Qué podemos esperar de la Cumbre del Clima de Bakú

El próximo lunes arranca la COP29 en Bakú, la capital de Azerbaiyán, una cumbre marcada por la victoria de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos el pasado martes. Su negación del cambio climático y su apuesta por los combustibles fósiles en su anterior mandato lastrarán un encuentro del que no se esperan grandes acuerdos y al que los expertos reclaman mayor ambición. 

07/11/2024 - 11:11 CET
 
Bakú

Durante dos semanas, los países negociarán cómo aumentar la ambición para incrementar los flujos financieros mundiales frente al cambio climático, que será el tema estrella de la COP29 en Bakú. EFE/ Farid Gajramánov (Bakú, Azerbaiyán).

¿Cuándo y dónde se celebra la COP29?   

La Cumbre del Clima o COP29 tendrá lugar en Bakú, capital de Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024. Como ocurrió en 2023 con la ciudad predecesora, Dubái (de Emiratos Árabes Unidos), su elección causó sorpresa puesto que Azerbayán es una potencia productora de petróleo y gas. Hace unos días se hacía público un informe que denunciaba la gran expansión de producción de gas fósil que está prevista en el país en la próxima década a través de su compañía estatal de petróleo y gas, SOCAR, como recoge The Guardian

La cumbre está presidida por Mukhtar Babayev, ministro de Ecología y Recursos Naturales del país, que dirigió la delegación de Azerbaiyán en las cinco COP anteriores. Antes de entrar en política, trabajó en SOCAR. 

¿Qué significan las siglas COP y cuándo empezaron?   

COP son las siglas en inglés de Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Clima. Esta conferencia es el órgano de decisión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CNMUCC). La convención fue adoptada en Nueva York (EEUU) en 1992, entró en vigor en 1994 y la han ratificado 198 partes —197 Estados y la Unión Europea—.  

El número 29 de esta COP significa que es la vigésimo novena reunión de esta conferencia. La primera tuvo lugar en Berlín en 1995. Las COP se celebran anualmente —salvo en 2020, debido a la pandemia— y en ellas los países se reúnen para tomar medidas con el propósito de alcanzar los objetivos climáticos acordados en el marco del Acuerdo de París —que se logró en la COP21 de París en 2015— y de la CMNUCC.   

¿Cuáles son las asignaturas pendientes de la COP28 de Dubái?   

Si bien en Dubái los países participantes, tras largas negociaciones, consiguieron llegar a un acuerdo histórico al mencionar por primera vez “transitar para dejar atrás los combustibles fósiles” en el documento del Balance Global, quedaron numerosos asuntos sin cerrar.  

“Hay que aclarar cuestiones relevantes relacionadas con el llamamiento a las partes para el abandono de los combustibles fósiles, como, por ejemplo, concretar el transitioning away o el papel de los combustibles de transición”, afirma al SMC España Carlos de Miguel Perales, abogado y profesor de Derecho Civil y del Medio Ambiente en la facultad de Derecho de ICADE (Universidad Pontificia Comillas). 

Otra asignatura pendiente, según el experto, es concretar la operativa del fondo de daños y pérdidas, y revisar las contribuciones nacionales de los países (conocidas como las NDC). Además, todos los países deberían presentar sus planes nacionales de adaptación en 2025. 

“Ya van por lo menos tres COP en las que la financiación de los daños climáticos se pone como un tema importante y empieza a ser ya urgente”, destaca al SMC España Fernando Valladares, investigador del CSIC y profesor asociado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.  

Ya van por lo menos tres COP en las que la financiación de los daños climáticos se pone como un tema importante y empieza a ser ya urgente

Fernando Valladares

A su juicio, habría que cambiar el enfoque de los países del norte global ayudando a los países del sur global y apostar por el concepto de deuda por clima. “Perdonarles deuda para que conserven sumideros de carbono, conserven la naturaleza y destinen ese dinero que nos tendrían que pagar a nosotros, para mitigar el cambio climático. Sería una tremenda y una gran decisión colectiva”, afirma. 

¿Qué objetivos se marca esta cumbre?    

El objetivo principal es evitar que se sobrepase el límite de 1,5 ºC más de temperatura respecto a los niveles preindustriales. “La oportunidad se está cerrando y debemos centrarnos en la necesidad de invertir hoy para salvar el mañana”, sostiene la organización. Para ello piden reducciones de emisiones profundas, rápidas y sostenidas. 

Aumentar la ambición es otro de los reproches constantes hacia estas cumbres y la COP29 se lo ha marcado como objetivo. Otro pilar es lo que denominan “permitir la acción” con la ayuda de la financiación. Se trataría de convertir la ambición en acción para conseguir educir las emisiones, adaptarse al cambio climático y afrontar las pérdidas y daños.   

Y por último quieren que la cumbre sea “un proceso inclusivo para resultados inclusivos”. La primera lista de integrantes del comité organizador de la COP29 no incluía ninguna mujer, pero tras las críticas que suscitó, se incorporaron varias expertas. De Miguel Perales recuerda que una de las tareas pendientes de Bakú será adoptar una decisión sobre cambio climático y género.   

¿Cómo va a afectar la victoria de Trump al desarrollo de esta COP? 

Sin estar presente —porque hasta enero no tomará posesión de su cargo—, va a haber un claro protagonista en el encuentro: Donald Trump. Su segunda victoria como presidente de Estados Unidos supone un nuevo desafío para la actual política climática internacional, teniendo en cuenta que decidió abandonar el Acuerdo de París y ha negado la existencia del cambio climático en numerosas ocasiones, entre otras medidas tomadas al margen de la evidencia científica. 

“Toda la COP va a estar centrada en el impacto de la victoria de Trump. Estuve en la cumbre de 2001 cuando Bush anunció que no iba a ratificar Kioto y no se habló de otra cosa. En aquella ocasión la UE decidió seguir adelante y convenció a Rusia para ratificar Kioto, con bastantes concesiones, y finalmente Kioto entró en vigor en 2003 sin los EEUU. No creo que en esta ocasión el efecto sea similar, ya que no parece que Rusia esté por la labor”, explica al SMC España Alejandro Caparrós, catedrático de Economía de la Energía en la Universidad de Durham (Reino Unido) y profesor de investigación del CSIC. 

El economista recuerda que, cuando Trump decidió salirse del Acuerdo de París, el impacto fue más modesto de lo esperado inicialmente, ya que el resto de los países apostaron claramente por seguir adelante sin los EEUU. “Es posible que los países ya hayan descontado que los EEUU cambian de opinión constantemente y que su política de cambio climático es de quita y pon. En este caso el impacto será pequeño”, alega.  

Una opinión que comparte Friederike Otto, profesora titular del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres (Reino Unido). “Estados Unidos nunca ha sido un gran jugador de equipo en las COP, independientemente del partido que esté en el gobierno. La gente no va a las COP esperando que EEUU impulse más ambición. Cuando Trump abandonó el Acuerdo de París en 2016, muchos gobiernos siguieron manteniendo sus planes. Como siempre, otros países tienen que dar un paso adelante en la COP29”, destacaba al SMC de Reino Unido

Un análisis de Carbon Brief indicaba que una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales podría provocar un aumento de 4.000 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono en EEUU para 2030, en comparación con los planes de Joe Biden. 

Estos 4.000 millones de toneladas adicionales causarían daños climáticos globales por valor de más de 900.000 millones de dólares y equivalen a las emisiones anuales combinadas de la UE y Japón, o al total anual combinado de los 140 países con menos emisiones del mundo. 

No creo que se tome ninguna decisión importante en esta cumbre, ya que todos estarán “esperando a Godot”

Alejandro Caparrós

“No creo que se tome ninguna decisión importante en esta cumbre, ya que todos estarán “esperando a Godot”. Habrá una declaración indicando la intención de seguir adelante con el Acuerdo de París”, recalca Caparrós. 

¿Cuál es la posición de la Unión Europea?   

El pasado 8 de octubre, el Consejo Europeo aprobó unas conclusiones de cara a la COP29 referidas a la financiación de la lucha contra el cambio climático. “La UE y sus Estados miembros están comprometidos con el objetivo actual de los países desarrollados de movilizar colectivamente 100.000 millones de dólares anuales en financiación climática hasta 2025. Este objetivo se cumplió por primera vez en 2022”, destacan en un comunicado. 

El organismo comunitario destaca que la UE y sus Estados miembros son el mayor contribuyente mundial a la financiación pública internacional de la lucha contra el cambio climático, y desde 2013 han duplicado “con creces” su contribución a la financiación de la lucha contra el cambio climático en apoyo de los países en desarrollo. 

El Consejo Europeo recalca que el principal objetivo de la cumbre será negociar un nuevo objetivo colectivo cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés) para después de 2025. El NCQG se contempla en el Acuerdo de París: los gobiernos acordaron fijar un nuevo objetivo de financiación para el clima para 2025 que apoye a los países en desarrollo en sus acciones climáticas. Esta cifra sucederá al anterior objetivo fijado en 2009 en la Cumbre de Copenhague, en la que los países desarrollados se comprometieron a movilizar 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 para atender las necesidades de los países en desarrollo. En los últimos meses, las negociaciones de este nuevo objetivo han puesto de relieve las grandes diferencias que existen para alcanzar el acuerdo. 

“Es un objetivo ya caduco, antiguo, que no termina de armonizarse. Me acuerdo después de Copenhague que parecía que era una cuestión de meses que se encontraron los mecanismos financieros y han pasado años y ahí estamos. Además, mueve la risa porque se ha quedado pequeñísimo”, alega Valladares. 

“Se hablará mucho de adaptación y del New Collective Quantified Goal on Climate Finance (NCQG)”, sostiene Caparrós. “Algún avance habrá en este campo, pero no creo que sea una COP con grandes avances”, añade. 

Respecto al posible liderazgo de la UE en esta cumbre —a la que Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, no acudirá—, Valladares es escéptico: “La Unión Europea le ha dado unos buenos recortes a la ley de restauración ecológica o de renaturalización, dentro de la cual había un marco de cambio climático muy potente”. Como factores que dificultan más ambición, el científico cita la ultraderecha, los populismos, la inestabilidad y volatilidad de la política europea. “Va a ser muy difícil que Europa tenga un liderazgo en esta materia”, mantiene. 

¿Aún es posible cumplir el objetivo de limitar el aumento de temperatura por debajo de 1,5 ºC?  

Si se sigue la senda actual, los datos y las previsiones apuntan a que se sobrepasará ese límite. Con los datos de enero a octubre de 2024, es “prácticamente seguro” que la temperatura promedio de este año estará, por primera vez, más de 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, según datos del Copernicus Climate Change Service. Estos datos, casi con total seguridad, convertirán a 2024 en el año más cálido registrado. “La anomalía de la temperatura media para el resto de 2024 tendría que caer casi a cero para que 2024 no fuera el año más cálido”, apuntan en el comunicado. 

Copernicus
Anomalías anuales de la temperatura global del aire en superficie (°C). La estimación para 2024 es provisional y se basa en datos de enero a octubre. Fuente: ERA5. Crédito: Copernicus Climate Change Service /ECMWF.

En cuanto a previsiones, hace solo unos días, el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2024, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) apuntaba que si los países no presentan planes de contribuciones nacionales más ambiciosos, el mundo se encamina hacia un aumento de la temperatura de entre 2,6 y 3,1 ºC en este siglo. 

Según el informe, se necesitan reducciones de emisiones del 42 % para 2030 y del 57 % para 2035 para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. “Desde el punto de vista técnico, sigue siendo posible limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 ºC”, alegan sus autores. 

La energía solar, eólica y las medidas basadas en los bosques prometen reducciones rápidas y radicales de las emisiones. Pero para aprovechar este potencial, sería necesario que las NDC suficientemente sólidas estuvieran respaldadas por un enfoque gubernamental, medidas que maximicen los beneficios socioeconómicos y medioambientales, una mayor colaboración internacional que incluya la reforma de la arquitectura financiera mundial, una fuerte acción del sector privado y un aumento al menos seis veces mayor de la inversión de mitigación. “Los países del G20, en particular, los miembros con mayores emisiones, tendrían que hacer el trabajo pesado”, sostiene el documento. 

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