El uso de betabloqueantes no aporta beneficio a los pacientes que han superado un infarto con función cardiaca normal, según un nuevo estudio
Un metaanálisis concluye que el uso de betabloqueantes no es necesario en pacientes que han sufrido un infarto pero tienen función cardiaca normal. La investigación, coordinada en España por el CNIC, aglutina los datos de cinco ensayos clínicos y 17.801 pacientes. Uno de estos ensayos, REBOOT, ya mostraba que los pacientes que tras un infarto no tenían una función cardiaca reducida no se beneficiaban del tratamiento con betabloqueantes. Según el actual metaanálisis, publicado en el New England Journal of Medicine y que se presenta en el Congreso de la Asociación Americana del Corazón en Nueva Orleans (EEUU), usar estos fármacos no reduce la mortalidad, los reinfartos ni la insuficiencia cardiaca en este grupo de pacientes.
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Ignacio Fernández Lozano
Presidente de la Sociedad Española de Cardiología
Este metaanálisis analiza con metodología rigurosa los resultados de cinco estudios recientes de tratamiento con betabloqueantes en pacientes tras un infarto agudo de miocardio (IAM) con fracción de eyección conservada.
Completa información previa y realza los resultados del ensayo clínico REBOOT. Los betabloqueantes no aportan beneficio en ese grupo concreto de pacientes, es decir, aquellos con fracción de eyección conservada tras un IAM. Como novedad, a diferencia del REBOOT, las mujeres no tienen efectos adversos al analizar los cinco ensayos.
El mensaje debería ser que no se suspendan los betabloqueantes en todos los pacientes sin consultar al especialista. Hay que confirmar el estado del paciente y, además, hay que tener en cuenta que los betabloqueantes pueden tomarse por otras indicaciones como la hipertensión arterial o las arritmias.
Por tanto, hay que valorar con el especialista la necesidad de betabloqueantes en pacientes post IAM con fracción de eyección preservada.
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Julián Pérez-Villacastín
Jefe de servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid
¿El estudio se apoya en datos y métodos sólidos?
“Sí. Son los datos más sólidos actualmente”.
¿Qué novedades aporta?
“En los trabajos previos había algunos resultados que podrían parecer discordantes. Sin embargo, cuando se lleva a cabo este metaanálisis y se suman los pacientes de los otros cuatro estudios, los resultados son concordantes y demuestran la ausencia de beneficio de los betabloqueantes en cuanto a mortalidad, reinfarto o ingreso por insuficiencia cardíaca en pacientes que han sobrevivido a un infarto de miocardio y tienen una fracción de eyección superior al 50 %”.
¿Hay limitaciones importantes que haya que tener en cuenta?
“Todos los estudios tienen limitaciones a la hora de aplicar sus resultados a personas concretas. Sin embargo, estas limitaciones, reconocidas por los autores en los distintos trabajos, no disminuyen el valor de sus conclusiones, aplicadas a la población general”.
¿Qué relevancia tiene este estudio en la práctica clínica?
“La relevancia es muy importante para la práctica clínica, porque hasta ahora se creía que todos los pacientes que habían sobrevivido a un infarto de miocardio, a pesar de que el infarto no les hubiera hecho mucho daño en su corazón, convenía que tomaran betabloqueantes de por vida. Ahora se ha demostrado que esto no es ‘obligatorio’. ¿Qué pasaba hasta ahora? ¿Que los betabloqueantes los mataban o les favorecían otro infarto o que ingresaran más veces en el hospital? En absoluto. Pero en algunos pacientes, los betabloqueantes sí podían deteriorar algo su calidad de vida al producir cansancio, empeoramiento de sus problemas pulmonares, del sueño o de su función sexual. Pero también hay otro grupo de enfermos que toleran muy bien los betabloqueantes o que incluso se pueden encontrar mejor al tomarlos porque tienen más controlada su frecuencia cardiaca, su presión arterial, sus arritmias o incluso la forma de sentirse el corazón”.
¿Qué recomendaciones pueden hacerse en base a este y otros trabajos?
“La recomendación principal es que los betabloqueantes no deben recomendarse en todos los pacientes que sufren un infarto agudo, miocardio en los que su corazón no sufre un gran daño, reflejado en que su fracción de inyección es superior al 50 %”.
¿Este trabajo va a tener impacto en las guías de práctica clínica, como indica la nota de prensa?
“Sí porque, afortunadamente, en cardiología disponemos de unas guías clínicas en las que se orienta a los médicos acerca de los tratamientos que han demostrado ser efectivos en las distintas patologías. Las recomendaciones se gradúan en base a la evidencia científica disponible. Ahora disponemos de esta nueva evidencia, muy sólida que desmonta las creencias derivadas de estudios anteriores y, por lo tanto, hará que se modifiquen estas guías clínicas”.
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Manuel Martínez-Sellés
Presidente del Colegio de Médicos de Madrid, catedrático de Medicina y jefe de Sección de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón
Estos datos basados en una muestra de casi 18.000 pacientes vienen a confirmar lo que muchos sospechábamos desde hace tiempo y aclaran dudas generadas por resultados aparentemente dispares de ensayos recientes. Se confirma que los betabloqueantes no tienen un papel en pacientes con un infarto de miocardio con fracción de eyección de ventrículo izquierdo conservada. Es importante señalar que, con la extensión de las estrategias de revascularización, la mayoría de pacientes con infarto de miocardio tienen esta fracción de eyección conservada por lo que no precisan de esta terapia, salvo que tengan otra indicación clínica de betabloqueo. El mensaje para los pacientes es que, después de un infarto, si su corazón no está débil, el betabloqueante no está indicado.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos
- Metaanálisis
Kristensen et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos
- Metaanálisis