que no se han llegado a implantar. 
• No nos cabe duda ninguna de la gran formación de nuestros compañeros médicos de urgencias en nuestro país, que no depende de la creación de ninguna nueva especialidad sino del sistema del que disponemos, que seguro que es mejorable, pero no esperamos que otro nuevo sistema solucione problemas de plantillas de los profesionales en los servicios de urgencias hospitalarios ni de su cualificación que, sin género de duda, es altísima. No nos alberga dudas que los pacientes se están atendiendo de la mejor forma posible hoy en día, y que este aspecto no puede mejorar con ninguna titulación sino con la reorganización de plantillas, recursos y procedimientos de trabajo. 
• No tenemos, como sociedad, conocimiento directo ni a través de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) de ninguna decisión tomada oficialmente por el Ministerio al respecto de la especialización o creación de una ACE [área de capacitación específica] de Urgencias, más allá de las publicaciones divulgativas de los distintos medios de comunicación especializados y generalistas, ni tampoco del tipo de perfil a especializar: ¿urgencias y emergencias hospitalarias? ¿o también extrahospitalarias? Pero independientemente de este hecho, hemos manifestado y queremos volver a hacerlo, nuestro apoyo repetidamente a los compañeros del servicio de urgencias y a su área de capacitación concreta y específica que permita seguir avanzando en el desarrollo competencial. Estaremos atentos y receptivos, como siempre, a esta información, con el máximo apoyo a la formación de todos los profesionales que componemos el sistema sanitario, entendiendo que esta debería ser la vía, la del debate y comunicación por los cauces oficiales a las especialidades implicadas, que no solo es MFyC, ya que otros especialistas trabajan actualmente en los servicios de urgencias hospitalarios, no así en los extrahospitalarios en los que por competencias solo pueden desarrollar su actividad médicos de familia. 
• Esta situación no debe implicar, para ninguna de las especialidades implicadas, reducción de plazas ofertadas en el MIR ni reducción de los tan escasos recursos, ya que así, en vez de aportar valor a nuestro sistema sanitario seguiríamos debilitándolo, y entendemos que si bien la decisión es administrativa (y vemos que también política), sería irresponsable si no respetara las necesidades asistenciales y sociales actuales y recortara de una parte para parchear otra. Las apuestas en materia de competencias profesionales deben ser claras, decididas y encaminadas a solucionar problemas no a crearlos, ya que sus consecuencias se percibirán dentro de 4-10 años, cuando ya no tengan solución y además los responsables de las mismas hayan desaparecido de la escena pública. 
• Esperamos comprobar que nuestros dirigentes hacen una apuesta por el presente y futuro de las especialidades, de la AP, del sistema sanitario, y de los derechos de los ciudadanos de equidad, accesibilidad y universalidad de la atención sanitaria, y la SEMG siempre estará ahí para apoyar estos principios con la máxima colaboración. 

A día de hoy, España sigue siendo el único país de Europa que carece de la especialidad de Genética. Esta especialidad es fundamental para poder impulsar la medicina de precisión. La genética se utiliza en multitud de disciplinas médicas, es crítica parar realizar el diagnóstico de muchas enfermedades y para seleccionar los tratamientos más eficaces y seguros para cada paciente. Por ejemplo, los pacientes oncológicos y aquellos con enfermedades raras se verán enormemente beneficiados, al poder tener diagnósticos rápidos y precisos que abren la oportunidad para acceder a tratamientos específicos. Sin especialistas en Genética, la medicina genómica no podrá desarrollarse de forma eficaz y equitativa en el país. 

A diferencia del resto de países de la Unión Europea, España carece del reconocimiento de la especialidad de Genética. Las necesidades y afecciones de nuestra población son, obviamente, similares a las de nuestros vecinos y, en la actualidad, son atendidas por diferentes especialistas sanitarios, sin el respaldo de un programa formativo reglado nacional. La creación de la especialidad en Genética es la vía hacia la reducción de la odisea diagnóstica de los pacientes con enfermedades raras, la optimización de la medicina personalizada, el adecuado asesoramiento genético y la progresión en investigación. La Genética es una ciencia creciente, con implicaciones en la mayoría de los campos de la salud. Nuestro país merece una red de servicios organizados, equitativos y homologados similares al resto de áreas.