Una revisión publicada en la revista Cell subraya la “necesidad urgente” de realizar más estudios sobre la menopausia —y a nivel internacional, para que los resultados se puedan aplicar a todos los países—. El artículo, publicado por un equipo de investigación en Australia, EEUU e Italia, resume la evidencia disponible sobre la biología de la menopausia, sus consecuencias para las mujeres y las opciones terapéuticas. Destaca la falta de estudios en ciertos ámbitos, como por ejemplo sobre la eficacia del estradiol por vías no orales, o sobre la eficacia y seguridad de terapias hormonales durante la perimenopausia.
Menopausia - Antonio Cano
Antonio Cano
Profesor titular de Obstetricia y Ginecología en el Departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología
Se trata de una revisión que pone al día los determinantes biológicos, el impacto sintomático y las amenazas para la salud de la menopausia. La calidad del estudio es alta, pues actualiza la evidencia científica sobre un fenómeno universal para la mujer, con variantes que incluyen la insuficiencia ovárica primaria, también denominada menopausia precoz, y la menopausia quirúrgica.
Como rasgos a destacar, el artículo llama la atención sobre la prevalencia del fenómeno, que se produce a una edad temprana si se considera lo que es la expectativa de vida actual de la mujer a nivel global, no solo en las sociedades de países desarrollados.
El fundamento biológico es la programación del ovario para cesar su actividad hormonal en un momento que ahora, no en el pasado cuando la expectativa de vida era más corta, es el centro de la vida. La pérdida brusca de la hormona ovárica principal, los estrógenos, tiene una serie de implicaciones sobre distintos órganos y sistemas, ya que hay receptores de estrógenos distribuidos en la mayoría de los tejidos del cuerpo. Por tanto, además de síntomas genitales, esencialmente la atrofia de la mucosas vaginal y en parte del epitelio vulvar, hay efectos óseos (osteoporosis postmenopáusica), cardiovasculares (aceleración de arteriosclerosis, con impacto en enfermedad cardíaca coronaria e ictus, y los muy frecuentes síntomas vasomotores, los denominados sofocos), cerebrales (brain fog, alteraciones del estado de ánimo), alteraciones del sueño, cambios en el peso y la estructura corporal, etc., lo que supone un deterioro en la calidad de vida de muchas mujeres.
Este conjunto de síntomas y cambios biológicos no ocurren en todas las mujeres y, cuando es el caso, no lo hacen en la misma magnitud, pero conforman una entidad que ha sido poco atendida, de forma que se desconoce aún una buena parte de la fisiopatología. Todo esto está bien descrito y apoyado por la evidencia científica actual en el artículo de Susan Davis y colegas.
Es una puesta a punto excelente, por lo que la evidencia más reciente está reflejada en cada sección. Los autores, los profesores Davis, Pinkerton, Santoro y Simoncini están en la primera línea a escala mundial. Han sabido hacer un análisis ponderado de muchos temas que han sido tratados con mucha confusión durante años, en buena medida porque se ha interpretado mal la evidencia por muchos médicos, y por la falta de formación de los mismos, particularmente de los especialistas en ginecología o endocrinología. Los especialistas en formación tocan muy de pasada estos asuntos y carecen de formación sólida al respecto, lo que tiene un impacto negativo en la atención que se da a las pacientes. Esto constituye en la actualidad un tema prioritario en sociedades científicas, como la European Menopause and Andropause Society (EMAS). Como factor de confusión frecuente en estas apreciaciones está el efecto de la edad, que se sobrepone al propiamente hormonal.
Es un tema práctico de atención universal en el campo de salud de la mujer. Debe ser de lectura obligada para los profesionales de la salud con práctica clínica. Hay una amplia disponibilidad de soluciones que pasan por hábitos de vida saludables o, si se precisa, fármacos, donde destaca la terapia hormonal, u otros fármacos mencionados en el artículo, como los moduladores selectivos de receptores de estrógenos, terapias alternativas complementarias como la terapia conductual cognitiva, o psicofármacos, tipo inhibidores selectivos de recaptación de serotonina.
Es de destacar la reciente aparición de los antagonistas de receptores de neurokinina, que constituyen una terapia específica no hormonal para los síntomas vasomotores. El fezolinetant, primer fármaco comercializado en este campo, constituye una novedad terapéutica, por su eficacia, incluso en áreas distintas a los sofocos, como sueño o calidad de vida, y por constituir el primer fármaco comercializado de un grupo terapéutico nuevo. Es de particular interés para mujeres que no pueden tomar terapia hormonal, como supervivientes de cáncer de mama, o que no desean hacerlo, por rechazar la opción de uso de las mismas, o por los efectos adversos tipo sangrado, u otros.
He sido Presidente de la Sociedad Europea de Menopausia (EMAS, por sus siglas en inglés) entre 2019 y 2021, y participo en actividades formativas, advisory boards, o steering committees de multinacionales farmacéuticas como Viatris, Theramex, o Astellas.
Menopausia - Pluvio Coronado
Pluvio Coronado
Profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Complutense de Madrid, jefe de Sección del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
[Se trata de] una revisión que suma la evidencia de más de medio siglo y en general es bastante buena y precisa. Tiene calidad y sus conclusiones están respaldadas perfectamente por los datos previamente publicados. Evidentemente todos los datos aportados no son sólidos porque falta mucho por conocer, tanto del efecto de la menopausia sobre el organismo de la mujer como de las terapias para aliviar los efectos y síntomas de la menopausia.
Es una revisión que suma todo lo publicado con anterioridad. No aporta más valor de lo que ya conocemos y solamente refresca algunos temas como la definición de menopausia, el diagnóstico de las etapas, el efecto metabólico de las hormonas sobe el organismo o las posibles terapias y sus evidencias para paliar los síntomas de la menopausia. La revisión recoge los últimos estudios publicados incluidos este mismo año. Aborda también un tema en actualidad: el impacto de los síntomas de la menopausia sobre el medio laboral y la calidad de vida.
Al ser una revisión, solo se han comprobado las limitaciones de los estudios que han analizado, entre ellos el famoso estudio WHI [Women’s Health Initiative], que ha revolucionado el tratamiento hormonal de la menopausia, pero con las comentadas limitaciones del mismo. La limitación más importante de toda la revisión es que las terapias disponibles aún precisan de más estudios por las múltiples formulaciones existentes y sobre todo que sean más largos. Lo que si han dejado claro es que la terapia más eficaz es la hormonal, que individualizada tiene más beneficios que riesgos.
Las implicaciones para las usuarias y para el colectivo sanitario es que la menopausia, aunque natural, altera la calidad de vida y empeora la supervivencia de la mujer por las implicaciones que tiene sobre su organismo. Una buena orientación, una individualización y una terapia adecuada para cada caso garantizan una mejora de la salud de las mujeres en la menopausia. Por otro lado, este estudio pone de manifiesto el interés que esta etapa, común a todas las mujeres, tiene para la sociedad y el Sistema Nacional de Salud.
Menopausia - Esther de la Viuda
Esther de la Viuda
Especialista del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, Profesora Asociada en Ciencias de la Salud en la Universidad de Alcalá
El estudio es bueno, los firmantes son profesionales conocidos, de amplia experiencia. Se ha hecho una buena y amplia revisión bibliográfica. En relación a la solidez de los datos nos tenemos que manejar siempre con la mejor evidencia disponible de lo que queramos estudiar, evidentemente siempre nos gustaría poder disponer de más ensayos clínicos y estudios de calidad para establecer las conclusiones de cualquier trabajo, pero hay que trabajar con la mejor evidencia de la que se disponga. En este sentido, se ha llevado a cabo una revisión rigurosa y amplia y los datos que se exponen están avalados por esos trabajos.
La información que se proporciona es coherente con lo que conocemos y con las recomendaciones actuales de las sociedades científicas. Posiciona adecuadamente la terapia hormonal de la menopausia como la mejor opción para la sintomatología vasomotora, con sus beneficios y riesgos; trata otro problema importante de esta época, como es la salud vaginal; y plantea situaciones sociales como la afectación de los síntomas en la vida laboral.
Se trata de una revisión, se han considerado las limitaciones del estudio WHI [Women’s Health Initiative] y se han comentado también sobre las diferentes terapias, como con la terapia androgénica o las opciones no hormonales. Finalmente se reconoce la necesidad de realizar más estudios.
[Pienso que la] publicación de este tipo de artículos que es importante para visibilizar la menopausia, para informar que —aunque es una etapa más de la vida y es natural— muchas mujeres presentan síntomas vasomotores o el síndrome genitourinario, que afecta a su calidad de vida de forma importante, y que eso se puede solucionar con eficacia y seguridad con los tratamientos disponibles actuales, aprobados por las agencias del medicamento, siempre individualizando a la mujer e insistiendo en las recomendaciones sobre el estilo de vida.
- Revisión
- Revisado por pares
Susan R. Davis et al.
- Revisión
- Revisado por pares