Una exploración neurológica de 23 personas con depresión resistente al tratamiento mientras escuchaban música clásica ha identificado los mecanismos antidepresivos de estas composiciones. Mediante registros intracraneales y electroencefalogramas, los investigadores concluyeron que esta música sincroniza las oscilaciones neuronales entre el córtex auditivo —responsable del procesamiento de la información sensorial— y el circuito de recompensa —encargado del procesamiento de la información emocional—. “La mejora de los síntomas depresivos no estaba vinculada con la emoción de la música en sí, sino con el nivel de disfrute musical del paciente”, recoge la investigación, que se publica en Cell Reports.
240809 Rafael música depresión
Rafael Román Caballero
Investigador Marie Skłodowska-Curie en el McMaster Institute for Music & the Mind de McMaster University (Canadá) y el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada
Los nuevos hallazgos de este estudio se unen al amplio corpus de resultados que confirman que la música es un estímulo poderoso para producir placer en nuestra especie. Los estudios previos sobre la anhedonia musical (presente en personas que sufren una incapacidad para disfrutar específicamente de la música) nos enseñan la especial relación que existe entre nuestro cerebro auditivo y regiones vinculadas con la recompensa. Los datos de esta nueva investigación nos revelan que la relación de la música con el placer es tan fuerte que ayuda a aliviar la depresión. Y esa relación podría tener un patrón de actividad eléctrica cerebral identificable, medible.
Lo que nos depara el futuro es entender si este tipo de patrones de actividad puede inducirse. ¿Podemos recrear las sensaciones de disfrute de la música sin ella? ¿Podría la música enseñarnos cómo se comporta un cerebro en un estado de placer pleno? ¿Es ese patrón cerebral de placer en solitario similar al patrón del goce que experimentamos en eventos musicales en grupo (conciertos con amigos, cantando con la familia, entonando el himno de nuestro equipo, etc.)? Como seres musicales y seres sociales, ¿qué añaden los otros a nuestra experiencia emocional?
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio experimental
- Humanos
Xin Lv et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio experimental
- Humanos