Un estudio publicado en la revista BMJ ha encontrado una relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados en global y un aumento en el riesgo de cáncer colorrectal en hombres. La asociación no se ha visto en mujeres.
Miguel Ángel Martínez - ultraprocesados cáncer
Miguel Ángel Martínez González
Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y catedrático adjunto del departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard (Estados Unidos)
Los resultados son convincentes y están respaldados por una buena metodología tras tres décadas de seguimiento. Conozco bien estas cohortes y son las de mejor calidad que existen en epidemiología nutricional.
Coinciden con la mayor mortalidad que también observamos en España en asociación con ultraprocesados, incluyendo mortalidad por cáncer, en un artículo que publicamos en la misma revista hace tres años. Coinciden con otros estudios, como por ejemplo el de Dora Romaguera, con la que también colaboramos desde nuestro grupo y que ellos citan aquí.
Los resultados tienen plausibilidad biológica por el mayor riesgo de adiposidad que se encuentra asociado al consumo de ultraprocesados, por el efecto carcinogénico de ciertos aditivos y también por efectos proinflamatorios y prooxidantes de un patrón alimentario rico en productos ultraprocesados.
Las diferencias entre hombres y mujeres pueden explicarse por la mejor ratio de estrógenos a testosterona en mujeres, entre otros motivos. También porque las mujeres pueden tender a consumir más productos de tipo lácteos o yogurt dentro del conjunto de ultraprocesados.
Las implicaciones son claras y son las que venimos repitiendo: volver a la tradicional dieta mediterránea (la de los años 50 y 60 del siglo pasado) que se basa en alimentos no procesados o mínimamente procesados, naturales, de origen más vegetal que animal y que es frugal. Estamos todos preocupados por el crecimiento de la incidencia de cáncer colorrectal, especialmente, en personas jóvenes, y esa dieta mediterránea frugal sería una gran solución.
Las principales limitaciones del trabajo son dos:
1) Que puede haber factores que no se han medido (y, por tanto, no se han podido controlar), y a esto se le llama posible "confusión residual", aunque han medido muchos factores.
2) Que la medida de la dieta es siempre imperfecta, aunque este grupo quizás sea el más experto del mundo en el arte de medirla.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Lu Wang et al.
- Artículo de investigación
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