Los estudios disponibles no muestran diferencias en el riesgo de los diferentes tipos de fractura entre quienes toman suplementos de calcio y quienes no los toman, según un informe elaborado por el Centro Cochrane Iberoamericano a través de Nutrimedia. Según el comunicado, estos suplementos tienen efectos secundarios y no aportan beneficios en la población general, y por eso solo se recomiendan para personas que viven en residencias u otras instituciones.
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Marta Beltrá - Calcio
Marta Beltrá García-Calvo
Investigadora del departamento de Biología Aplicada
El informe que evalúa este mensaje se basó principalmente en una revisión sistemática de 2017. En ella se analizaron los efectos del consumo de suplementos de calcio para la prevención de fracturas en personas mayores de 50 años que vivían en sus casas (no en residencias). La revisión incluyó 14 ensayos clínicos con un total de 7.706 personas en las que se estudió el riesgo de fractura de cadera, vertebral, no vertebral o de cualquier tipo.
La investigación científica publicada hasta la actualidad sobre la eficacia de los suplementos de calcio y/o vitamina D en la reducción de fracturas es un tema que trae controversia. Tal como explican García-Franco y colaboradores, existen ensayos clínicos y revisiones sistemáticas que muestran la eficacia de la vitamina D, del calcio con o sin vitamina D, de la administración conjunta de calcio y vitamina D y otros que no encuentran resultados favorables que sí que avalarían esta decisión, de «no es efectivo dar suplementos de calcio y vitamina D en la población general mayor de 50 años».
Existen revisiones posteriores que de nuevo dan la razón. En 2018, la United States Preventive Services Task Force (USPSTF) concluye que la evidencia actual es insuficiente para evaluar el equilibrio de los beneficios y daños de la suplementación con vitamina D y calcio, solos o combinados, para la prevención primaria de fracturas en hombres asintomáticos y mujeres premenopáusicas.
O incluso otras anteriores, como la de Tai V y colaboradores en 2015, donde ya se decía que los efectos sobre la densidad de masa ósea del aumento de la ingesta de calcio son similares para las fuentes dietéticas o de suplementos (un aumento del 1 % durante el primer año de uso, sin aumentos posteriores), son independientes de la coadministración de vitamina D y no están relacionados con la ingesta dietética de calcio inicial o la dosis de calcio utilizada.
Por lo tanto, para la mayoría de las personas que les pueda preocupar su densidad de masa ósea, es poco probable que el aumento en la ingesta de calcio a base de suplementos sea beneficioso.
Si hablamos de prevención de fracturas óseas, para la población general mayor de 50 años la decisión actual es «tomar la ingesta diaria recomendada de calcio desde la alimentación y acompañarlo con una dosis diaria de exposición al sol y de ejercicio físico».
Otro caso sería para la población que ya padece osteoporosis, donde hay que utilizar toda la ayuda que esté a nuestro alcance, y aun así puede que sea poca. Según una revisión de 2021, «a día de hoy disponemos de evidencia científica que justifica la necesidad de tratar con calcio y vitamina D (preferentemente colecalciferol) a todos los pacientes con osteoporosis y deficiencia de vitamina D, independientemente del tratamiento que reciban para la osteoporosis. Las dosis diarias de colecalciferol a emplear deberían alcanzar, al menos, las 2.000 UI (unidades internacionales)».
“Declaro que no tengo ningún conflicto de interés, que no soy asalariada, no poseo acciones, no recibo financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo y que no tengo vínculos relevantes más allá del cargo académico que ejerzo”.
- Informe
- Sin revisión por pares
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