La Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido publicó en su último informe del 25 de marzo la detección de tres formas recombinantes de ómicron, llamadas XE, XD y XF. La OMS las menciona en su informe del 29 de marzo, señalando que la posibilidad de que XE sea más transmisible que BA.2 requiere todavía de más estudios.
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Iñaki Comas - XD
Iñaki Comas
Coordinador de la Plataforma Salud Global del CSIC e investigador del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC)
Ahora mismo no hay ninguna evidencia de que las formas recombinantes descritas tengan alguna característica diferente a las que ya conocemos para BA.1 o BA.2, sobre todo en lo que se refiere a severidad o efectividad vacunal.
Para una de ellas (XE) se ha descrito una posible mayor transmisibilidad en el Reino Unido, pero la evidencia es todavía débil. Como ya hemos aprendido anteriormente, necesitamos ver el comportamiento a largo plazo para poder estimar si reemplazará a la variante dominante (BA.2). Pero es sobre todo necesario saber la trayectoria que esta forma recombinante tiene en otros países donde esté presente. Esta epidemiología comparada nos permitirá descartar efectos locales, como ha ocurrido otra veces con otras variantes. Ninguno de esos datos (información de la trayectoria a largo plazo en un mismo país y de la trayectoria en otros países) están disponibles.
Por otra parte, XE mantiene la composición genética que tiene BA.2 en la proteína de la espícula, por lo que es de esperar que la protección de las vacunas no sea esencialmente diferente a la que vemos en estos momentos.
Por último, recordar que la aparición de formas recombinantes no es algo nuevo, ya han existido y seguirán apareciendo. Su aparición se da cuando dos variantes diferentes infectan a un mismo individuo a la vez, por tanto es de esperar que sean más comunes en aquellos escenarios donde la incidencia sea más alta. Ello no significa que vaya a tener unas características esencialmente diferentes: es una forma más que tienen los virus de generar variación. De hecho, la OMS la sigue clasificando como subvariante de ómicron.
Al igual que otras variantes y subvariantes, lo que se necesita es una vigilancia continua de variantes, recombinantes y no recombinantes, y una integración con los datos epidemiológicos y clínicos para rápidamente tomar decisiones si fuera necesario. En ese sentido, con ómicron tuvimos en menos de un mes una idea bastante clara de sus características. Ese es el camino a seguir para poder adelantarnos al virus, en el caso de que hiciera falta. De momento esa necesidad no parece que exista para el caso de las formas recombinantes recientemente descritas (a la espera de resultados más completos).
María Iglesias - XD
María Iglesias-Caballero
Viróloga del Laboratorio de Referencia de Gripe y Virus Respiratorios del Centro Nacional de Microbiología-Instituto de Salud Carlos III
Una de las principales características de los coronavirus es su capacidad para recombinar con otros coronavirus. Actualmente empezamos a ser capaces de distinguir estas recombinaciones gracias a que las diferentes variantes que han coexistido en circulación empiezan a ser más distantes filogenéticamente. Dicho coloquialmente: cada vez se parecen menos. Eso nos permite identificar las partes del genoma que pertenecen a diferentes variantes.
El linaje XD es un virus que posee un genoma delta AY.4 que ha adquirido la espícula del virus ómicron BA.1. El linaje XF es un virus ómicron BA.1 que tiene un fragmento en la poliproteína que regula la replicación del virus de la variante delta. El linaje XE tiene la poliproteína previamente mencionada de la variante ómicron BA.1 y el resto de su genoma es de la variante BA.2. De estos nuevos linajes el que tiene más secuencias publicadas en GISAID es el linaje XE y es el que por el momento requiere mayor monitorización.
Me gustaría recalcar que estos fenómenos no son particulares del SARS-CoV-2, sino que son frecuentes en estos virus. Su circulación por el momento es limitada y todavía necesitamos más datos para conocer si tiene algún impacto en la protección conferida por las vacunas. La vigilancia genómica nos permite a los investigadores monitorizar lo que circula y valorar el impacto que puede tener, pero a nivel social no lo consideraría una preocupación hasta que se reúnan más datos.
Sonia Vázquez - XD
Sonia Vázquez-Morón
Investigadora del Laboratorio de Referencia de Gripe y Virus Respiratorios en el Centro Nacional de Microbiología - Instituto de Salud Carlos III
La publicación de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido informando sobre las tres formas de recombinantes XE, XD y XF de SARS-CoV-2 ha dado mayor popularidad a la aparición de recombinantes. Sin embargo, no son los únicos. En la actualidad hay descritos un total de 17 recombinantes designados por Pangolín: XA, XB y XC, previos a los recombinantes incluidos en dicho informe y que se originaron de la recombinación de la variante alfa y otros linajes, pero también otros linajes no asociados a variantes.
Los más recientes descritos son XD y XF (recombinantes delta y BA.1); XE XG, XH, XJ, XK, XL y XN (recombinantes BA.1 y BA.2); XM, XP, XQ, XR (recombinantes BA.1.1 y BA.2) y XS (recombinante delta y BA.1.1). La aparición de recombinantes no es un hecho aislado, ya que se ha descrito con anterioridad en otros virus, incluidos los coronavirus. Se ha observado que estos virus son propensos a evolucionar genéticamente acumulando mutaciones puntuales o intercambiando partes de su genoma, por lo que cabía esperar su aparición, y más aún, en momentos en los hay una alta prevalencia de casos. El aumento de la circulación puede llevar a un aumento de la probabilidad de infectarse por dos virus diferentes, requisito indispensable para que se dé la recombinación.
En este sentido, y teniendo en cuenta la evolución viral, la vigilancia del SARS-CoV-2 es necesaria para poder detectar cualquier cambio genético, como las recombinaciones, que pueda estar asociado con cambios a nivel epidemiológico y requerir cualquier intervención a nivel de salud pública. Sin embargo, la aparición de los virus recombinantes no tiene por qué llevar implícito un cambio de comportamiento del mismo respecto de los que están circulando (parentales del recombinante). No obstante, se requiere tiempo y estudios para conocer mejor las posibles implicaciones de estas recombinaciones, así como la posible instauración de alguno de los nuevos virus como virus predominante, tal y como hemos comprobado con anterioridad.
- Informe
- Sin revisión por pares
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- Sin revisión por pares
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