El Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido mantener la pandemia de covid-19 como emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC por sus siglas en inglés) tras reunirse el pasado viernes.
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Voro Peiró - PHEIC
Salvador Peiró
Epidemiólogo, investigador en el Área de Investigación en Servicios de Salud y Farmacoepidemiología de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO) y director de Gaceta Sanitaria, revista científica de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
En primer lugar, hay que señalar que la propia reunión del International Health Regulations Emergency Committee para valorar si la covid-19 continúa siendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC) es, por sí misma, una buena noticia. Un indicador de la notable mejoría en la situación mundial de la pandemia.
Por lo demás parece razonable que la OMS quiera mantener la PHEIC hasta avanzar algo más en: 1) los planes de los estados miembros en preparación y prevención a medio-largo plazo, 2) mantener la atención en la vigilancia de nuevas variantes y 3) valorar algunos aspectos regulatorios (algunas autorizaciones de vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos, en algunos países, están amparados por la declaración de la covid-19 como PHEIC).
En resumen, un paso que implícitamente reconoce la mejor situación de la pandemia y –como era esperable tratándose de la OMS– avanza con la necesaria prudencia en la reducción de la alerta mundial.