Un estudio publicado en la revista BMJ analiza el riesgo de los eventos tromboembólicos asociados con diferentes vacunas contra la covid-19, tanto basadas en adenovirus como en ARNm. Sus resultados se basan en datos recogidos de más de 10 millones de adultos en Francia, Alemania, Países Bajos, España, Reino Unido y Estados Unidos que recibieron al menos una dosis de una vacuna contra la covid-19 desde diciembre de 2020 hasta mediados de 2021.
Vicente Vicente García - trombos vacunación
Vicente Vicente García
Catedrático de Hematología de la Universidad de Murcia
La aparición de eventos tromboembólicos acompañados habitualmente de recuentos plaquetarios descendidos tras la vacunación con AstraZeneca fue un cuadro que se denominó “síndrome de trombosis con trombocitopenia” (TTS, por sus siglas en inglés). El hecho de utilizar diferentes vacunas de manufactura diferente, unas basadas en adenovirus y otras en ARNm, dio lugar a un debate de la seguridad entre estas vacunas en cuanto a riesgo de desencadenar un TTS.
Este es un interesante estudio epidemiológico de datos recogidos en millones de personas durante el periodo entre diciembre de 2020 y mitad de 2021, cuando se iniciaron los programas de vacunación. Los datos fueron recogidos en el primer mes después de recibir la primera dosis de vacunación. El estudio muestra los datos recogidos en registros de seis países occidentales: Francia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos y España.
El resultado más relevante es, sin duda, encontrar una clara mayor presencia de TTS en individuos vacunados con adenovirus que en los que lo hicieron con vacunas de ARNm. La primera situación dio lugar a un 30 % de incremento de riesgo de trombocitopenia. Estos resultados aclaran la sospecha que ya había sido establecida, pero, como indican los autores de la publicación, hay una serie de aspectos que hay que considerar para interpretar correctamente los datos. Enumeran algunas de esas limitaciones, como las diferencias de los propios registros y esquemas de vacunación, calendario, edad de inclusión e incluso la propia y exacta valoración de la existencia de trombocitopenia y trombosis entre los diferentes países que participan en el estudio.
Concluyen los autores que, aunque el TTS es una complicación rara, el dato observado debería tenerse en cuenta para futuras campañas de inmunización y desarrollo de nuevas vacunas.
Siguen quedando retos vinculados con este campo y pendientes de aclarar. Por ejemplo, cuál es el riesgo de TTS en revacunaciones sucesivas, la existencia o no de riesgo de trombosis a medio y largo plazo de la vacunación, etc. Sin duda la existencia de registros bien diseñados y estudios multinacionales ayudarán a resolver estas cuestiones.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Xintong Li et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos