Los cerebros de los bebés se especializan en su idioma nativo desde el embarazo, según un estudio realizado en Francia. El equipo de investigación usó encefalogramas para medir la actividad cerebral de 33 neonatos con madres francófonas mientras oyen un cuento en francés, inglés o español. Los resultados constituyen “la evidencia más convincente hasta la fecha de que la experiencia lingüística ya da forma a la organización funcional del cerebro infantil, incluso antes del nacimiento”, escriben los autores en Science Advances.
lengua embarazo - Raquel Fernández ES
Raquel Fernández Fuertes
Directora del Laboratorio de Adquisición del Lenguaje de la Universidad de Valladolid (UVALAL)
Los trabajos previos sobre el estudio de cómo los bebés y los niños pequeños adquieren su primera lengua (en el caso de la adquisición monolingüe) y sus primeras lenguas (en el caso de la adquisición bilingüe y multilingüe) vienen mostrando desde hace tiempo la importancia de la exposición al lenguaje. Es decir, la adquisición del lenguaje se produce porque los bebés están expuestos a un input lingüístico, entre otros factores relevantes (por ejemplo, la dotación genética). La presente investigación da un paso adelante (o hacia atrás en términos de la cronología del bebé) al explorar si esto es así también prenatalmente.
El estudio muestra una metodología cuidadosamente controlada en cuanto a la selección de los participantes, el diseño de las condiciones experimentales y el procedimiento de recogida de datos. Los autores tienen en cuenta la distancia/proximidad entre lenguas a nivel tipológico, así como la longitud de las unidades lingüísticas (medida mediante bandas de frecuencia theta frente a gamma) para ofrecer un estudio detallado de lo que el recién nacido es capaz de procesar.
Los bebés identifican con éxito la lengua a la que han estado expuestos prenatalmente (es decir, el francés) y la distinguen de otras lenguas ya sean prosódicamente similares (es decir, el español) o más distantes (es decir, el inglés). Además, en estas etapas inicial los bebés son sensibles a las unidades prosódicas más grandes (es decir, las sílabas, la banda theta) y no a las más pequeñas (es decir, los fonemas, la banda gamma), ya que son las unidades a las que están expuestos en la lengua que han escuchado prenatalmente. El efecto de la experiencia lingüística antes del nacimiento resulta ser un factor determinante en el procesamiento y la adquisición del lenguaje ya durante los primeros días después del nacimiento.
Este estudio deja la puerta abierta a considerar otras cuestiones que ayudarían a completar la información que tenemos sobre cómo el cerebro se desarrolla y procesa el lenguaje, por ejemplo, a través del análisis de lenguas tonales en las que los patrones de entonación implican un cambio de significado que no se produce en las lenguas no tonales como las tres consideradas en este estudio. Además, aún queda por investigar si los efectos de facilitación aquí descritos para el lenguaje pueden extenderse también a otros dominios (por ejemplo, la música).
lengua embarazo - Silvia Nieva ES
Silvia Nieva Ramos
Investigadora en el departamento de Psicología Experimental, Procesos Cognitivos y Logopedia de la facultad de Psicología
El estudio es de calidad y ha pasado la revisión por pares. El equipo de investigación pertenece a la Universidad Paris Descartes (Paris Cité) y ha pasado por el comité de ética de dicha universidad. Se apoya en datos y métodos sólidos.
El artículo parte de premisas bien asentadas en la investigación: los neonatos tienen percepción intrauterina, en concreto procesan características fonoprosódicas (entonación, melodía, cualidades rítmicas…), tienen referencia por la lengua materna y por la voz de la madre y pueden discriminar lenguas de diferentes estructuras rítmicas.
El objetivo del estudio es ver los cambios dinámicos a nivel neural en la plasticidad cerebral, apoyados en el aprendizaje y a memoria. Compara la lengua materna, francés (con exposición previa intrauterina desde aproximadamente 24 semanas de gestación, generalmente desde 28 semanas) con otras lenguas no expuestas, de diferente tipo rítmico (una de ellas con el mismo tipo rítmico, español, y otra con distinto tipo rítmico, inglés). En este caso, las diferencias entre estas lenguas tienen que ver con la duración de las sílabas, las sílabas en español y francés tienen la misma duración todas, y en inglés hay sílabas de diferente duración.
Lo que aporta este estudio es a nivel metodológico. Este tipo de investigaciones se ha hecho principalmente con análisis de base conductual, por lo que cualquier aportación con técnicas que permitan observar la actividad cerebral es una aportación relevante.
Las limitaciones son las de la propia técnica, ya que existen técnicas de neuroimagen más avanzadas, como la magnetoencefalografía, pero es más costosa y compleja su adaptación para su uso en bebés.
Este trabajo podría ser un paso previo para usar este tipo de técnicas y también aporta que es necesario realizar investigaciones sobre otras lenguas maternas que no sean el inglés.
En el análisis bibliométrico de Guo (2022) podemos ver que uno de los temas más estudiados sobre la adquisición del lenguaje infantil es speech perception, procesamiento del habla.
En Kidd & García (2022) podemos ver cómo la mayor parte de los estudios que se hacen son sobre lengua materna inglesa, aunque hay una tendencia al cambio y este estudio contribuye al estudiar bebés que aprenden lengua francesa.
lengua embarazo - Jordi Costa ES
Jordi Costa Faidella
Profesor agregado de Brainlab en la Universitat de Barcelona (UB) e investigador en el Institut de Recerca Sant Joan de Déu
Carles Escera
Catedrático de Neurociencia Cognitiva de Brainlab en la Universitat de Barcelona (UB) e investigador en el Institut de Recerca Sant Joan de Déu
Se trata de un estudio muy interesante, tanto por los hallazgos como por el método usado. El grupo de investigación liderado por la doctora Gervain, de la Universidad de Padova, ha encontrado unos marcadores de actividad cerebral en bebés que reflejan la exposición que han tenido a su lengua materna mientras estaban en el útero de su madre. Concretamente, han visto que la actividad eléctrica rítmica del cerebro de los bebés después de escuchar grabaciones en su lengua materna se sintoniza al ritmo silábico de dicha lengua, lo que sugiere que las experiencias prenatales afinan la capacidad de los bebés para captar el lenguaje de su madre.
Hace tiempo que se sabe que las experiencias auditivas intrauterinas, como la exposición al habla o a la música, modulan la forma en la que los recién nacidos perciben el sonido, incluyendo sus preferencias. Por ejemplo, los bebés prefieren la voz de la madre a otras voces. Y los bebés de madres que cantan a diario o escuchan música por altavoces, nacen con una mejor capacidad de codificar el tono de la voz. Este estudio constituye una aportación interesante al campo, aunque creemos que es difícil asegurar que sus resultados reflejan directamente las características del idioma materno. Para ello se debería poder replicar los resultados en bebés nativos de los otros idiomas que aparecen en el estudio (español e inglés).
Además, hay factores que podrían influir, como por ejemplo la atención diferente que un bebé presta al idioma materno en comparación con otros, dado que los ritmos cerebrales asociados con la atención son similares a los hallados en el estudio. Sea como sea, los resultados de las investigaciones actuales sobre la influencia de la estimulación auditiva prenatal abren un sinfín de posibilidades para intervenciones tempranas en bebés con riesgo de sufrir problemas de la adquisición del lenguaje.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos
Benedetta Mariani et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos