Los metales pesados –incluidos el arsénico, el cadmio y el mercurio– podrían afectar negativamente a los ovarios de mujeres que se acercan a la menopausia, según afirma un estudio. Aquellas con altos niveles de metales en su orina presentaban niveles más bajos de la hormona antimülleriana, lo que indica una reserva ovárica disminuida –menor cantidad de ovocitos en los ovarios en comparación con otras mujeres de esa edad–. Los autores, cuyo estudio se publica en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, usaron datos de orina de más de 500 mujeres en Estados Unidos hasta 10 años antes de su último período menstrual.
Miguel Motas - metales pesados
Miguel Motas
Profesor de Toxicología en el departamento de Ciencias Sociosanitarias de la Universidad de Murcia
El estudio tiene un gran tamaño muestral y la técnica analítica es la correcta. Los métodos son los adecuados y las conclusiones están sustentadas en un potente cálculo estadístico. Es novedoso pues no se había relacionado directamente la exposición a metales con esta hormona, si bien es cierto que se sabía por estudios con animales del potencial como tóxicos reproductivos de estos metales.
Hay que tener en cuenta el efecto sumatorio de la mezcla de metales. Como este produzca el efecto monitorizado, puede ser que otros metales o incluso que otros contaminantes de naturaleza orgánica actúen potenciando este efecto. La principal limitación considero que es la muestra elegida: la orina es la vía de eliminación de los metales y cada uno tiene un tiempo de permanencia en el organismo distinto y un porcentaje de eliminación diferente por esta vía, por lo que realmente la relación entre nivel de metal y el efecto sería mejor hacerla en sangre –que representa la cantidad de metal circulante que puede ejercer efecto tóxico– y no en orina, donde está el metal que se está eliminando, en virtud de muchas variables toxicocinéticas no relacionadas con el posible efecto.
Deberían implantarse los análisis toxicológicos de manera rutinaria en la clínica, pues están detrás de multitud de afecciones crónicas y, especialmente, las reproductivas. Falta formación por parte de los clínicos en toxicología, lo que redunda en un infradiagnóstico de las patologías asociadas a compuesto tóxicos en general y a metales en particular.
Francisco y Roberto - metales pesados
Francisco Domínguez
Investigador principal en IVIRMA Global Research Alliance, Fundación IVI (Instituto Valenciano de Fertilidad) e Instituto de Investigación Sanitaria La Fe
Roberto González-Martín
Investigador posdoctoral en IVIRMA Global Research Alliance, Fundación IVI (Instituto Valenciano de Fertilidad) e Instituto de Investigación Sanitaria La Fe
El estudio de Ding et al. publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism relaciona la concentración de cuatro elementos traza no esenciales (arsénico, mercurio, cadmio y plomo) medidos en la orina de 549 mujeres próximas a la fecha de su última menstruación, lo que indica el inicio de la menopausia, con las concentraciones de hormona antimülleriana, una hormona producida por células del ovario que es representativa de la cantidad de ovocitos disponibles. Tanto la cantidad de participantes evaluadas, la incorporación de diversos orígenes étnicos y la metodología aplicada para realizar los análisis aportan robustez a los datos presentados.
Este estudio continúa la línea de otros estudios poblacionales en los que se ha relacionado la exposición a distintos contaminantes ambientales con problemas de fertilidad femenina, una menor cantidad de ovocitos disponibles en el ovario, alteraciones en la regularidad de los ciclos menstruales y una mayor predisposición a desarrollar fallo ovárico prematuro y un adelanto de la edad de menopausia. Estos contaminantes ambientales han ganado relevancia en los últimos años por su capacidad para interferir con el sistema endocrino, por lo que son comúnmente conocidos como disruptores endocrinos. Por este motivo, se estudia su asociación con procesos biológicos relacionados con el sistema endocrino, como la fertilidad y el metabolismo.
En este caso, se centra en los cuatro elementos traza no esenciales que han sido reconocidos por la Organización Mundial de la Salud dentro de las diez sustancias químicas más preocupantes para la salud pública.
Como los autores reconocen, en futuros estudios sería interesante contar con un mayor número de personas en los estudios, durante un periodo más extenso de tiempo, para poder trazar la interacción de distintos contaminantes ambientales con el funcionamiento ovárico desde el nacimiento hasta la menopausia.
Además, aunque es común en los estudios, el uso de la orina no es siempre un buen biomarcador de exposición a estos metales y, en ocasiones, hay que centrarse en formas específicas de presentarse, conocidas como formas especiadas. El artículo se habría visto muy reforzado si, además de en orina, hubieran podido realizar las determinaciones en sangre y hubieran podido incorporar otros elementos traza menos estudiados, como el estaño.
A corto plazo, la importancia de este trabajo radica en poner el foco en esta problemática ambiental para establecer medidas regulatorias adecuadas. En este proceso se encuentra la Unión Europea, con la ayuda de expertos en el campo. A nivel clínico, dado que por distintos factores sociales cada vez se retrasa más la edad a la que se decide la maternidad y que nos encontramos constantemente expuestos a estos elementos en nuestro entorno, recomendamos la monitorización de la reserva ovárica, por ejemplo, mediante la medida de hormona antimülleriana en clínicas de reproducción asistida, para ser conscientes de las posibilidades reproductivas y poder aplicar a tiempo estrategias adecuadas para evitar la infertilidad, como la criopreservación de ovocitos.
Además, en la actualidad están siendo desarrolladas clínicamente distintas estrategias con las que poder disminuir las concentraciones de elementos traza no esenciales del organismo y revertir los daños que ocasionan. Por lo tanto, además de estrategias de prevención, esperamos poder disponer pronto de herramientas que nos protejan de diversos contaminantes ambientales.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos
Ning Ding et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos