Tras el acuerdo alcanzado entre el Parlamento y Consejo Europeo hace unos meses, hoy el Parlamento Europeo ha aprobado en el Pleno un acuerdo político provisional con los países de la UE con nuevos requisitos para mejorar la calidad del aire para 2030. El acuerdo establece límites y objetivos más estrictos para varios de los contaminantes con un grave impacto en la salud, incluyendo las partículas (PM2,5, PM10), NO2 (dióxido de nitrógeno) y SO2 (dióxido de azufre). La ley tiene que ser adoptada ahora por el Consejo, antes de publicarse en el Diario Oficial de la Unión Europea. Los países de la UE dispondrán de dos años para aplicar las nuevas normas.
Mark Nieuwenhuijsen - normativa aire Parlamento
Mark Nieuwenhuijsen
Director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud, y jefe del programa de Contaminación Atmosférica y Entorno Urbano del ISGlobal
La votación del Parlamento es otro paso importante para reducir la gran carga sanitaria relacionada con la contaminación del aire en Europa. La contaminación del aire todavía se cobra demasiadas vidas y causa demasiadas enfermedades como accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, asma, cáncer y demencia, por nombrar algunas. Es extremadamente importante empezar a tomar medidas ahora para cumplir con las nuevas directrices de la UE, por ejemplo, reduciendo el uso de combustibles fósiles y aumentando el uso de fuentes de energía limpias y renovables, introduciendo zonas de bajas emisiones y nuevos modelos urbanos, como las supermanzanas de Barcelona.
Los barrios de poco tráfico de Londres, la ciudad de 15 minutos de París y los barrios libres de coches de Friburgo estimulan el transporte público y activo, mejoran el aislamiento de las viviendas y mejoran la gestión del estiércol agrícola y el uso de fertilizantes. Es una oportunidad única la de esta generación para mejorar la salud pública.
Vanessa López - normativa aire
Vanessa López
Directora de Salud por Derecho
La aprobación de la normativa es una victoria de la sociedad civil, que lleva años reclamando esta reforma. Es un gran paso para mejorar la salud en toda Europa, salvando vidas y acercándonos a la evidencia científica. Con límites más estrictos, evitaremos cientos de miles de muertes prematuras cada año. Además, el mayor acceso a la información es esencial para concienciar sobre el impacto de la contaminación en nuestra salud. Hoy comenzamos el camino hacia una Europa libre de contaminación en 2050, más limpia y segura para nuestra generación y para las futuras.
Susana Borràs - normativa aire Parlamento
Susana Borràs Pentinat
Profesora asociada de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad Rovira i Virgili, coordinadora del Máster en Derecho Ambiental e investigadora del Centro de Estudios de Derecho Ambiental de Tarragona (CEDAT)
La contaminación atmosférica en Europa, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, sigue siendo el mayor riesgo para la salud, exponiendo a más del 90 % de la población urbana a niveles muy perjudiciales, por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2021), y con un balance de 300.000 muertes al año.
Hoy el Parlamento Europeo ha dado el visto bueno a la propuesta de revisar el marco normativo en la UE, fusionando las dos directivas actuales sobre calidad del aire (2004/107/CE y 2008/50/CE), respondiendo no solo a la urgencia de fijar umbrales más estrictos en los niveles de contaminación para 2030 y logar una contaminación cero para 2050, sino también a la necesidad de responsabilizar a los principales emisores de contaminación atmosférica.
Los aspectos más significativos de la nueva normativa son: la revisión periódica de las normas de calidad del aire de acuerdo con los datos científicos; una mayor claridad sobre el acceso a la justicia; la reparación de daños; la eficacia de las sanciones y una mejor información pública sobre la calidad del aire, así como el apoyo a las autoridades locales en la consecución de un aire más limpio mediante el refuerzo del control de la calidad del aire, la modelización y los planes de calidad del aire.
Asimismo, se reconocen los derechos de las personas afectadas por la contaminación atmosférica, como el derecho a estar representadas por organizaciones no gubernamentales en acciones judiciales colectivas de daños y perjuicios, y el derecho a ser indemnizadas en caso de infracción de las normas de calidad del aire de la UE.
No obstante, sigue habiendo algunos aspectos controvertidos, como son el horizonte demasiado lejano para lograr los objetivos de reducción y calidad del aire, y la posibilidad que tienen los Estados de pedir una prórroga de 10 años por la imposibilidad de alcanzar los objetivos de reducción debido a condiciones climáticas y orográficas específicas.
En todo caso, es un avance muy importante para garantizar un medio ambiente más seguro, sano y limpio para toda la ciudadanía europea.