Dos ensayos clínicos independientes demuestran la seguridad de las terapias con células madre para la enfermedad de Parkinson. Los trabajos, publicados en Nature, investigan el uso de células derivadas de células madre pluripotentes inducidas humanas y de células madre embrionarias humanas, respectivamente. El párkinson se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas que producen dopamina. La terapia celular, que repone las neuronas productoras de dopamina en el cerebro, podría proporcionar un tratamiento con menos efectos adversos que los actuales. Sin embargo, es necesario seguir investigando para comprobar la eficacia y los beneficios de estas nuevas terapias.

Rosario Sánchez - células madre párkinson
Rosario Sánchez Pernaute
Ikerbasque Research Professor, directora del Laboratorio de Reprogramación y Regeneración neural (Molecular Brain Lab) y adjunta a la dirección científica del Health Research Institute Biobizkaia
Ambos estudios provienen de grupos que tienen una larga y sólida trayectoria en el desarrollo de células idóneas para el trasplante en pacientes parkinsonianos, con numerosos estudios in vitro y en animales de experimentación dirigidos a demostrar la eficacia y seguridad de los productos celulares derivados de células pluripotentes en aplicaciones clínicas que ahora han probado en pacientes.
Ambos ensayos son abiertos, con pocos pacientes (siete y 12), testando dos dosis y están bien diseñados, son estudios de seguridad (fase I, I/II) con exploración de indicios de eficacia. Ambos son alogénicos con productos derivados de hES [células madre embrionarias humanas] o hIPSC [células madre pluripotentes inducidas humanas], respectivamente. Los efectos adversos son similares y ningún efecto cuestiona la seguridad de los productos celulares en estudio.
El grupo de Takahashi ha utilizado una línea de iPSC que está seleccionada para concordar a nivel HLA con un 17 % de la población japonesa para minimizar rechazo y ser utilizada de forma universal. Además, utilizan un protocolo que incluye una selección de células de la placa basal para evitar contaminaciones con poblaciones que pueden ocasionar efectos adversos, como las neuronas serotonérgicas.
Muy interesante es que han utilizado seguimiento in vivo de los pacientes con PET con distintos trazadores para evaluar no solo la supervivencia de las células dopaminérgicas en el trasplante (con fluorodopa), sino también para evaluar las células proliferativas y la reacción inflamatoria en los pacientes trasplantados.
Tanto a nivel de desarrollo celular como a nivel clínico los dos estudios utilizan métodos sólidos y validados y llevan más de 10 años trabajando para conseguir un producto celular seguro y funcional para trasplante en enfermedad de Parkinson. El abordaje quirúrgico es similar y el régimen de inmunosupresión (15 meses) también, aunque con algunas diferencias en los fármacos utilizados.
El estudio americano es algo más preliminar, con datos de siete pacientes con resultados a 18 meses (algo corto para este tipo de intervenciones) y el seguimiento de neuroimagen está limitado a fluorodopa para ver las células dopaminérgicas en el trasplante.
Las limitaciones más importantes las reconocen ambos estudios: el número limitado de pacientes, el ser ensayos abiertos, y el corto seguimiento temporal. A nivel clínico, los estudios demuestran una eficacia francamente limitada (a pesar de no estar diseñados para estudiar eficacia, ambos ensayos miden el efecto en escalas motoras, de calidad de vida y captación de fluorodopa) y los resultados son algo pobres. Es notable la falta de correlación del outcome motor con las dos dosis utilizadas y es posible que en ambos estudios se hayan quedado cortos de dosis considerando la baja supervivencia de las células trasplantadas en estudios previos, posiblemente por temor a las discinesias [movimientos involuntarios] que se dieron en los ensayos con células fetales.
Ambos inciden en la ausencia de discinesias inducidas por el trasplante, que fue la mayor complicación en los estudios doble ciego con células fetales. En el estudio japonés se reporta un aumento de discinesias por levodopa que es consistente porque no modifican la medicación dopaminomimética. Sin embargo, es algo preocupante el discreto efecto dopaminomimético y la ausencia de correlación entre escalas motoras y neuroimagen en ambos estudios.
Los estudios son sólidos, reportan los resultados de forma coherente y moderada, discutiendo adecuadamente las limitaciones. En general, son estudios muy bien ejecutados y muy informativos, sobre todo el japonés por la evaluación de la progresión in vivo con PET de parámetros inflamatorios y de proliferación celular. Son positivos y permiten ser optimistas pero condicionados a los resultados a tiempos algo más prolongados.
Como en estudios previos, la suspensión de la inmunosupresión no parece ocasionar una pérdida del beneficio del trasplante, pero estos son resultados muy preliminares y con pocos pacientes, de forma que la necesidad de mantener la inmunosupresión es debatible.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Ensayo clínico
- Humanos
Tabar et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Ensayo clínico
- Humanos
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Ensayo clínico
- Humanos
Sawamoto et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Ensayo clínico
- Humanos