Un equipo liderado por el CNIO ha comprobado en ratones que una dieta rica en grasas aumenta las metástasis del cáncer de mama triple negativo, el de peor pronóstico. Además, ha identificado varios de los mecanismos que lo explicarían, como la activación de las plaquetas y de la coagulación, lo que serviría para que el tumor se oculte de las defensas y prepare el llamado ‘nicho premetástasico’. Según los responsables de la investigación, que publican los resultados en Nature Communications, “este mecanismo podría ser extrapolado a otros tipos tumorales y otros órganos”. Los resultados sugieren que “la intervención dietética, junto con el control de la actividad plaquetaria, pueden aumentar la eficiencia de ciertos tratamientos antitumorales”.

Ramón Salazar - CNIO plaquetas
Ramón Salazar
Jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología en l’Hospitalet (ICO)
Es un estudio de muy buena calidad que identifica un mecanismo de acción (en un modelo de ratón) que podría explicar por qué la obesidad es un factor de riesgo de diseminación metastásica de los tumores sólidos, en este caso, cáncer de mama del subtipo triple negativo.
La obesidad y las dietas ricas en grasas parecen desempeñar un papel complejo y a menudo específico del tipo de cáncer, al influir en el riesgo de metástasis en pacientes previamente tratados por cáncer localizado. Si bien ambos factores se asocian generalmente con un mayor riesgo de metástasis en cánceres de mama, próstata y colorrectal, los mecanismos subyacentes implican interacciones intrincadas entre la inflamación, los cambios hormonales y las alteraciones en el microambiente tumoral.
Curiosamente, la "paradoja de la obesidad" observada en ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón, el carcinoma de células renales y el melanoma, donde la obesidad se asocia con una mejor supervivencia, resalta la necesidad de una comprensión más detallada de estas relaciones.
Dada la evidencia, el control de peso y la adopción de un patrón dietético saludable, caracterizado por un alto consumo de frutas, verduras y cereales integrales, junto con un consumo limitado de carnes rojas y procesadas y de grasas saturadas y trans, siguen siendo consideraciones importantes para los supervivientes de cáncer localizado.
Investigaciones recientes también sugieren un posible papel de las terapias antiplaquetarias y anticoagulantes, en particular la aspirina y las heparinas de bajo peso molecular, en la prevención de la metástasis en ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, es fundamental realizar más investigaciones para comprender plenamente sus mecanismos de acción, identificar las poblaciones de pacientes que se beneficiarían más y determinar las formas óptimas y más seguras de utilizar estas terapias.
Alberto J. Schuhmacher - CNIO plaquetas
Alberto J. Schuhmacher
Investigador ARAID y jefe del Grupo de Oncología Molecular en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón)
El cáncer es un crimen celular organizado, no se trata únicamente de células con mutaciones que crecen descontroladamente. Las células tumorales establecen un diálogo molecular con su entorno y lo modifican para crecer y malignizar. Para poder diseminarse y formar metástasis, las células tumorales deben salir por el torrente sanguíneo, anidar y crecer en otros órganos que son diferentes al de origen y, por tanto, el nuevo entorno que va a rodearlas es distinto. En ocasiones, el tumor envía moléculas que modifican el órgano de destino formando un “nicho premetastásico” para que las células tumorales que han migrado puedan establecerse más fácilmente.
La obesidad se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y más metástasis. Esta investigación nos enseña algunos mecanismos que explican cómo la obesidad derivada de una dieta rica en grasas puede facilitar la metástasis. Es sabido que la obesidad fomenta la coagulación de la sangre. En este trabajo, el equipo de Héctor Peinado muestra con elegancia y mucha evidencia cómo, en ratones obesos alimentados con una dieta muy grasa, se forman agregados de plaquetas que pueden rodear a las células que se escapan del tumor y servirles de “traje de invisibilidad” para que las defensas no las reconozcan.
Además, encontraron que con esta dieta se forman “nichos premetastásicos” especiales en el pulmón, estos “adipo-nichos” están enriquecidos con una proteína que se llama fibronectina. La unión de plaquetas activadas y estos “adipo-nichos” favorece que se formen más metástasis y crezcan mejor en modelos de ratón de cáncer de mama triple negativo.
Seguidamente se analizaron las muestras de sangre de 82 mujeres con cáncer de mama triple negativo obtenidas antes de ser operadas y tratadas con quimioterapia y pudo comprobarse que la coagulación estaba aumentada en pacientes con obesidad, pero no observaron un riesgo mayor de recaída y metástasis a los cinco años asociado al índice de masa corporal. Debemos recordar que estas personas reciben sus tratamientos; los modelos experimentales nos permiten explorar preguntas que a veces no pueden hacerse en la clínica. Así, esta investigación abre una puerta a identificar factores de riesgo adicionales y permite analizar formas de intervención dietética o de control de actividad plaquetaria, que ayuden a mejorar la forma en que tratamos a estos pacientes y a mejorar su vida.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Animales
Marta Hergueta-Redondo et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
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