Este artículo ratifica una serie de artículos anteriores publicados por el grupo del Dr. Leonardo Trasande, de la Universidad de Nueva York (NYU) y la principal novedad es que amplía las conclusiones a 38 países (solo se habían estudiado en un país concreto). Los resultados son claros e indican, como ya se había publicado anteriormente, que la exposición a estos compuestos se asocia con mayor morbilidad y mortalidad y que su coste económico es muy alto. Es importante destacar que la exposición en EE. UU. y Canadá ha disminuido debido a las regulaciones y a las acciones voluntarias a nivel individual. 

Hay que destacar que las asociaciones que establecen no implican causalidad, pero que existe la suficiente evidencia en multitud de estudios epidemiológicos en humanos y una gran cantidad de estudios en modelos animales y celulares donde estos compuestos químicos, comunes en los plásticos, causan enfermedad cardiovascular, diabetes y obesidad.  

Un punto importante que los autores destacan en la discusión y que ya había sido publicado incluso por UNEP (UN Environmental Programme) es que el 70 % de los compuestos químicos en el plástico no se han testeado y por lo tanto no sabemos si son seguros para la salud o no. 

Este tipo de estudios se basan en estimaciones de la fracción de casos atribuibles a los niveles de exposición. En este caso se basan en un par de artículos, sólidos y bien publicados del grupo del Dr. Trasande. Aunque estos estudios previos son muy fiables, es posible que las cifras cambien si se utilizan otros artículos. No obstante, este tipo de estudios siempre tiene incertidumbre en la estimación de los efectos en la salud y es muy difícil o imposible saber qué porcentaje de la enfermedad es debido a la exposición.