La revisión liderada por el profesor australiano Joshua P. Voegel y colaboradores, publicada en la prestigiosa revista The Lancet Global Health, proporciona un exhaustivo resumen las consecuencias de las malas prácticas en la atención al parto y en el periodo de posparto en salud de la madre. Según el estudio, estas malas prácticas pueden causar graves problemas de salud, como infertilidad secundaria, disfunción sexual, incontinencia urinaria y anal, y depresión y ansiedad posparto, que pueden llegar a afectar a una de cada cinco mujeres.  

Las guías de práctica clínica recomiendan la prevención y la detección de mujeres en situación de riesgo, pero este servicio no se está realizando en muchos países desarrollados, entre ellos España. Tampoco en muchos casos las mujeres reciben tratamiento, lo que ocasiona devastadoras consecuencias para la salud de las madres, que le pueden dificultar el cuidado de sus bebés.  

Los autores resaltan la necesidad de que los servicios de salud adopten practicas basadas en la evidencia científica donde la salud de las madres durante el embarazo, parto y periodo de posparto sean priorizadas; se cuente con profesionales formados en estas necesidades y se proporcione a las madres información contrastada para que ellas mismas puedan tomar decisiones sobre su salud durante esta etapa tan importante. Solo así la salud materna será una realidad. 

La mejora de los condicionantes de salud ha reducido drásticamente las cifras de mortalidad materna. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la prestigiosa revista The Lancet pone de manifiesto cómo la salud tanto física como mental de las mujeres se ve afectada tras dar a luz. 

Hasta un tercio de las mujeres que han dado a luz experimenta problemas de salud más allá de las seis semanas postparto. Los datos provienen en su mayoría de países desarrollados. Los investigadores alertan de que es necesario que las mujeres tengan acceso a una amplia asistencia de calidad y un seguimiento multidisciplinar más amplio después del parto.