Un informe internacional elaborado por la Comisión Global sobre la Economía del Agua señala que la crisis del agua pone en riesgo más de la mitad de la producción mundial de alimentos para 2050. También asegura que amenaza con una pérdida promedio del 8 % del PIB en países de todo el mundo para 2050, con pérdidas de hasta un 15% en los países de ingresos más bajos.
Jorge Olcina - crisis agua
Jorge Olcina
Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante
Diversos estudios están considerando la reducción del PIB en muchos países y regiones por el impacto del cambio climático, aunque yo soy un poco crítico con estas proyecciones económicas en el contexto actual de cambio climático, ya que deben realizarse con modelos de corto plazo (horizonte 2030 o 2040 como mucho), porque si no, ni los gobiernos ni la sociedad actúan. La sociedad se inmuniza cuando ve fechas como 2050 o 2100 porque piensa que no van con ella.
Reafirmando el problema que supone el proceso actual de calentamiento climático, también es cierto que las proyecciones de los efectos en las precipitaciones deben ir ajustándose cada diez años, porque es difícil calibrar el efecto del calentamiento de las aguas oceánicas en la circulación atmosférica.
Dicho lo cual, yo diría que no se trata solo de un problema de agua. El cambio climático supone la necesidad de inversiones potentes en mitigación y adaptación para reducir su impacto en la economía y la sociedad (por la pérdida de vidas humanas por efecto de los eventos extremos).
Estos informes son una llamada de atención necesaria para que los gobiernos actúen ya para reducir los efectos del cambio climático y para eliminar su causa (emisiones de gases de efecto invernadero). Y, como vemos, ni una cosa ni la otra se está desarrollando.
En materia hídrica, asistiremos a cambios en regímenes de ríos y en variedades de cultivos en todo el mundo. Y tendremos que activar políticas de agua basadas en la gestión eficiente de la demanda, con una participación mayor de volúmenes de agua depurada y desalada en el mix de aguas que puedan abastecer a las sociedades en todo el mundo, y por supuesto en España, para poder garantizar la seguridad hídrica.
El mensaje importante que se debe dar sobre la gestión del agua en el contexto de cambio climático es que las políticas de oferta continuada de agua se han acabado, porque las lluvias son cada vez más irregulares y en algunas regiones del mundo, menores. Debemos ser más responsables en la planificación hídrica y, sobre todo, en la gestión de los recursos.
Doy dos datos de España que abundan en esta última idea (no somos responsables en gestión del agua):
- En España no conocemos realmente lo que gasta la agricultura en el regadío, porque no tenemos contadores a pie de parcela que controlen ese gasto.
- En España hay ciudades que pierden el 30-40 % del agua que se distribuye por la red de agua urbana.
Con estos dos datos queda claro que las proyecciones de futuro están bien (aunque deben ser a corto plazo), pero que el problema lo tenemos ya encima y no estamos haciendo nada para solucionarlo.
Encarna Esteban - crisis del agua
Encarna Esteban
Profesora de Análisis Económico de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Zaragoza
El informe The economics of Water: Valuing the Hydrolical Ciycle as a Global Common Good (GCEW Executive summary) pone en relevancia la necesidad de alcanzar una gestión colectiva del ciclo del agua. El agua es uno de los recursos naturales esenciales y, en la actualidad, está sujeto a una fuerte crisis donde la escasez de este recurso es el patrón fundamental. La escasez de agua, junto con una mayor incidencia de efectos naturales extremos, tales como sequías, está generando un fuerte impacto en la salud humana, en la seguridad alimentaria y en el crecimiento económico, además de fuertes impactos sobre los ecosistemas. La falta de gestión a nivel mundial y la sobreexplotación de este recurso ha llevado a agravar todavía más la crisis del agua.
Una de las ideas principales del informe es la necesidad de gestionar este recurso de una manera integrada a través de una gobernanza global. Es fundamental tratar al recurso como un bien comunal con innumerables servicios (externalidades positivas), que tienen que ser correctamente valorados y tenidos en cuenta en la gestión hídrica. El GCEW identifica cinco misiones clave para alcanzar una gobernanza sostenible de los recursos hídricos y reducir la actual crisis del agua:
- Misión 1: mejorar la productividad del agua para reducir los impactos sobre la calidad y cantidad de este recurso. Garantizar la seguridad alimentaria debe ir acompañado esfuerzos para evitar el deterioro de los recursos hídricos.
- Misión 2: internalización de los numerosos bienes y servicios que aporta el agua y sus ecosistemas asociados en la gestión hídrica.
- Misión 3: potenciar la economía circular del agua con la reutilización de los recursos y la disminución de ineficiencias (por ejemplo, pérdidas en redes).
- Misión 4: los nuevos patrones de crecimiento basados cada vez más en el uso de energías renovables o la inteligencia artificial no deben comprometer la sostenibilidad de este recurso.
- Misión 5: mejorar los sistemas de saneamiento y depuración para garantizar el acceso a agua potable en todas de todas las regiones (evitar muertes por agua insalubre).
Los retos son numerosos, pero es fundamental la creación de una nueva economía del agua con apoyo de los distintos gobiernos e instituciones. La actual crisis del agua necesita de una gobernanza global para hacer frente a los desafíos pendientes.
- Informe
Global Commission on the Economics of Water
- Informe