El artículo describe la estructura de la proteína PINK1 y la forma en la que se une a la mitocondria para estimular la degradación de las mitocondrias dañadas (mitofagia). Es un artículo muy interesante y creo que está bien hecho. Desde el punto de vista de la investigación básica es importante porque describe con detalle un proceso molecular que no era bien conocido. Sin embargo, creo que su impacto médico, siendo relevante, no debe ser considerado como espectacular.  

Es verdad que hay casos de parkinsonismo genético producido por mutaciones en PINK1, pero estos casos representan un número relativamente pequeño de los casos totales. La mayoría (más del 90 %) de los casos de párkinson (esporádicos y genéticos) no se relacionan (en principio) con PINK1. Por ello, creo que las esperanzas de obtención de una nueva farmacología para tratar la enfermedad de Parkinson que se indican en la nota de prensa, aunque potencialmente posible, me parecen algo exageradas.