Se trata de un estudio de buena calidad que aborda la influencia de las características del entorno construido sobre acciones relacionadas con la actividad física, tales como caminar, jugar al aire libre o practicar deportes. Aporta conclusiones basadas en una muestra de más de 3.000 adolescentes de toda España, contribuyendo así a completar la evidencia actual, que en España había abordado poco la influencia del nivel socioeconómico desde el punto de vista del lugar de residencia (y lo que implica en cuanto a entorno construido) sobre la actividad física, que a su vez tiene un impacto sobre la salud de las personas.  

Los resultados de este estudio permitirán a los tomadores de decisiones tener en consideración la dotación de infraestructuras, así como su mantenimiento en diferentes barrios, ciudades o pueblos para evitar que estas puedan impactar negativamente en los niveles de actividad física de la población. En todo caso, será necesario seguir trabajando en la reducción de la brecha entre el conocimiento científico y las decisiones de orden político para que este tipo de estudios tengan un impacto más real en la vida de las personas.