Una revisión publicada en la revista Science Advances analiza cómo la expansión de la acuicultura marina —el cultivo de organismos acuáticos en el océano— puede generar riesgos, como la degradación del medioambiente marino. El estudio forma parte de un número especial de la revista dedicado a esta industria en crecimiento.
Eduardo Almansa - acuicultura
Eduardo Almansa
Investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO - CSIC)
El trabajo busca identificar y categorizar los diferentes tipos de impacto de la acuicultura marina a través del análisis de datos científicos previamente publicados. El objetivo es ayudar en la toma de decisiones sobre la viabilidad y utilidad de esta actividad. El tratamiento de los datos es adecuado y la descripción de los distintos tipos de impacto puede ser útil para este tipo de gestión.
Sin embargo, la sugerencia de los autores respecto a que la acuicultura marina no representa una solución para la seguridad alimentaria global no puede deducirse solo con los datos obtenidos en este estudio. En este sentido, hay que tener en cuenta que la acuicultura representa más de la mitad de las especies marinas que consumimos (según la FAO) y, a nivel marino, es la única que permite aumentar la producción de alimentos sin añadir presiones adicionales a las pesquerías. Por otro lado, dicha afirmación tampoco parece tener en cuenta los avances realizados para mitigar sus efectos negativos (tanto científicos como legislativos).
En este sentido, la situación actual se podría resumir en una frase de una revisión reciente (Troell et al., 2023): “La acuicultura no es la solución milagrosa para la seguridad alimentaria mundial ni para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero puede hacer contribuciones importantes si se planifica y aplica adecuadamente”.
María José Sánchez - acuicultura
Mª José Sánchez-Muros Lozano
Catedrática del área de Producción Animal
Los estudios son trabajos científicos bien fundamentados y describen una serie de riesgos que corre la acuicultura. Sin embargo, desde mi punto de vista, hay cierta parcialidad. Por ejemplo, se citan desventajas para la salud humana como la acumulación de tóxicos o microplásticos. Es cierto, pero ¿qué hay de los peces salvajes? Las evidencias señalan que la acumulación de tóxicos es mayor en los peces salvajes, entre otras cosas porque el mar ha sido el vertedero de la humanidad y se ha producido un efecto de bioacumulación en la cadena trófica, mientras que los peces acuicultivados son alimentados con materia previamente analizada y con trazabilidad y libres de tóxicos. Como esto hay muchos puntos a discutir en estos trabajos. En estos trabajos se identifican los riesgos de la acuicultura, lo que es imprescindible para remediarlos, pero también es verdad que la acuicultura trabaja constantemente para ser más sostenible, evitando y superando esos riesgos.
Hoy en día, desde mi punto de vista, tanto la acuicultura como la ganadería son necesarias, o más exactamente, imprescindibles, pero hay que tener en cuenta que hay sistemas de producción animal que no son sostenibles y otros que sí lo son. Ahí es donde está la verdadera cuestión: hay que definir e implantar sistemas de producción animal que se integren en una economía circular.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Revisión
Sellars et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Revisión