Las personas que toman multivitaminas a diario no presentan un menor riesgo de mortalidad que las personas que no usan estos productos, según afirma un metaanálisis publicado en JAMA Network Open. El estudio aglutina los datos de más de 390.000 personas, seguidas durante unos 20 años en tres cohortes diferentes en Estados Unidos.
Miguel Ruiz-Canela - multivitaminas longevidad
Miguel Ruiz-Canela
Catedrático y director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública
Los complejos multivitamínicos son utilizados por uno de cada tres estadounidenses con el fin de mantener (o mejorar) la salud y prevenir enfermedades crónicas. Sin embargo, este consumo no se corresponde con las recomendaciones de las autoridades sanitarias en ese país debido a que no existen pruebas concluyentes sobre sus posibles beneficios.
Loftfield y colaboradores han realizado un estudio que destaca por el alto número de personas estudiadas (unas 390.000 personas) y el largo tiempo de seguimiento (más de 20 años). La hipótesis de estos investigadores era que el uso de un complejo multivitamínico podría reducir el riesgo de mortalidad. El resultado, sin embargo, muestra que las personas que consumen multivitaminas a diario tienen un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas en comparación con los que no consumen estos complejos multivitamínicos. Se trata de un incremento del riesgo de solo un 4 % y que no se mantiene en el segundo periodo de seguimiento del análisis, algo que a nivel individual puede ser poco relevante, pero que tiene una gran importancia para la salud pública. A nivel poblacional los riesgos que tienen un mayor impacto son riesgos bajos pero que afectan a un gran porcentaje de la población.
El estudio de los complejos multivitamínicos es complejo ya que los usan personas que están muy preocupadas por su salud y personas de edad avanzada con enfermedades crónicas. Este nuevo estudio ha tenido en cuenta la mayoría de los factores que podrían confundir los resultados encontrados. Es posible que no se haya podido ajustar por todos estos factores y sería interesante conocer qué efecto tiene el consumo de los complejos multivitamínicos a lo largo de la vida.
A pesar de esto, los resultados son suficientemente robustos para recomendar a la población que no consuma estos complejos a no ser que exista una deficiencia nutricional concreta y bajo la supervisión de un profesional sanitario. Existe una amplia evidencia científica que demuestra que el mejor modo para alargar la vida es seguir un estilo de vida saludable, incluyendo la práctica de actividad física, una dieta sana, evitar el estrés y tener un descanso adecuado. Esto supone más esfuerzo que tomar una pastilla, pero al final lo agradecerán tanto nuestro cuerpo como nuestro bolsillo.
Maira Bes - multivitaminas longevidad
Maira Bes-Rastrollo
Co-coordinadora del grupo de trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, y miembro de CIBERobn
Los multivitamínicos son una combinación de vitaminas y/o minerales que en Europa se regulan como “complemento alimenticio” bajo la directiva de suplementos alimenticios de la Unión Europea. Por ello, es la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) quien evalúa las pruebas científicas sobre la seguridad de un multivitamínico y son los productores, proveedores y distribuidores los responsables de asegurarse de que los multivitamínicos que llegan al consumidor sean seguros. No obstante, es importante señalar que, como no son considerados fármacos y no están regulados por la Agencia Europea del Medicamento, los multivitamínicos se pueden comercializar sin ensayos clínicos ni documentación científica que demuestre su eficacia.
Si bien quizás el interés por el consumo de multivitamínicos en Europa es menor que en Estados Unidos, la popularidad del uso de suplementos alimenticios ha aumentado en los últimos años, dado el mayor interés de la población por su salud y bienestar. Según los datos de la encuesta elaborada por Food Supplements Europe en 2022 en 13.200 adultos de 14 países europeos, el 29 % de la población europea había consumido un multivitamínico durante el último año y España no es una excepción en cuanto a estas tendencias, teniendo el sector de los complementos alimenticios una facturación de 2.000 millones de euros en 2023.
Pero realmente, ¿el consumo de alimentos multivitamínicos es beneficioso para la salud y previene la mortalidad? Hasta la fecha, los resultados procedentes de los diversos estudios científicos eran inconsistentes. De hecho, el US Preventive Task Force (USPSTF) concluyó en 2022 después de revisar los ensayos clínicos sobre el consumo de multivitamínicos y la mortalidad que no había suficiente evidencia para determinar los beneficios o los daños de su consumo debido, en parte, al seguimiento limitado y la falta de validez externa de los estudios, es decir, la dificultad de extrapolar los resultados de estos ensayos a la población general.
Por todo ello, un grupo de científicos americanos ha evaluado utilizando tres estudios de cohortes prospectivos con una muestra total de 390.124 participantes si el uso de complementos multivitamínicos se asociaba con una menor mortalidad. Durante el seguimiento de hasta 27 años de los participantes, los investigadores identificaron 164.762 fallecidos. El estudio ha utilizado una metodología científica muy sólida, teniendo en cuenta medidas repetidas del uso de multivitamínicos, así como otra información de los participantes, incluyendo sus estilos de vida, que podrían confundir los resultados. Los hallazgos del estudio muestran, con más de 20 años de seguimiento, que el uso diario de multivitaminas no se asoció con una menor mortalidad. Por el contrario, a lo esperado, el riesgo de mortalidad fue un 4 % mayor entre los consumidores diarios de multivitaminas, comparados con los no consumidores, en los años iniciales del seguimiento (Hazard ratio ajustada: 1,04; Intervalo de confianza 9%: 1,02-1,07). No obstante, a pesar del seguimiento y de haber excluido a las personas con cáncer y otras enfermedades crónicas al inicio del estudio, no se puede descartar en su totalidad la existencia de una posible causalidad inversa producida por el llamado efecto de usuario enfermo (sick user effect). No obstante, los resultados son claros en cuanto a la falta de eficacia para prevenir la mortalidad asociada al consumo diario de multivitaminas.
Estos resultados nos indican que los beneficios de las vitaminas y minerales presentes en los alimentos que conforman un patrón alimentario saludable como el patrón mediterráneo, rico en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado disponen de una gran cantidad de sustancias bioactivas que favorecen la salud y la absorción de estos nutrientes. No obstante, si las vitaminas y minerales las ingerimos como suplementos aislados, desaparecen las potenciales interacciones y sinergias entre los distintos alimentos presentes en los patrones alimentarios saludables. La ingesta de multivitaminas nunca puede sustituir una dieta saludable. Si bien es cierto, que hay situaciones en las que está indicado el consumo de suplementos como es el caso de la ingesta de vitamina B12 en aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, los suplementos de vitamina D en aquellas personas con unos niveles séricos de vitamina D insuficientes, el uso de multivitaminas después de una operación de cirugía bariátrica o la ingesta de ácido fólico durante el primer trimestre de embarazo para prevenir la espina bífida de los recién nacidos, siempre [debe hacerse] bajo el consejo de un profesional sanitario.
En resumen, si se quiere ganar salud, es más sensato gastar el dinero de los suplementos vitamínicos en una cesta de la compra de calidad con productos frescos de proximidad y temporada que nos ayuden a seguir una dieta mediterránea saludable y apoyen la necesaria sostenibilidad del mundo rural.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- No aleatorizado
- Estudio observacional
- Humanos
- Metaanálisis
Erikka Loftfield et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- No aleatorizado
- Estudio observacional
- Humanos
- Metaanálisis