Los cambios provocados por la crisis climática —como su impacto en las precipitaciones y en el aumento de temperaturas— suponen un estrés para las plantas, tanto de entornos silvestres como agrícolas. Un especial publicado en la revista Science reúne cinco artículos en los que se revisa esta problemática, incluyendo las adaptaciones que las plantas pueden adoptar y que podrían aplicarse para combatirla.

Víctor Resco - adaptación plantas
Víctor Resco de Dios
Profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida
Uno de los argumentos que suelen esgrimir los negacionistas es que el cambio climático aumentará la producción agraria. Esto es porque, al ser el CO2 la ‘comida’ de las plantas (el sustrato para la fotosíntesis), aumentos en las concentraciones atmosféricas de CO2 deberían conllevar aumentos en la producción. Sin embargo, los estudios realizados en experimentos donde se ‘fumiga’ continuamente con CO2 (experimentos FACE, por sus siglas en inglés) rara vez encuentran beneficios para el crecimiento a largo plazo, sobre todo cuando el aumento en CO2 viene acompañado por calentamiento u otros estreses ambientales.
De hecho, el aumento en la temperatura y de las olas de calor, sobre todo en días clave para la floración o fructificación, pueden dañar el cultivo y diezmar la producción. Estos artículos nos recuerdan lo rápido que están avanzando la ciencia y técnica para poder hacer frente a este reto. Los artículos repasan algunos de los principales avances en distintas técnicas de modificación genética, como los cultivos transgénicos y las herramientas de edición genética. También ponen en valor el papel de la mejora genética, esto es, la selección genética que se ha realizado continuamente desde Mesopotamia.
Los avances científicos en este ámbito contrastan con la inmovilidad que muestra el legislador en Europa. Algunas campañas han generado un miedo injustificado a la ingeniería genética en la población, lo que ha resultado en la parálisis legislativa que estamos viviendo. Tal y como indica Bernacchi en su artículo, mejorar la aceptación social de estas técnicas resulta esencial para la adopción de las nuevas técnicas y, por ende, para la adaptación al cambio climático.
Ahora bien, como nos recuerda Yeaman, la modificación genética no es la panacea, y tiene importantes limitaciones. Se trata de una herramienta necesaria y muy poderosa, pero, probablemente, insuficiente por sí sola. Aparte de la modificación y de la mejora genética, la adaptación al cambio climático también pasará por el cambio de cultivos en muchas zonas, y otros cambios en las técnicas agronómicas.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Yeaman
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Bernacchi et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares