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El cambio climático reducirá el número de especies de árboles en Europa al menos un tercio durante este siglo

Un estudio ha analizado cómo se comportarán 69 de las especies de árboles presentes ahora mismo en Europa –como robles, fresnos o sauces– a lo largo de este siglo bajo diferentes escenarios de cambio climático. En el contexto más optimista, el número de especies capaces de sobrevivir por kilómetro cuadrado se reducirá en una tercera parte, según sus cálculos. Para los autores, que publican sus resultados en la revista Nature Ecology & Evolution, esto podría tener fuertes repercusiones negativas sobre la producción maderera, el almacenamiento de carbono y la conservación de la biodiversidad. 

29/04/2024 - 17:00 CEST
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Castro - Árboles

María del Pilar Castro Díez

Profesora titular del departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá

Science Media Centre España

El artículo de Wessely et al. resulta rompedor al advertir de que el riesgo del cambio climático para la persistencia de los bosques europeos y su capacidad para proporcionar servicios es mucho mayor de lo que se consideraba. Los enfoques tradicionales para predecir qué especies de un territorio pueden encontrar condiciones climáticas adecuadas en el futuro se suelen limitar a modelizar una ‘foto fija’ para una fecha determinada. Frente a ello, este trabajo adopta una perspectiva dinámica que tiene en cuenta el ritmo al que avanza el cambio climático y la longevidad de los árboles. Así, considera que para llegar con éxito a final de siglo las especies arbóreas deben tolerar todo el rango de condiciones climáticas que se vayan dando entre el momento actual y el final de siglo. Esto arroja unas predicciones mucho más sombrías sobre el número de especies de árboles disponibles en el futuro. 

Aunque el trabajo tiene gran interés para la gestión forestal con vistas al futuro, enfatiza demasiado un alarmismo, que deriva de modelos de distribución de especies (MDE) que simplifican la realidad y que arrojan predicciones que, en gran medida, dependen de las asunciones de partida. Algunas de las limitaciones son las siguientes: 

  • Los MDE predicen el área adecuada para cada especie únicamente en función de datos climáticos promedio (actuales y futuros). Sin embargo, el nicho de las especies tiene otros componentes, como las condiciones del suelo, las interacciones entre especies, la capacidad de dispersión/migración de las especies, etc. Tampoco tienen en cuenta el efecto de los eventos extremos, que pueden causar tanto la mortalidad masiva de árboles como promover el reclutamiento masivo de estos. 
  • Los MDE no tienen en cuenta la capacidad de las especies para adaptarse o aclimatarse a condiciones ambientales cambiantes. Diversos trabajos han encontrado que la resistencia de las especies al cambio climático varía entre poblaciones, siendo a veces mayor en las más próximas a los límites de distribución de la especie, gracias a adaptaciones locales a condiciones adversas. 
  • Al utilizar una escala de 1 km2 se pierde la variabilidad microclimática existente a escala local, que puede ser fundamental para explicar la existencia de refugios climáticos para las especies. Por ejemplo, sin considerar las variaciones microclimáticas entre laderas solanas y umbrías difícilmente se explicaría la existencia de poblaciones de árboles atlánticos (haya, tilo o roble albar) en el centro de la península ibérica. 
  • El pool inicial de especies utilizado para estimar cuáles de ellas son capaces de llegar a fin de siglo solo incluye los árboles nativos más abundantes actualmente en los bosques europeos. No se consideran aquellos que ahora son raros pero podrían expandirse en el futuro, los que podrían migrar desde otros territorios o los árboles exóticos que el hombre viene plantando en Europa desde hace décadas para proporcionar servicios. Esto limita drásticamente las posibilidades de reemplazo real de las especies durante el proceso de cambio climático. 
  • Asumir que las especies deben ser climáticamente adecuadas durante todo el siglo XXI es un criterio muy exigente que no considera que las especies pueden ir reemplazándose unas a otras a lo largo de todo el periodo estudiado. 
  • Por último, también se magnifica la merma de la capacidad de los bosques del futuro para aportar servicios ecosistémicos. Así, solo se consideran tres servicios de los muchos que aportan los bosques, estos se consideran a escala de especie (y no de paisaje) y no se tiene en cuenta que los beneficios que el hombre obtiene de los bosques también cambian con el tiempo. 

Muchas de estas limitaciones se reconocen y se discuten al final del artículo, pero con una lectura rápida es difícil captar estos matices y el lector se quedará únicamente con el mensaje catastrofista. Cierto es que cualquier intento de modelización necesariamente simplifica la realidad, por lo que hay que asumir que los modelos son más útiles para entender los procesos que para realizar predicciones. Con todo, supone una importante llamada de atención a los gestores forestales de Europa.

No declara conflicto de interés
ES
Publicaciones
A climate-induced tree species bottleneck for forest management in Europe
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Modelización
Revista
Nature Ecology & Evolution
Fecha de publicación
Autores

Wessely et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Modelización
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