Quienes investigan en temas que suscitan controversia como la radiación, el cambio climático, los organismos modificados genéticamente, la investigación con animales, la energía nuclear, los estudios de género o la covid-19 es posible que se hayan encontrado en el punto de mira de personas que tienen opiniones extremas sobre su investigación.
Estas opiniones, en ocasiones, se convierten en actitudes de acoso, que pueden incluir correos electrónicos abusivos, troles en las redes sociales, amenazas a la seguridad personal, quejas a las instituciones o a los organismos reguladores, bombardeo con solicitudes de libertad de información o publicaciones difamatorias.
Una encuesta llevada a cabo conjuntamente por la revista Nature y los Science Media Centres de Australia, Reino Unido, Alemania, Canadá, Taiwán y Nueva Zelanda con 321 investigadores e investigadoras de estos países, EE UU y Brasil, reveló que, tras haber hablado con los medios sobre la covid-19, el 40 % experimentó estrés emocional. Un 22 % recibió amenazas de violencia física o sexual y el 15 % soportó amenazas de muerte.
Prácticas de este tipo no solo pueden retrasar la investigación y suponer un riesgo para la reputación de las personas implicadas, sino que también pueden impedir que se relacionen eficazmente con los medios de comunicación, el público y otros agentes. Pero lo más grave es su repercusión en la salud emocional y en el bienestar de quien lo sufre.
“Existe un grave riesgo de que las investigadoras e investigadores se centren en responder a los que tienen opiniones extremas en lugar de hablar con los medios de comunicación, el público general y los representantes políticos. Esto significa que pueden perderse oportunidades muy valiosas para comunicarse con la ciudadanía, que a menudo no se ha formado una opinión sobre los temas”, alertan desde el Science Media Centre de Reino Unido.
Como oficina de prensa independiente que ayuda a que la investigación llegue con rigor a los medios, el SMC británico es experto en temas que suscitan controversia y ha trabajado con científicas y científicos que han sido objeto de este tipo de ataques. Para ayudar a afrontar este grave problema, ha publicado una serie de recomendaciones que resumimos y adaptamos a continuación.
Tomar perspectiva y analizar la situación
A veces puede parecer que hay más personas que tienen opiniones extremas sobre tu investigación de las que realmente hay. En la mayoría de los casos, solo habrá un número muy reducido, pero hacen mucho ruido. Los que apoyan tu trabajo suelen ser la mayoría silenciosa. Puede ser útil hacerse estas preguntas:
- ¿Cuántas personas tienen opiniones extremas sobre mi trabajo?
- ¿Son representativas del público general?
- ¿Representan a los responsables políticos, a quienes financian la investigación, a los pacientes que trato o a otros grupos importantes?
- ¿Tienen una influencia significativa sobre alguno de ellos?
- ¿Cuántas personas apoyan lo que estoy haciendo?
También es importante recordar que estás haciendo una investigación en la que crees. Si puedes comunicar tus puntos de vista con eficacia, la mayoría de la gente te entenderá.
No permitir que te silencien
Las investigadoras e investigadores que son objeto de ataques suelen rehuir el trabajo con los medios de comunicación porque les preocupa que atraiga más críticas. Sin embargo, si dejas de colaborar con los medios de comunicación puedes tener dificultades para llegar al público, creando así un vacío de información que los críticos pueden explotar. Si colaboras con los medios, puedes hacer llegar el mensaje al público y a los responsables políticos.
Comunicar la investigación
Cuando se les critica, es comprensible que muchas investigadoras o investigadores se pongan a la defensiva y se centren en responder a las críticas. Aunque hay momentos en los que tendrás que responder, no permitas que esto sea una constante en cada oportunidad que tengas de comunicar tu investigación.
Es importante alejarte de las acusaciones sobre tu trabajo y pensar en el mensaje positivo que quieres transmitir. Aunque el público haya oído estas acusaciones, es posible que no haya tomado una decisión, así que defiende tu trabajo con orgullo y trabaja con el departamento de Comunicación de tu institución para promover tu investigación, pensando en lo que a la sociedad le puede interesar más.
Pensar sobre lo que se quiere comunicar
Las investigadoras e investigadores que son blanco de opiniones extremas a menudo se ven atrapados en un diálogo con quienes hacen acusaciones sobre su trabajo. Esto les quita tanto tiempo que no pueden centrarse en la comunicación con un público más amplio. Por eso, antes de iniciar un diálogo de este tipo, hay que preguntarse si la relación con los que tienen opiniones extremas va a tener algún impacto: ¿les hará cambiar de opinión? La respuesta es casi siempre negativa.
El consejo de los expertos en la materia, incluida la policía, es evitar el contacto con estas voces tan extremas. En su lugar, hay que centrarse en quienes están interesados en escuchar tus puntos de vista, como el público general, los medios, los responsables políticos o grupos de pacientes.
Honestidad y transparencia sobre el área de investigación
La honestidad y la transparencia cobran mayor importancia cuando se está en el punto de mira. Asegúrate de haber declarado cualquier hecho que pueda interpretarse como un conflicto de intereses, como tus fuentes de financiación o vínculos comerciales.
Habla con sinceridad sobre cualquier incertidumbre en tu trabajo y explica las limitaciones de la investigación. Lamentablemente, quienes están en el punto de mira a veces revelan menos información por miedo a dar argumentos a los extremistas. Comunica de forma proactiva cualquier hecho que creas que pueda ser utilizado en tu contra. Si la información proviene de ti, tienes la oportunidad de dar contexto y explicar los antecedentes, mientras que, si esperas, esta información podría ser aprovechada por aquellos a los que no les gusta tu investigación, que la interpretarán de forma negativa.
Cómo responder en internet y en las redes sociales
Con mucha frecuencia, Internet y las redes sociales son los canales elegidos por quienes tienen opiniones extremas sobre algún asunto controvertido para amplificar su mensaje y hacer ruido. La propia naturaleza de las redes sociales, que funcionan las 24 horas, puede provocar que cualquier mensaje crítico se viralice rápidamente. En tiempo real, cualquier crítica puede resultar muy personal y, a menudo, molesta. Dicho esto, también puede desaparecer tan rápidamente como estalla y es importante mantener la perspectiva sobre la importancia relativa de los comentarios que se hacen.
- Recuerda: al leer las críticas en las redes sociales o cualquier otra fuente online vale la pena tener en cuenta que estas publicaciones a menudo solo son apoyadas por un pequeño número de personas que ya tienen esos puntos de vista. Una proporción mucho mayor de las personas a las que llegará comprenderá tu punto de vista.
- Consigue el apoyo de personas influyentes en las redes sociales.
- En lugar de seguir las discusiones en tiempo real, pide a otra persona que esté atenta y que solo te avise si cree que hay algo nuevo que necesitas saber.
- Internet ofrece la oportunidad de conectar directamente con el público, por lo que debes asegurarte de que hay información sobre tu investigación disponible en la red, como tu propia página web o la de tu institución.
- Si los comentarios se vuelven abusivos en las redes sociales, denúncialo en la propia plataforma, que suele incluir una opción de denuncia. También puedes denunciarlo a la Policía.
- Considera la posibilidad de unirte a otros expertos y expertas en la materia para crear un grupo profesional, con un sitio web y canales en las redes sociales para dar más información y recursos sobre vuestras investigaciones.
Prepararse para recibir críticas, sin que eso sea lo predominante
Merece la pena prepararse una rigurosa defensa frente a las críticas. Escríbelas y archívalas para utilizarlas en el futuro, pero evita dedicar mucho tiempo a responder a cada una de las críticas, ya sea en las redes sociales o respondiendo a correos electrónicos de usuarios con opiniones extremas.
Dónde obtener apoyo
No lo sufras en soledad. Hay muchas personas que han tenido experiencias similares que pueden aconsejarte, colegas que pueden apoyarte, tu propia institución y diferentes organizaciones, sin olvidar las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
- Compañeras y compañeros: ¿saben que estás pasando por esto? Si no lo saben, deberías decírselo ya que podrían apoyarte. Es posible que estén pasando por una experiencia similar y podáis afrontarla juntos.
- Tus superiores: ¿saben tus jefas o jefes lo que está pasando? En casos graves, la dirección debe ser informada y podrá ayudar si se presentan quejas contra ti, ya que conocerá los antecedentes.
- Tu institución: el centro donde trabajas también debería disponer de mecanismos de apoyo para hacer frente a las críticas en las redes sociales, en los medios de comunicación y ayudar con el asesoramiento jurídico y de seguridad si fuera necesario.
- Quienes financian la investigación: es posible que quieran saber si estás en el punto de mira. Ellos pueden ofrecer apoyo y también pueden ser objeto de ataques por haber financiado la investigación.
- Editoriales de revistas: si has publicado tu investigación y recibes críticas relacionadas con el proceso de publicación, deberás informar a tu editor para que evalúe si es necesario una investigación al respecto.
- Science Media Centre: los SMC podemos ofrecer apoyo a las investigadoras e investigadores que trabajan en áreas controvertidas que pueden ser noticia, ayudándoles a relacionarse con los medios para que se oiga su voz. En algunos casos, también podemos sensibilizar a los medios de comunicación sobre el acoso que están sufriendo y a otras partes interesadas.
- Policía: cuenta con canales para interponer denuncias según el tipo de acoso que estés experimentando.
- Ministerio de Ciencia e Innovación: si se produce acoso sexual o por razón de sexo, el ministerio tiene operativo un protocolo en todos sus organismos públicos dependientes. También cuenta con una Unidad de Igualdad que vela por el cumplimiento de este protocolo.