¿Cuáles son los principales errores que aparecen en los medios cuando se trata la obesidad?
“En muchas ocasiones, los medios reducen la obesidad a la idea de que se origina únicamente por comer demasiado y moverse poco”, explica al SMC España Javier Butragueño, doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y vocal de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO). A esto se suma “el uso de un lenguaje estigmatizante, que refuerza los prejuicios y la discriminación asociada”, comenta.
Lilliam Flores, endocrinóloga en la Unidad de Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínic de Barcelona y exvocal de SEEDO, concuerda con ambos puntos y añade que “muchos mensajes atribuyen la causa de la obesidad enteramente a la responsabilidad personal, ignorando factores biológicos, sociales y ambientales más complejos”. También explica al SMC otro de los principales errores: “La representación visual negativa que refuerza los prejuicios existentes y la simplificación excesiva del problema”.
¿Qué facetas de la obesidad están infrarrepresentadas en los medios?
“Los medios a menudo no abordan la obesidad como una condición médica que requiere seguimiento y tratamiento profesional a largo plazo”, señala Flores. “Tampoco suelen proporcionar información suficiente sobre estrategias de prevención y educación en salud relacionadas con la obesidad”, subraya.
Además, “casi no se visibilizan los problemas de salud mental que suelen vincularse con esta enfermedad, como la ansiedad, la depresión o los trastornos de la conducta alimentaria (trastornos por atracón)”, comenta Butragueño.
¿Cómo afecta esta representación de la obesidad a quienes la sufren?
“La representación estigmatizante crea un ciclo negativo que puede empeorar la condición de obesidad y dificultar su tratamiento efectivo”, explica la endocrinóloga del Hospital Clínic. “Esto conduce a que muchas personas pospongan o eviten buscar ayuda profesional por temor al juicio social, lo que deriva en un diagnóstico tardío y un empeoramiento de su salud”, añade el vocal de la SEEDO.
Además, ambos profesionales destacan el impacto en la salud mental de las personas que viven con obesidad. “Experimentan mayores tasas de depresión, ansiedad, baja autoestima y trastornos alimentarios como consecuencia del estigma”, resume Flores.
¿Qué imaginario de la obesidad se puede generar a raíz de estas coberturas mediáticas?
“La cobertura mediática que reduce la obesidad a una cuestión de voluntad individual y la asocia a comportamientos perezosos o glotones genera una visión moralizante que tiende a culpar a quienes la sufren”, explica Butragueño. Asimismo, la narrativa simplista “banaliza la relevancia clínica de la enfermedad, presentándola como un problema meramente estético en lugar de como un factor de riesgo para múltiples patologías como enfermedades cardiovasculares y metabólicas”, sentencia.
¿En qué errores deben los periodistas poner el foco? ¿De qué manera pueden revertirlos?
“Es fundamental que los periodistas revisen su lenguaje y eviten términos peyorativos o sensacionalistas que reduzcan la obesidad a un mero defecto de carácter”, señala el vocal de SEEDO. También incide en la importancia de las fuentes: “Es esencial que se apoyen en la evidencia científica”.
Lilliam Flores explica cómo se pueden corregir estos errores. En cuanto al léxico, la endocrinóloga expone que se debería emplear “un lenguaje respetuoso y preciso, refiriéndose a personas con obesidad en lugar de otras etiquetas”. Sobre las fuentes, apunta la preferencia por el empleo “de las especializadas, no solo institucionales”.
Además, incide en la adopción “de un enfoque de responsabilidad colectiva, considerando factores sociales, ambientales y políticos”. “Hay que proporcionar una cobertura equilibrada que aborde la complejidad de la obesidad como problema de salud pública”, añade.
Butragueño propone “complementar esta visión con testimonios de las propias personas afectadas o de asociaciones de pacientes”. “De esta forma, se aporta un enfoque integral y humano que favorece la comprensión de la enfermedad”, señala.

¿Cómo se debe realizar una cobertura gráfica correcta para ilustrar esta enfermedad?
A la hora de seleccionar imágenes, es crucial evitar aquellas que muestren únicamente partes del cuerpo, como torsos o glúteos sin cabeza, expone Butragueño. “Deshumanizan a la persona y refuerzan estereotipos negativos”, explica.
Por su parte, Flores señala que se deberían “utilizar representaciones respetuosas, mostrar a personas con obesidad realizando actividades cotidianas normales, sin enfocarse exclusivamente en su peso”. Además, incide en la necesidad de “incluir imágenes de personas de diferentes edades, géneros y etnias para reflejar la diversidad de quienes viven con obesidad”.
Entre otros recursos útiles, la endocrinóloga recomienda el uso de herramientas gráficas educativas, como gráficos informativos que ayuden a comprender mejor la enfermedad o que representen estadísticas y tendencias de obesidad de manera clara y objetiva.
¿Existe unidad en las recomendaciones por parte de las sociedades científicas y médicas nacionales, europeas y mundiales?
Sí. “Entre las principales sociedades científico-médicas, tanto nacionales como internacionales, existe un consenso acerca de la necesidad de emplear un lenguaje respetuoso y centrado en la persona —People First Language— alejándose de expresiones que perpetúan el estigma”, explica Butragueño.
Además, de manera ampliamente mayoritaria, estas sociedades manifiestan los mismos objetivos y recomendaciones en cuanto a la cobertura informativa de la obesidad, que se ajustan a los desarrollados por ambos expertos de la SEEDO.
¿Qué recursos pueden tomar como referencia los periodistas para abordar la obesidad?
Ambos profesionales destacan y recomiendan la consulta de las guías de estilo y códigos deontológicos elaborados por las diferentes organizaciones y sociedades científico médicas nacionales e internacionales. Entre estos recursos podemos encontrar:
- Guía de recomendaciones para medios de comunicación sobre cómo informar de la obesidad. Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
- Guía de lenguaje centrado en la persona. Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO).
- Recomendaciones para los medios. World Obesity Federation.
- Recursos para periodistas. The Obesity Society (TOS).
- Apoyo a los medios de comunicación. European Association for the Study of Obesity (EASO).
- Pautas para las representaciones en los medios de comunicación de personas afectadas por la obesidad. Obesity Action Coalition.
- Guía para medios y profesionales de la comunicación: Cambiar la narrativa de la obesidad. Departamento de Salud del Gobierno de Australia.
Butragueño recuerda la posibilidad de “recurrir a la asesoría de profesionales especializados en la materia, como los grupos de trabajo de la SEEDO, endocrinólogos, nutricionistas, psicólogos o entrenadores”.
“La formación continua en salud y ciencia —mediante cursos, seminarios o webinarios— es clave para que los periodistas perfeccionen sus competencias y ajusten su labor informativa a las necesidades de rigor y empatía que demanda el tratamiento de la obesidad”, añade.
En esta línea, la SEEDO organizó los pasados 24 y 25 de enero las I Jornadas sobre Periodismo y Obesidad en Cuenca, en las que se ofrecieron a los profesionales de la comunicación recursos y claves con el fin de mejorar la cobertura mediática de la enfermedad.
¿Existen recursos gráficos?
Sí, muchas organizaciones cuentan con bancos de imágenes especializados para la correcta representación gráfica de la obesidad. Estos son algunos de ellos.
- Galería de imágenes Obesity Action Coalition (OAC).
- Banco de imágenes The World Obesity.
- Banco de imágenes European Association for the Study of Obesity (EASO).
- Banco de imágenes European Coalition for People living with Obesity (ECPO).
- Banco de imágenes Obesity Canada.
- Galería para medios UCONN Rudd Center for Food Policy and Health.