Hasta 1.400 millones de personas estarían viviendo en zonas con suelos contaminados por metales pesados como el arsénico, el cadmio, el cobalto, el cromo, el cobre, el níquel y el plomo, según una investigación publicada en Science. El trabajo, que ha utilizado datos de más de 1.000 estudios, calcula que entre el 14 y el 17 % de las tierras de cultivo de todo el mundo podrían estar contaminadas por, al menos, un metal tóxico. El cadmio es el más extendido, especialmente en el sur y el este de Asia, zonas de Oriente Medio y África.

Miguel Motas - metales suelos
Miguel Motas
Profesor de Toxicología en el departamento de Ciencias Sociosanitarias de la Universidad de Murcia
¿El estudio es de buena calidad?
“El estudio es muy completo y utiliza una herramienta novedosa e interesante como son los modelos de aprendizaje automático combinados con estudios regionales, lo cual revela un riesgo global detectando, a su vez, una zona de alto riesgo previamente no reconocida, Eurasia de baja latitud que incluye al sur de Europa”.
¿Encaja con la evidencia existente?
“Amplía y mejora sustancialmente el conocimiento existente sobre la contaminación de suelos por metales. Desgraciadamente, pone de manifiesto que el problema no estaba correctamente dimensionado, siendo una gran amenaza para los ecosistemas y, por ende, para la salud humana, al amenazar la calidad del agua y la seguridad alimentaria”.
¿Tiene alguna limitación destacable?
“Debido a la falta de datos de muestreo en países en desarrollo y regiones remotas, el modelo presenta niveles altos de incertidumbre en el norte de Rusia, el centro de la India y África. Los datos son suficientes para la evaluación de riesgos, pero insuficientes para apoyar su mitigación”.
¿Qué medidas principales se pueden llevar a cabo para disminuir la contaminación por metales?
“Se deben extremar las precauciones en el nuevo escenario de demanda de metales críticos para la transición ecológica hacia cero emisiones y el desarrollo de dispositivos eólicos, fotovoltaicos y baterías de vehículos eléctricos. Estos datos deben servir de alerta científica para que responsables políticos y agricultores tomen medidas para proteger el suelo mediante acciones de remediación específicas”.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Deyi Hou et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares