Sufrir catástrofes relacionadas con el cambio climático está asociado con un deterioro acumulativo de la salud mental, es decir, los efectos se agravan con los sucesivos eventos, según afirma un estudio australiano. La investigación, publicada en The Lancet Public Health, se basa en datos longitudinales entre 2009 y 2019 de 5.000 personas que sufrieron daños en su vivienda después de al menos una catástrofe (inundación, incendio forestal o ciclón).

Paul Valent - clima salud mental Aus
Paul Valent
Presidente jubilado de la Australasian Society for Traumatic Stress Studies y psiquiatra jubilado del Monash Medical Centre (Australia)
Li y Leppold afirman que por primera vez han demostrado estadísticamente que la acumulación de dos o tres catástrofes naturales, especialmente entre las personas vulnerables, provocaba con más frecuencia TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático), ansiedad y depresión que la ocurrencia de una sola catástrofe o ninguna. Con el cambio climático produciendo más catástrofes naturales, los autores advierten que la salud mental de la población empeorará. Su lógica, respaldada por abundantes estadísticas, parece inatacable.
Por otra parte, el estudio se limita a un pequeño puñado de síntomas medibles que, según afirman, representan la salud mental.
Este supuesto es cuestionable. Los síntomas no incluyen una amplia gama de otros síntomas psicológicos como el duelo, la ira, la culpa, la vergüenza y la injusticia. Desde luego, no dicen nada de las consecuencias psicosomáticas de las catástrofes, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y una gran variedad de síntomas físicos; y no representan síntomas sociales de las catástrofes, como accidentes de coche, divorcios y delincuencia.
Reducir el foco a unos pocos síntomas de forma verbal y matemática y extrapolar el mundo en función de ellos es típico del funcionamiento del hemisferio izquierdo del cerebro. Pero en las catástrofes domina el hemisferio derecho, con su amplia gama de síntomas biopsicosociales.
La medición por el hemisferio izquierdo de la frecuencia de ciertos síntomas en catástrofes recurrentes es válida y puede ser útil, pero ignorar todo el tejido de la confusión humana cuando el mundo se desgarra ha tenido y podría tener consecuencias nefastas en el futuro del cambio climático.
Maria Kangas - clima salud mental Aus
Maria Kangas
Directora de la facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad Macquarie, miembro ejecutivo del Smart Green Cities Research Centre y miembro del Lifespan Health and Wellbeing Research Centre (Australia)
El estudio de Li y Leppold evaluó los efectos acumulativos en la salud mental de la exposición sucesiva a desastres naturales referenciados como desastres climáticos utilizando un conjunto de datos longitudinales representativos a nivel nacional [en Australia] (el HILDA), entre 2009 y 2019. La muestra (N=1511) fue seleccionada en función de que los participantes hubieran sufrido daños o la destrucción de su vivienda debido a un desastre relacionado con el clima (por ejemplo, incendios forestales, inundaciones, ciclones). Se incluyó una muestra de comparación emparejada sociodemográficamente (N=3880). Lamentablemente, la muestra de exposición seleccionada es pequeña en cuanto a la proporción de participantes identificados que declararon haber sufrido dos o más catástrofes naturales acumuladas.
Las principales conclusiones de este estudio indican que la salud mental (que comprende la ansiedad y los síntomas depresivos) disminuyó en el caso de las personas expuestas a dos o más catástrofes sucesivas. La exposición repetida a estos desastres dificultó o retrasó la recuperación. Estas conclusiones concuerdan con otros estudios que indican que los desastres acumulativos, incluidos los factores de estrés vital, pueden agotar las capacidades de resiliencia de las personas cuando se enfrentan a adversidades sucesivas, sobre todo cuando se producen en proximidad temporal e incluyen la pérdida de recursos.
Algunos de los principales factores de riesgo identificados tienen importantes implicaciones para ayudar a las comunidades en riesgo a prepararse y adaptarse a los fenómenos relacionados con el clima. Un hallazgo notable fue que las personas con problemas crónicos de salud, deficiencias y discapacidades, escaso apoyo social y las que residían en viviendas de alquiler informaron de un deterioro de la salud mental incluso después de la exposición a una catástrofe inicial. Estos resultados demuestran que la exposición a importantes factores de estrés acumulado, ya sean catástrofes naturales consecutivas o en combinación con problemas de salud o dificultades socioeconómicas preexistentes, puede agotar los recursos de respuesta de las personas y pone de manifiesto la necesidad de reforzar los primeros auxilios psicológicos y el apoyo continuo a estas personas y comunidades más vulnerables.
Sin embargo, es vital comprender las necesidades holísticas permanentes de estas comunidades. El diseño conjunto de los futuros servicios de apoyo con estas comunidades es esencial para garantizar que los recursos sean adecuados y beneficiosos para las personas y comunidades en situación de riesgo.
Aunque las mujeres, los adultos más jóvenes y los residentes en comunidades rurales eran más propensos a informar de un deterioro de los síntomas de salud mental tras desastres repetidos, el pequeño tamaño de la muestra significa que estos resultados deben interpretarse con cautela, sobre todo porque los resultados también se vieron limitados por la falta de información relativa a los tipos y la gravedad de los fenómenos naturales experimentados.
El impacto financiero de estos desastres (incluida la pérdida de medios de subsistencia y el desplazamiento) tampoco se incluyó en el estudio actual. Por lo tanto, estos últimos hallazgos atestiguan la necesidad de futuras investigaciones que midan de forma más exhaustiva el impacto total de los fenómenos meteorológicos en combinación con los factores de estrés de la vida cotidiana, ya que los fenómenos relacionados con el clima no se producen en el vacío.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Ang Li & Claire Leppold
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos