Un estudio de modelización publicado en The Lancet Public Health que utiliza datos de 854 ciudades europeas calcula que las muertes por calor se triplicarán en Europa hacia 2100 con las políticas climáticas actuales. Se proyecta una ligera disminución en las muertes relacionadas con el frío, mientras que las muertes por calor aumentarán en todas las partes de Europa. Las áreas más afectadas incluirán España, Italia, Grecia y zonas de Francia. Actualmente, en Europa mueren alrededor de ocho veces más personas por frío que por calor, pero se estima que esta proporción disminuirá considerablemente para finales de siglo.
Gary Konstantinoudis - muertes frío calor
Gary Konstantinoudis
Investigador del Imperial Research College en el MRC Centre for Environment and Health (Reino Unido)
Este estudio de alta calidad, que utiliza datos de múltiples países europeos, proporciona valiosas ideas sobre el impacto de las temperaturas no óptimas en la mortalidad no accidental.
El análisis se basa en un artículo anterior de The Lancet, que asume que el efecto de la temperatura en la mortalidad no accidental por todas las causas es constante entre 2000 y 2019. Estudios previos, incluyendo uno con datos superpuestos, han hallado una disminución en el impacto de la mortalidad por calor a lo largo del tiempo, debido a factores como cambios en la infraestructura y mejoras en la atención sanitaria. No tener en cuenta esto podría sobreestimar el impacto futuro del calor en la mortalidad.
Según la literatura, se espera que la mayoría de las muertes estimadas ocurran entre individuos con condiciones crónicas subyacentes, como enfermedades cardiovasculares o respiratorias, o aquellos con problemas preexistentes de salud mental. En el futuro, será crucial diferenciar el impacto específico de la temperatura en estas condiciones y tener en cuenta sus tendencias evolutivas al hacer proyecciones.
Leslie Mabon - muertes frío calor
Leslie Mabon
Profesor de Sistemas Ambientales en The Open University (Reino Unido)
Los resultados están en gran medida en línea con lo que la investigación existente ha mostrado en múltiples contextos alrededor del mundo. Es decir, que los extremos de temperatura no afectan a todos por igual, siendo los ancianos y los menos favorecidos los más vulnerables. Lo que es especialmente llamativo es que los autores encuentran diferencias claras en el riesgo a través de las fronteras nacionales y también agrupaciones regionales de riesgo de mortalidad.
Los gradientes de temperatura no respetan fronteras por lo que, como señalan los autores, esto demuestra cómo los factores demográficos y socioeconómicos influyen en el riesgo que enfrentamos por los extremos de temperatura. Hay medidas de mitigación que podemos tomar, que podrían ser particularmente efectivas si se dirigen a las personas y lugares más vulnerables. Por ejemplo, el estudio señala la inversión en infraestructura sanitaria, la presencia de planes de preparación para el calor y el frío, y la calidad de los edificios en los que vivimos y trabajamos como factores que podrían reducir la mortalidad en un clima cambiante.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Modelización
David García-León et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Modelización