Reacciones: una revisión detalla los impactos del cambio climático en la producción mundial de vino

Un 90 % de las regiones vinícolas costeras y de tierras bajas de España, Italia, Grecia y el sur de California está en riesgo por los eventos extremos, como sequías excesivas y olas de calor, según una revisión publicada en Nature Reviews Earth & Environment. El artículo resume los cambios previstos y las adaptaciones que deberán hacer los productores de vino.   

26/03/2024 - 17:00 CET
 
Reacciones

Rafael y Fernando - vinos

Rafael Andrés Peinado Amores

Catedrático del departamento de Química Agrícola, Edafología y Microbiología de la Universidad de Córdoba

Fernando Sánchez Suárez

Ingeniero agrónomo y enólogo, investigador predoctoral del departamento de Química Agrícola, Edafología y Microbiología de la Universidad de Córdoba

Science Media Centre España

En el artículo se hace una profunda revisión de los cambios que, en la producción y calidad de los vinos, ya se están produciendo por efecto del cambio climático. Además, debido al aumento de las temperaturas, de las cada vez más frecuentes olas de calor, así como de los periodos más prolongados de sequía, esta revisión prevé que habrá zonas vitivinícolas que tenderán a desaparecer, ya que el cultivo de la vid bajo las nuevas condiciones climáticas sería inviable o muy costoso. También pronostica que aparecerán nuevas zonas vitivinícola en lugares donde hasta hace poco no era posible cultivo de la vid, todo ello coincidente con multitud de estudios al respecto. 

Aunque el estudio aborda la mayoría de las zonas geográficas donde se cultiva la vid, los efectos producidos por el cambio climático sobre la calidad de la uva y del vino, así como sobre su composición química, dependerá de la zona en concreto. De especial preocupación serán los viñedos situados por debajo de los 45º N, aunque habría que tener en cuenta la altitud a la que se encentre el cultivo u otros aspectos como la exposición de los viñedos, edafología, etc. 

Otro aspecto que se destaca es la presión de plagas y enfermedades en estas posibles nuevas condiciones, donde los hongos que necesitan de mayor humedad para desarrollarse verán frenado su avance en contraposición con otros de tiempo más seco. En este sentido una importante parte de las plagas se podrán desarrollar en una ventana temporal mayor e, incluso, aumentar el número de generaciones en cada campaña, pasando de univoltinas a bi, tri o multivoltinas. 

Para mitigar los efectos debidos al cambio climático se proponen una serie de alternativas basadas principalmente en el manejo del viñedo, aunque hay otras relacionadas con el empleo de determinadas especies de levadura, durante la fermentación del mosto, que pueden ayudar a paliar los bajos niveles de acidez y a reducir en cierta medida el grado alcohólico cada vez más elevado de los vinos. 

Otra propuesta, como el empleo de variedades adaptadas a las actuales condiciones climáticas, no será efectiva en el corto plazo, ya que un viñedo recién plantado no da uvas de calidad hasta transcurridos unos años. Probablemente sea mejor injertar las nuevas variedades sobre las vides ya existentes. Estas variedades pueden resultar de gran interés para las zonas más meriodionales, siendo un ejemplo de esto la nueva inclusión de variedades más tardías en determinados pliegos de condiciones de Denominaciones de Origen como Ribera del Guadiana (España) o Burdeos (Francia). 

Hay que destacar que el trabajo realiza un análisis muy completo, e indica que la extensión exacta de estos cambios sigue siendo desconocida y dependerá de la magnitud del cambio climático junto con la capacidad para adaptarse a estos desafíos.  

Declara no tener conflicto de interés
ES

Adrián Martínez - vinos

Adrián Martínez Cutillas

Exdirector del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), actualmente jubilado y colaborador del equipo de Viticultura y Enología del Imida

Science Media Centre España

Creo que el trabajo es una excelente revisión sobre la influencia del cambio climático en el futuro desarrollo de la vitivinicultura. Su impacto será mayor en las regiones que ya tienen un clima cálido y seco, como podrían ser las situadas en la mitad sur de España. 

Hay mucho trabajo por hacer todavía. En el mundo hay unas 10.000 variedades de vid para todos los usos: vino, licores, mesa, pasas, zumos, etc. A nivel mundial 16 de ellas, el 50 % de la superficie mundial cultivada de uva para vinificación y en España tres variedades (Tempranillo, Airén y Bobal), suponen el 50 % de la superficie plantada de uva para vino. 

Hay que buscar otras variedades que se adapten mejor a las nuevas condiciones climáticas y, si no las encontramos entre las que ya existen, desarrollar programas de mejora genética, como el que se inició en el IMIDA a finales del pasado siglo y tratar de obtener nuevas variedades con mejor adaptación a las nuevas adversidades climatológicas. En este sentido, se han registrado ya cuatro nuevas variedades, tres tintas (Myrtia, Gebas y Calnegre) y una blanca (Calblanque), procedentes de cruces de Monastrell con Cabernet Sauvignon y de Monastrell con Syrah. 

Declara no tener conflicto de interés
ES
Publicaciones
Climate change impacts and adaptations of wine production
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Revisión
Revista
Nature Reviews Earth & Environment
Fecha de publicación
Autores

Cornelis van Leeuwen et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Revisión
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